Los 15 de 2014 de Los Restos del Concierto (del 5 al 1)

Llegamos a los cinco primeros con sorpresas que, siguiendo la tónica de los puestos anteriores, nos acercan a novedades de este 2014, en el que han aparecido nuevos artistas y bandas y otros que estaban en tercera o cuarta línea han dado un salto muy importante, además de reapariciones inesperadas. Estas son las cinco canciones de 2014 para nosotros, con muchas guitarras, que no falten.

5. Damien Rice: ‘I Don’t Want to Change You’

Volvía a editar un disco el irlandés Damien Rice después de ocho años de silencio y lo hacía manteniendo sus inconfundibles señas líricas y sonoras, con una intensidad y belleza únicas para las que ha demostrado tener una capacidad innata. Es una suerte y un placer recuperar a un artista que parecía refugiado en remotas tierras, como la Islandia en la que grabó este videoclip, sin ninguna intención de abandonarlas y cuya regreso (My Favourite Faded Fantasy) apenas tiene desperdicio, pero puestos a elegir algún corte nos quedamos con este precioso canto a la libertad arreglado con la elegancia que aportan las cuerdas e interpretado con el sentimiento que Rice acostumbra a dotar a sus canciones.

4. Jack White: ‘Lazaretto’

Jack White siempre ha sido una debilidad de los que integramos este blog, ya sea como The White Stripes, como The Dead Weather o como los añorados The Raconteurs. Hasta 2012 no se lanzó en su carrera en solitario, y en 2014 llegaba como una exhalación su segunda entrega, Lazaretto, un disco muy completo, que reflejaba a las claras las diversas dimensiones de uno de los tipos que ya ha pasado a la Historia del Rock and Roll. Para ilustrar la fortaleza de White, nada mejor que este ‘Lazaretto’, una canción contundente no, lo siguiente, un tema de riffs marca de la casa y un ritmo endemoniado, violín incluido. ‘Lazaretto’ entra en la piel con un Jack White casi poseído.

3. Benjamin Booker: ‘Violent Shiver’

La revelación del año estaba cara, y es que ha habido mucho y bueno. Incluso por un momento parecía que los británicos de Royal Blood se lo podían llevar, pero nos parece que el más merecedor de este título no era otro que Benjamin Booker. Con su disco homónimo, este joven procedente de New Orleans nos ha impactado. Mezclando rock, blues, soul, punk y garage, y también con una historia curiosa detrás, Booker nos ha recordado a Alabama Shakes, no en vano el productor es el mismo. Mucha personalidad y potencia, Booker tiene grandísimas canciones, como este ‘Violent Shiver’, que comienza con la vuelta a las raíces del rock para seguir con fuerza hacia otras dimensiones. Imprescindible.

2. Elliot Brood: ‘Taken’

Algunas de las mejores propuestas de rock tradicional americano de los últimos años vienen de Canadá y la mayor confirmación de este año ha sido la de Elliott Brood quienes, después de tres grandes discos autoproducidos de rotundo rock de raíces, dieron un evidente paso adelante con este Work and Love, de más elaborada producción aunque sin perder su peculiar contundencia y crudeza.  El mejor corte del disco es el intenso y eléctrico Taken, con un precioso cierre encabezado por el piano junto a la voz desgarrada de Mark Sasso.

1. Ty Segall: ‘Tall Man Skinny Lady’

Sin duda que uno de los discos del año ha sido Manipulator, que confirma a este joven de la escena californiana como uno de los mayores talentos de la actualidad por su capacidad para interpretar y revitalizar influencias y sonidos de un rock lejano en el tiempo (60’s-70’s) pero de perpetua actualidad. Cargado de psicodelia y glam ha entregado algunos de los mayores pelotazos de la temporada entre los que destaca este Tall Man Skinny Lady que te atrapa con fuerza desde la primera escucha sin perder ni un ápice de pegada en las posteriores. El ritmo de su percusión y sobre todo la gravedad de la base con que la guitarra te transporta hasta el descontrolado solo eléctrico final son un seguro para el baile.

Los 15 de 2014 de Los Restos del Concierto (del 6 al 10)

Seguimos con la lista de nuestras quince canciones favoritas de 2014, y vamos a la parte central, del 6 al 10, donde la cosa se pone eclética, y están también los dos temas que cada uno elegimos como número uno. Eso sí, no nos pusimos de acuerdo…

10. Ángel Stanich: ‘El Outsider’

Ojo, Ángel Stanich se ha «colado» en nuestra lista, pero la culpa es nuestra ya que no reseñamos su disco cuando tocaba, y luego ha sido uno de los que más nos han marcado de este 2014, otra grandísima sorpresa que se reafirmó en el BIME de Barakaldo el pasado 1 de noviembre, como ya contamos aquí. Personalísimo y con un disco sobresaliente, Camino Ácido, de grandes canciones, aquí había muchas opciones para elegir. Pero nos decantamos por la melancólica ‘El Outsider’, un tema que nos remite a Quique González pero que en la voz de Stanich suena todavía más dramática, con una letra impecable. No se lo pierdan en Actual 15.

9. Lydia Loveless: ‘Really Wanna See You’

Paso a la heredera de Lucinda Williams y compañía. Lydia Loveless llegó en primavera con un discazo bajo el brazo, Somewhere Else, que recogía todos los parámetros del género, y se postulaba para crecer en el mismo, sin pausa, la igual que otros de nuestros favoritos como son The Mastersons. Somewhere Else entraba desde la primera escucha y ya te quedabas sin aliento al escuchar su inicio, con esa canción tan fascinante como es ‘Really Wanna See You’, un tema de despecho en el que Loveless lo da todo, un tema que no nos ha dejado desde el primer momento en que lo escuchamos, con esas guitarras y esa fiereza cautivadoras.

8. Eels: ‘A Swallow in the Sun’

The Cautionary Tales Of Mark Oliver Everett es el trabajo más personal y autobiográfico (si cabe) hasta la fecha del prolífico líder de Eels que, a pesar de no ser el más inspirado, es capaz de entregar maravillas tan sencillas como este A Swallow In The Sun oculta entre otras canciones menos reseñables. La melancolía y la ternura que desprende la melodía de base de la guitarra inicial, casi solitaria, combinada con el desgarro que aporta el inconfundible timbre de voz del geniecillo de Virginia componen esta preciosa canción capaz, junto a Mistakes Of My Youth,  de elevar el conjunto del largo al nivel que la banda californiana nos tiene acostumbrados.

7. The War On Drugs: ‘Under the Pressure’

Nº 1 de Sergio Andrés Cabello

Había miedo cuando se comentaba allá por mediados del año que el disco Lost in the Dream de los semidesconocidos The War On Drugs era uno de los discos del momento. Se señalaba su sonido inequívoco de los 80 y unas referencias que no cuadraban. Pero Lost in the Dream es mucho más que eso, es uno de los discos del año, sino el disco del año. Impresionante, atmosférico, con un sonido que aglutinaba las influencias de Adam Granduciel, un disco que está llamado a permanecer. Y entre todo el trabajo sobresalía por méritos propios la canción que lo comienza, ‘Under the Pressure’, que es la canción que más he escuchado yo este año, sin duda alguna. Un tema tan hipnótico y brutal, que te transporta a través de sus guitarras, pianos y sintetizadores a lo largo de sus casi nueve minutos, un tema del que no me canso, del que nunca me podré cansar. Una canción que define la nostalgia pero que mira hacia delante. A todo eso hay que añadir un vídeo tan maravilloso como el que sigue a continuación, que captura magistralmente la esencia de la canción. Soberbio.

6. John Fullbright: ‘When You Are Here’

Nº 1 de Javier Castro Senosiain

Sin hacer ruido llegó a nuestras manos el segundo disco (con el parco título de Songs) en el que el jovencísimo autor de Oklahoma volvía a interpretar, mejor si cabe que en su primer y más que destacable trabajo From The Ground Up (2012), un puñado de sencillas pero enormes canciones que llegan sin intermediarios al corazón. Con un estilo que mezcla la elegancia de Rufus Wainwright con la emotividad de Damien Rice, Fullbright entrega una preciosa canción de amor y añoranza que discretamente va creciendo y arropando al piano y la voz iniciales sin restarles un ápice de protagonismo.

