The Black Keys, «Turn Blue»

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The Black Keys publican el que es uno de los discos más esperados del año tras el aclamado «El Camino» (2011) que les condujo hasta la élite del rock en una carrera ascendente iniciada diez años atrás para ganarse primero el respeto de la crítica y por último, e inesperadamente, el favor de las masas. Gran parte de culpa de este éxito masivo se debe a su colaboración desde el año 2007 con el productor Danger Mouse que les animó a salir del garaje y abrió nuevas posibilidades a su sonido, de hecho parecen haberle cedido las riendas de una evolución que les ha traído hasta este Turn Blue en el que es difícil reconocer al dúo original.

Grandes conocedores de los pioneros del rock clásico e intérpretes directos y sin intermediarios de la tradición musical negra, abren paso en este disco al funk e incluso al disco más clásicos y parecen olvidarse en gran parte de la contundencia y energía que les caracterizaba en sus inicios. De la desnudez de sus sencillos instrumentos han pasado a orquestaciones más complejas que les acercan a un mayor público y a su vez dejan ver nuevas facetas de su gran talento como compositores e intérpretes. Quizás no es lo que muchos de sus seguidores esperaban pero no cabe duda de que es un excelente trabajo.

Turn Blue se abre con la psicodélica calma de Weight of Love en la que nos sorprende un solo inicial de guitarra antes del destacado colofón también de la guitarra. Característicos coros de la factoría Morricone abren In Time para a continuación dar paso a los únicos vientos del disco tras los que Auerbach introduce su característico falsete. Como funk pausado podríamos definir Turn Blue, también cantada en falsete y en la que empieza a hacerse patente la gran importancia de las líneas de bajo en este disco. El primer y efectivo sencillo del disco fue Fever; teclados, omnipresente bajo y estribillo bailable. La contundente batería de Patrick Carney gana protagonismo en Year in Review  junto a los coros y el fantástico estribillo de guitarra final. Bullet in the Brain también destaca por su estribillo y sus enérgicos teclados. En It´s Up to You podemos reconocer a los primitivos Black Keys con sus profundas percusiones acompañando a las simples voz y guitarra y cerrada con otro extraordinario solo. Perfectamente medido el crescendo hasta la culminación de la hermosa Waiting on Words. 10 Lovers es la más disco, especialmente al inicio, e In Our Prime se abre con un lento piano que hacia la mitad se anima para culminar con solos de órgano y guitarra. El disco lo cierra una Gotta Get Away deudora de T- Rex y más que previsible hit.

El dúo de Akron por tanto continúa con su paulatino distanciamiento del blues y el garage y presenta un conjunto de canciones más bailables de lo habitual que probablemente no volverá a multiplicar los seguidores de la banda pero que supera la complicada prueba de no desentonar con respecto a su fantástico precedente.  

 

 

 

 

 

 

Eels, «The Cautionary Tales of Mark Oliver Everett»

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Ya desde el inicio de su última trilogía, allá por 2009, EELS parecían haber hayado acomodo definitivo en la tradición americana dejando atrás la experimentación constante de sus excelentes primeros trabajos. En Wonderful, Glorious aún pudimos apreciar una mínima agitación de esas influencias clásicas que dieron como resultado su disco más variado del período al que me refiero. Con estos antecedentes, y con la confirmación de su título más personalista, cabía esperar un trabajo como el que acaban de lanzar Mark Oliver Everett y compañía, el más intimista sin duda de su carrera y también el menos sorprendente.

El bueno de E parece haber tirado de oficio para ofrecernos otra serie de confesiones de amor y desamor, de vida y de muerte, formada por algunas canciones excelentes y otras más indicadas para su habitual ejercicio de generosidad creativa en forma de bonus disc. No hay rastro de su conocida ironía aunque sí se entrevé un optimismo poco habitual en sus letras; por su parte en varias melodías resuenan ecos de composiciones propias anteriores.

