Nick Waterhouse, «Time’s all gone»

Que no nos escuche Simon Reynolds, el autor del muy recomendable Retromanía (Caja Negra, 2012, gracias a Fernando Navarro por su consejo), pero estamos disfrutando mucho con «Time’s all gone», el debut de Nick Waterhouse. Una vuelta al soul clásico, al de los éxitos modelo Motown o Stax, un camino seguido con éxito por Eli Paperboy Reed, Sharon Jones & The Dap Kings, Charles Bradley, Mayer Hawthorne, Black Joe Lewis y el icono de todo este proceso: la desaparecida Amy Winehouse. Curiosamente, la mayoría de esta lista son músicos blancos, un hecho paradójico. Nick Waterhouse es uno de los que lleva la estética de ese modelo hasta el límites. Trajes grises y oscuros, y con un gran parecido con Buddy Holly, Nick Waterhouse se presenta con un disco breve, poco más de treinta minutos, pero que cuenta con diez temas de soul clásico, con su sonido característico donde priman los metales y esos imprescindibles coros femeninos. Pero las canciones de Nick Warterhouse no son tan accesibles como las de un Eli Paperboy Reed o la propia Amy Winehouse. Es un sonido más «sucio», más complejo.

El disco no descansa, y va ganando con las escuchas. No hay una canción que baje el nivel, al contrario. El comienzo ya es esperanzador con «Say I Wanna Know», uno de los temas con un sonido más clásico. Se van sucediendo las canciones en la misma línea, hasta llegar a uno de los momentos cumbres del disco, justo en la mitad, como es «Raina». Confieso que me quedé impactado con esta canción desde la primera escucha. Es como escuchar los viejos discos de soul clásicos. Es precisamente en la segunda parte del disco cuando están los mejores temas, con las muy grandes «Indian Love Call», «Is That Clear» y, especialmente, el destacadísimo cierre con «Time’s All Gone Pt. 2». Aquí ya confesamos en nuestros inicios la pasión que sentimos por el soul, y prometemos un artículo sobre este revival de este género y sus implicaciones musicales y sociológicas. Más allá de estas reflexiones, no cabe duda que este «Time’s All Gone» es uno de los grandes discos de finales de 2012. Seguiremos atentos a Nick Waterhouse y volveremos a él pronto, cuando abordemos este fenómeno «retro», pero ahora os dejamos con otra de las joyas de «Time’s All Gone» como es «Some Place»:

Frank Ocean, «Channel Orange»

Las mayoría de las listas de «Lo mejor del año» han encumbrado como uno de los discos del pasado 2012 a Channel Orange de Frank Ocean. Prácticamente no había una en la que no apareciese en los puestos destacados. Nosotros, desconocíamos quién era Frank Ocean y nos pusimos a investigar ante los diversos comentarios elogiosos, y procedentes de fuentes muy heterogéneas. Incluso, la «todopoderosa» Pitchfork Media lo consideraba como disco del año al haberle otorgado una puntuación de 9,5 sobre 10. Vamos, ¿algo más que un hype?, sin olvidar que había sido compositor de temas, como «escritor fantasma» para gente como John Legend, Brandy o (ups) Justin Bieber. Así que, tras escucharlo en Internet y ver que sí, que merecía la pena, nos lanzamos a este Channel Orange, segundo disco de este muchacho de New Orleans, nacido en 1987, tras su debut en 2011 con Nolstalgia, Ultra. En este blog siempre hemos sido muy aficionados a la música negra en sus más diversos géneros, desde el soul hasta el hip hop, aunque también con sus grados. Y también señalar que, para entender su evolución y escenario actual hacen falta cuatrocientas tesis doctorales. ¿Dónde situar entonces a Frank Ocean?, pues en ese tótum revolútum que es, con esa mezcla de R&B, con elementos de hip hop, de soul clásico, etc.

Puede que Frank Ocean esté en el camino de Kanye West, aunque esperemos que no reproduzca excesos derivados de una egomanía no controlada, algo por otra parte muy habitual en este género, pero es cierto que, a diferencia de West, su amalgama de sonidos parece más diversa y cercana, afortunadamente, al soul. Y sí, Channel Orange es un gran disco. Nos encontramos ante una de esas novedades que nos devuelven la ilusión en una cierta evolución musical, cosa que no se da en otros géneros. El disco contiene grandes canciones, como por ejemplo «Sweet Life», «Pyramids», «Thinkin Bout You», «Monks» o «Super Rich Kids». En todas, ellas, las texturas de la voz de Ocean pasan de los fraseos característicos del hip hop y el rap a recordarnos a mitos como Marvin Gaye o Sam Cooke.

El disco tiene un toque ambiental intenso, con una profusión de brillantes medios tiempos, y con una base rítmica muy potente, aunque eso no quiere decir que se descuiden otras facetas que le acercan al soul, a la psicodelia, etc. Incluso, se permite experimentos como la canción que cierra el disco, «End/Golden Girl», un extenso tema de más de ocho minutos, muy diversa. En el disco también colaboran John Meyer, André 3000 de Outkast, Earl Sweatshirt y Tyle, The Creator.

En definitiva, que sí, que Channel Orange es un disco muy recomendable, y que esperamos que Frank Ocean siga por esta senda, que serán buenas noticias para la música en general y para el soul y el R&B en particular. Una de las mejores canciones del disco: «Thinkin Bout You»: