Richard Thompson, ‘Still’

richard-thompson-still-1024x1024_sq-a49497d231f49b54ed93122b3c2099f7d3135e12-s300-c85Hace unas semanas, descubrimos gracias a Jorge Gascón (de los muy recomendables y referenciados ya aquí The Kleejoss Band), que el veteranísimo exponente del Folk-Rock británico Richard Thompson tenía nuevo disco, Still, producido por Jeff Tweedy (Wilco). Thompson, que cuenta con una dilatada carrera, y que en sus inicios formó parte de los icónicos Fairport Convention, banda que abandonó a comienzos de los 70 para iniciar su carrera en solitario, es un hombre que no para, a través de sus numerosos discos y colaboraciones. La última, de finales de 2014, fue el proyecto de su hijo Teddy concretado en el disco Family, donde intervienen su ex mujer, Linda Thompson, y otros integrantes de la familia, bajo el nombre de Thompson. Still fue grabado en el estudio de Tweedy en Chicago y es un disco muy recomendable, en el que Tweedy vuelve a mostrarse como un productor poco intervencionista, y que se está especializando en artistas y bandas que se alejan del sonido que despliega con Wilco, como son los casos de Low, Mavis Staples o el propio Thompson.

Con su voz curtida, Thompson aborda un cancionero en Still que aglutina su Folk, sus trazos de Rock, incluso hay algunas pinceladas de Blues. Precioso es el inicio del disco con la nostálgica y deliciosa ‘She Never Could Resist a Winding Road’, que te cala dentro y te la puedes imaginar en cualquier paisaje brumoso británico, destacando ese maravilloso final en el que Thompson demuestra su virtusismo con la guitarra. En esa senda sigue, aunque le da más peso a las guitarras y tiene un punto menos melancólico, con ‘Beatnik Walking’. Más rockera y oscura, y muy interesante, se muestra ‘Patty Don’t You Put Me Down’, un Rock de tipo más clásico para el lucimiento de nuevo del virtuosismo de Thompson. Aplica la pausa con ‘Broken Doll’, un tema más ecléctico que nos convence menos, retomando el pulso con ‘All Buttoned Up’, en el que incluso hay un punto de Blues muy acertado, una de las canciones más animadas de todo el disco. ‘Josephine’ es un tema casi desnudo, en el que el peso del tema recae en la voz de Thompson.

La segunda parte del disco se inicia con una de las mejores canciones del mismo, ‘Long John Silver’, un tema de los que también te entran a la primera, con un estribillo fantástico. ‘Pony in the Stable’ comienza con un toque Folk ineludible para luego coger más fuerza, dando paso a otro tema de nuestros favoritos, ‘Where’s Your Heart’, un medio tiempo de gran sentimiento que casi te pone los pelos de punta. Retoma la potencia con la también notable y rockera ‘No Peace, No End’, que igualmente pasa a la lista de lo más destacado del disco. El final es para la melancólica ‘Dungeons for Eyes’, tampoco se la pierdan, y para ‘Guitar Heroes’, un tema en el que Thompson rinde homenaje a sus ídolos de la guitarra, intercalando fragmentos de Django Reinhardt, Les Paul, Chuck Berry, James Burton (autor del riff de ‘Susie Q’) y Hank Marvin (The Shadows).

Disco muy recomendable Still de Richard Thompson, un trabajo honesto y brillante, y agradecemos de nuevo su descubrimiento al amigo Jorge Gascón.

La última entrega fallida de Eli ‘Paperboy’ Reed

eli-paperboy-reed-26-05-10Entregados como estamos en Los Restos del Concierto al Soul, no pudimos dejar de caer rendidos a la propuesta que hace unos años entregó un chico muy joven como era allá por 2008 – 2009 Eli ‘Paperboy’ Reed. Y sí, nos dejamos llevar por Roll With You (2008) y Come On and Get It! (2010), y por sus lustrosas actuaciones en Azkena 2009 y Actual 2010, pero su entrega de 2014 Nights Like This fue una gran decepción, pero vayamos por partes. Ya hemos hablado largo y tendido de la revitalización del Soul que protagonizó Amy Winehouse con el Back to Black (2006), aunque el Soul nunca había dejado de estar ahí. Lógicamente, el éxito de Winehouse supuso la apertura de un nicho de mercado que dirían los de Marketing, y eso se fue llenando poco a poco de voces femeninas que otorgaban a su música un matiz Soul (Corinne Baily Rae, Duffy, la propia Adele, etc.), veteranos y veteranas que surgían del anonimato cargados de talento (Sharon Jones, Charles Bradley, etc., gracias a Daptone Records), y otra serie de artistas que comenzaron a ganar presencia. Uno de ellos, y de los primeros, fue Eli ‘Paperboy’ Reed. Y es que Eli lo tenía todo: una imagen aniñada y una estética de los 50-60, una banda (The True Lovers), y canciones, canciones poderosas, además de un gran directo que convertían sus conciertos en una gran fiesta. Cuando llegamos a Eli ‘Paperboy’ Reed fue a finales de 2008 y comienzos de 2009, cuando se le presentaba incluso como una versión masculina de Amy Winehouse. Su disco era el sobresaliente Roll With You, un trabajo que había sido editado por una pequeña discográfica y que era el segundo de su carrera, el primero con canciones propias.