El disco se abre con un bonito instrumental que da paso a las solitarias voz y guitarra acústica de Parallels, ya en Lockdown Hurricane aparecen similitudes con algunos de sus discos anteriores al igual que en temas como Kindred Spirit o Answers. En Agatha Chang baja de inicio las revoluciones de su guitarra para revestirla en la parte final de una suave instrumentación. A Swallow in the Sun crece hasta convertirse en lo mejor del disco junto al clásico y soleado single Mistakes of My Youth. En Where I´m From se acelera ligeramente el ritmo para recuperar la calma con la caja de música de Series of Misunderstandings en lo que parece un largo tema de transición. Hay sitio para los inevitables y más que evidentes ecos de Tom Waits en Gentlemen´s Choice antes de la reverberante recitación dramatizada por la música de Dead Reckoning. El disco lo cierran los emotivos vientos que van apareciendo en Where I´m Going.

EELS ya se renovaron muchas veces con éxito hasta hacer de la reinvención una de las señas de identidad que les proporcionaron el prestigio del que gozan hoy; en esta ocasión conservan sus coordenadas sonoras más características resultado de la madurez alcanzada tiempo atrás y no sorprenden con un disco que contiene algunas bellas canciones que no habrían desmerecido en sus últimos trabajos pero que reunidas conforman una obra inferior a lo que nos tienen acostumbrados.

The Fakeband, «Shining on Everyone»

FAKEBAND-2014-Shining-on-everyoneHace unas semanas, comenzamos a leer críticas elogiosas y superlativas del disco «Shining on Everyone» de The Fakeband. Para nosotros eran unos desconocidos y en estas reseñas se les comparaba con los primeros Wilco o The Jayhawks, como lo hacían Fernando Navarro en Rolling Stone o Eduardo Izquierdo en Efe Eme. Y con esas credenciales, no nos los podíamos perder. Y lo cierto es que nuestras expectativas han sido satisfechas, y nos hemos encontrado con uno de los mejores discos de lo que llevamos de 2014, un trabajo impresionante. The Fakeband no son de Minnesota o de Carolina del Sur, son de aquí al lado, de Getxo concretamente. Y «Shining on Everyone» es su segundo disco, que lamentablemente pasará muy desapercibido, como tantos otros en nuestro país, pero que no lo merece.

«Shining on Everyone» es soberbio. Es un disco sencillo, que remite a las influencias ya señaladas, pero que también tiene un toque pop en ciertos momentos. Es un trabajo que se basa en las melodías; en la omnipresencia del juego de guitarras; y en el apoyo de las voces. Y, especialmente, en unas composiciones brillantes, con algunos momentos que alcanzan la Matrícula de Honor.

El inicio con «Top of the World» muestra algunas de las líneas que van a marcar el disco, es una gran canción que crece, y mucho, con las escuchas. «Fool Me» nos recuerda a los mejores The Jayhawks. «Parking Lot» es uno de esos temas de Matrícula de Honor, que comienza lento y que va ascendiendo magistralmente. «Healing Time» tiene un toque más pop, introducen vientos y en algunos momentos también nos llevan a Wilco. «Kate» es una canción lenta, muy conseguida y con una gran melodía. «Get You Back» se sustenta en los vientos y es otro de los grandes temas del disco, más escorado al pop.

«Someone», junto a «Parking Lot», justificarían la compra del disco. Es otra canción imprescindible, excepcional en su conjunto, con las guitarras floreciendo en una parte central muy emocionante. «She Told Me» también te va ganando con las escuchas del disco, un tema más potente, más rockero. «Back to the Road» es una canción más tranquila y termina el largo con «Something About You», deudora del «Americana» y la beatleliana «The Secret».

No nos queda otra que seguir escuchando y recomendando a The Fakeband, y desear que vengan a tocar por estos lares. No podemos seguir poniendo adjetivos superlativos porque los hemos gastado todos en los párrafos anteriores. Desear que The Fakeband sigan por esta línea, con trabajos tan redondos como este, desde la humildad que transmiten, porque «Shining on Everyone» es uno de esos discos que te hacen llevar mejor el día.