 

‘La Historia del Rock And Roll en 10 Canciones’ de Greil Marcus

la_historia_del_rock_and_roll_en_diez_cancionesLa Historia del Rock And Roll en 10 Canciones, de Greil Marcus, Editorial Contra

Llega un nuevo libro de Greil Marcus, uno de los críticos musicales más prestigiosos de Estados Unidos, a través de sus obras dedicadas a The Doors, Bob Dylan, Elvis Presley, Van Morrison y, especialmente, Mystery Train. Marcus vuelve a lanzarnos a un nuevo reto como es el leer sus obras, plagadas de notas y datos, de conexiones imbricadas y de teorizaciones interesantes, pero que en algunas ocasiones precisamente se camuflan en ese bosque. Marcus es el autor del muy brillante Mystery Train, también publicado en España por Contra en 2013, alumbrado en 1975 en Estados Unidos, y en el que Marcus traza un recorrido apasionante a través de seis artistas y bandas que reflejan el espíritu americano: los seminales Harmonica Frank y Robert Johnson, para centrarse en The Band, Sly Stone, Randy Newman y Elvis Presley. Mystery Train está considerado una especia de Biblia de la crítica musical, y es un libro que exige, bastante, pero se disfruta.

Mucho menos ambicioso que el voluminoso Mystery Train, La Historia del Rock And Roll en 10 Canciones parte del mismo estilo y similares premisas, y vuelve a abrumarte con la profusión de datos, notas y conexiones. Marcus no se lo pone fácil al lector, aunque en este caso se degusta más fácilmente. La elección de diez canciones, que no son precisamente las más existosas de sus intérpretes, le permite a Marcus trazar una línea en la música rock, pero de forma aleatoria y utilizando también las revisitaciones de esos temas. Y destaca de nuevo la manera de contextualizar al autor y su obra, un trabajo excelente.

Hay de todo en esta elección, pero destacan especialmente canciones que tienen una gran intensidad, y que son definidoras de un estilo. Del ‘Shake Some Action’ de The Flamin’ Grooves a uno de los capítulos más inspirados, el dedicado a ‘Transmission’ de Joy Division, con Ian Curtis en el epicentro. La controvertida trayectoria de ‘In the Still of the Nite’, de Fred Parris y The Five Saints, que luego harían suya The Slades, nos lleva a los orígenes del Rock And Roll. Uno de nuestros capítulos favoritos, ‘All I Could Do Was Cry’ de Etta James, que te traslada a la Beyoncé del siglo XXI, que interpretó a James en la película Cadillac Records (2008), y la deriva del Soul. Buddy Holly tiene su momento con ‘Crying, Waiting, Hoping’; al igual que The Beatles con la versión que hicieron del tema de Barret Strong ‘Money (That’s What I Want)’, inmortalizada por los Fab Four. El extraño salto que protagoniza ‘Money Changes Everything’ de The Brains a Cindy Lauper. ‘This Magic Moment’, clásico en la voz de Ben E. King & The Drifters, y que había sido compuesta por el gran Doc Pomus y por Mort Shuman, y que rememora esos momentos de la composición de canciones en los esas ‘factorías’ de New York por donde pasaron tantos y tantos compositores. El incomprensible momento de la instrumental ‘Guitar Drag’ de Christian Marclay donde Marcus pretende ir más allá. Y el ‘To Know Him Is to Love Him’ que compuso un joven Phil Spector y que retomaría la inigualable Amy Winehouse. Sin olvidar un muy apetecible intermedio instrumental, en el que Marcus vuelve al Blues de Robert Johnson y le da una nueva dimensión en forma de trayectoria si Johnson no hubiese fallecido.

Leer a Greil Marcus no es sencillo, exige un esfuerzo, pero una vez que entras ya no hay vuelta atrás, te acabas sumergiendo. Eso sí, no intentéis seguir las notas, ahí sí que la tarea es titánica.