Los Madison, «En los Teatros del Canal»

images Los Madison son un grupo madrileño que, antes de este directo grabado en los Teatros del Canal, contaba con tres trabajos. Pero, cosas de este país, Los Madison son un grupo desconocido, que no ha pasado de círculos muy reducidos. Como prueba, «Compás de Espera» (2012) fue realizado mediante crowfunding y sólo su líder, cantante y guitarrista, Txetxu Altube, vive de la música, los otros tres integrantes de la banda lo compaginan con otras profesiones. «Los Madison en Los Teatros del Canal» nos acerca a una banda de diez años de trayectoria y se agradece descubrirlos. Las influencias de Bruce Springsteen y Tom Petty por un lado, y de Los Secretos y Quique González, entre otros, se dejan ver en sus canciones.

La carrera de Los Madison es de fondo, muy de fondo. Txetxu Altube ha girado en solitario, ha tocado en la banda de Miguel Ríos, y varios de sus miembros han acompañado a Willie Nile cuando visita España. Además, en torno a Los Madison también aparecen personajes de estos «suburbios» de la música en los que queremos estar, como la presencia de César Pop, vital en el último disco de Quique González; Jose Norte, que también ha producido al propio Quique González, Miguel Ríos, etc.

Como tantos otros, la música de Los Madison tiene pocos huecos en la música española, aunque haya muchos fieles potenciales. «Los Madison en Los Teatros del Canal», grabado a beneficio de la ONG «Special Olympics», puede acercar a Los Madison a un público más amplio, entre el que nos incluimos, el mismo que disfruta de Quique González, Lapido, Los Secretos, etc.

Y lo más importante de Los Madison es que cuentan con buenas canciones, temas de amor y desamor, defendidas en este disco en directo con honestidad y elegancia. Son en las más rockeras en las que Los Madison ofrecen su mejor versión. Canciones como «Sígueme despacio», «Lo que queda», «Trozos de papel», «Desafíame» (la más destacada, en mi opinión) y «Sácame de aquí» están más en esa onda que les remite al rock americano.

En el otro lado, temas más lentos y medios tiempos, a los que hay que prestar más atención, como son las muy reseñables «Vendaval» y «Horas contadas», «Ayer», «Casi siempre» y «Sin recoger». Y aparecen invitados de lujo como Mikel Erentxun, haciendo un esfuerzo vocal en la interesante «Jamás»; M-Clan en «Skyline»; Álvaro Urquijo en la intimista «Nadie»; y Miguel Ríose en «Juego sucio». Termina el disco con «Compás de espera», una bella canción que va creciendo por momentos, con una letra muy atractiva.

Deseamos que Los Madison alcancen un mayor reconocimiento ya que su propuesta es muy interesante. Y son una muestra de todos esos grupos, cantantes y músicos que se labran una carrera y no desfallecen, a pesar de lo arriesgado de sus propuestas en un entorno como el nuestro, lamentablemente.

Low, «The Invisible Way»

low-invisible-way-artLow es uno de esos grupos que siempre aparecen en las listas de los mejores discos del año. Pero no son, ni mucho menos, un grupo mainstream. Nosotros tampoco nos habíamos acercado a ellos hasta este disco, su décimo disco de estudio, y lo que nos llamó la atención fue que, detrás del mismo, estaba la producción de Jeff Tweedy, que se va acostumbrando a estas lides con otros destacados trabajos junto a Mavis Staples. La música de Low es irresistiblemente melancólica, basada en unos elementos muy básicos, apenas instrumentación y pocas concesiones a la galería, y con unas canciones desnudas en las que se turnan en las voces del guitarrista Alan Sparhawk y la baterista Mimi Parker, los dos puntales de la banda a los que se une el bajista y teclista Steve Garrington.

«The Invisible Way» es un buen disco, muy apto para la melancolía y la nostalgia. Se inicia con dos grandes canciones, «Plastic Cup» y «Amethyst», en las que se conjugan las voces de Sparhawk y Parker. Son temas lentos y acústicos que dan paso a «So Blue», bajo el protagonismo de Mimi Parker, que gana en intensidad y es más épica gracias a la presencia del piano.

«Holy Ghost» es un tema crudo que crece y «Waiting», de lo menos destacable del disco, es muy crepuscular. Pero llega una canción maravillosa, «Clarence White», con un comienzo acústico de lo mejor que hemos escuchado en ese sentido últimamente. «Four Score» ahonda en la melancolía gracias a la voz de Parker, que destaca todavía más en la más acelerada «Just Make It Stop», otra de las grandes canciones de este disco. «Mother» es un tanto insustancial y «On My Own» es el más rockero de todos los temas, el más eléctrico, esta vez bajo la voz de Sparhawk. Finaliza el disco Parker con «To Our Knees», donde se repite el esquema épico de «So Blue».

Una propuesta interesante la de Low con este notable disco, no preparada para todos los gustos. Para algunos les resultará triste, para otros aburrida, pero a nosotros nos gusta, destacando ese juego de voces y esa crudeza en su sonido, limpio y sin aristas.

Ben Harper with Charlie Musselwhite, «Get Up!»

get-upBen Harper regresa con un nuevo disco de estudio, tras el irregular «Give Till It’s Gone» (2011). Y lo hace acompañado por el armonicista de blues Charlie Musselwhite, un ilustre desconocido para el gran público, pero que ha sonado en numerosos discos y que posee una extensísima discografía propia. Con «Get Up!», Ben Harper vuelve a rendir homenaje a estos veteranos de la música, como ya hizo con The Blind Boys Of Alabama en «There Will Be a Light» (2004), un maravilloso trabajo que sigue sonando fresco. En «Get Up!» nos encontramos un disco enérgico, al mejor Ben Harper, acompañado por un Charlie Musselwhite cuya armónica adquiere un notable protagonismo en la mayor parte de los temas. Sin duda, es uno de los discos del año, atravesado por el blues y la siempre sugerente y personal voz de Ben Harper.

La primera parte del disco es soberbia. «Don’t Look Twice» y «I’m in I’m Out And I’m Gone» son dos grandes canciones de blues, con la armónica de Musselwhite como protagonista. Con «We Can’t End This Way» baja el ritmo para tomar unos toques de gospel. «I Don’t Believe a Word You Say» es un tema muy rápido, seguramente el mejor del disco, seguido de «You Found Another Lover (I Lost Another Friend)» es una deliciosa balada soul. Y «I Ride At Dawn» es la típica canción de Ben Harper, casi como una oración.

Con «Blood Side Out» vuelve el blues más furibundo, mientras que con «Get Up!» se relaja. «She Got Kick» tiene un toque divertido soul y termina el disco con «All That Matters Now», cediendo de nuevo Harper el protagonismo a Musselwhite.

Ben Harper ha firmado un disco que parece tener mensajes muy personales, al igual que en «Give Till It’s Gone», pero con mucha más furia. En definitiva, una de las obras más interesantes en los últimos años de Ben Harper, y el descubrimiento para muchos de Charlie Musselwhite. Y, como interesante guiño, editado en Stax Records, un detalle que no es menor en este caso.