Roll With You incidía en los cánones del Soul y el R&B clásicos, con una fijación maravillosa por los vientos, y canciones estupendas como ‘Am I Wasting my Time’, baladas tremendas como ‘It’s Easier’ o ‘She Walks’, y lo que mejor sabe hacer Reed, pelotazos como ‘Take My Love With You’, ‘The Satisfier’, la brutal ‘I’m Gonna Getcha Back’, la no menos apabullante ‘(Doin’ The) Boom Boom’, etc. Sin llegar, ni muchísimo menos, a la repercusión de Amy Winehouse, Reed se hizo un hueco, acumuló críticas muy positivas, nominaciones a premios, y se convirtió en una de las sensaciones de la temporada. Junto a él, aparecieron en esos años gente como Black Joe Lewis, Mayer Hawthorne, Nick Waterhouse, etc.

El éxito le permitió fichar por una major, Capitol, y subir la apuesta con su siguiente disco, Come and Get It! (2010), un trabajo en el que Eli ‘Paperboy’ repetía el modelo pero lo llevaba más allá, con una mayor presencia de temas bailables y festivos, con esa sección de viento protagonista. La producción correría a cargo de un productor reconocido, Mike Elizondo, que había trabajado con gente como Dr. Dree, Eminen, Fiona Apple, Maroon 5, etc. Canciones como ‘Come and Get It’, ‘Young Girl’, ‘Help Me’, Name Calling’, etc., incidían esa línea, pero también había sitio para baladas como y medios tiempos como la soberbia ‘Just Like Me’ o ‘Pick a Number’, reafirmaron la propuesta de Reed, pero tampoco consiguió un gran éxito, a pesar de contar con el beneplácito de la crítica, y es que ya sabemos cómo funcionan las modas…Parecía que el tiempo del revitalismo del Soul iba quedando en un segundo plano.

Y aquí la historia de Eli ‘Paperboy’ Reed tiene como una especie de parón, y no es que se haya detenido. Reed se convirtió en una presencia muy activa en los escenarios españoles, tocando en numerosísimos festivales, ciudades, etc. Tenía su público e incluso en 2012 grabó un EP con los catalanes The Peppers Pots, en el que hacían versiones de temas Soul más desconocidos.

No había noticias de material nuevo hasta que en 2014 publicó Nights Like This, cambiando a su vez de discográfica, pasando a otra major como Warner. De nuevo con Elizondo a los mandos, el disco no acababa de conectar, sonaba más forzado, un sonido sin una dirección clara, como se podía observar en temas como ‘Nighy Like This’, ‘WooHoo’ o ‘Shock To The System’. Su trabajo, en general, cosechó críticas negativas, especialmente de los seguidores de sus discos anteriores, que se vieron descolados por esta nueva dirección, a la vez que se daban argumentos a los que señalaban la impostura de estas propuestas revitalistas del Soul, aunque no creemos que Reed entre en esa categoría.

A nosotros, Nights Like This nos pareció un disco flojo, pero eso no quiere decir que no sigamos pensando que Reed puede volver a entregar discos apetecibles. Ha creado una carrera y una reputación que se vieron ‘tocadas’ por ese trabajo, pero sigue manteniendo una calidad importante. Esperemos que esto sólo haya sido un pequeño paréntesis y que Eli ‘Paperboy’ Reed regrese con fuerza:

Wilco, ‘Star Wars’

descargaPor sorpresa nos ha llegado el noveno disco de estudio de Wilco, aunque no quiere decir que la banda de Chicago, y especialmente Jeff Tweedy hayan parado desde su anterior trabajo, The Whole Love (2011). Tweedy no ha dejado de producir a diversos artistas y bandas en estos años, además de publicar su primer disco en solitario con su hijo Spencer, el recomendable Sukierae (2014), y tampoco debemos olvidar esa maravillosa caja de rarezas que fue Alpha Mike Foxtrot (2014), que conicidió con su primer recopilatorio que celebraba sus veinte años de carrera. Y, de repente, Wilco anunciaban que su nuevo disco podía ser descargado de forma gratuita desde su web a mediados de julio, una jugada que también han realizado otros artistas y bandas. Wilco son una de las bandas que podemos calificar que están por encima del bien y del mal, una banda que se ha convertido en un clásico contemporáneo y que suele recibir los parabienes de la crítica especializada, contando con una legión de seguidores amplia y fiel. Pero el camino de Wilco no es sencillo, tiene sus giros, algunos muy bruscos, y es precisamente ese no acomodarse, esa capacidad de Tweedy y compañía para ir más allá lo que les ha dado una de sus señas de identidad. Claro, también es cierto que con el paso de los años parecen haberse instalados en esa dinámica, y parte de culpa parece recaer sobre el virtuosismo de Nels Cline. Lo que está claro es que Wilco funcionan como un reloj y Star Wars lo viene a confirmar, aunque estamos ante un disco difícil, un disco al que hay que dedicarle numerosas escuchas, un disco que no entra a la primera y no lo pone fácil en ocasiones, y esto no lo decimos con una crítica. Aunque hay algunos elementos reconocibles, cada vez Wilco parecen alejarse de lo que una parte de su público espera de ellos, tomando sus riesgos, que por otra parte parecen también calculados.

Ya el inicio no deja lugar a dudas con ese tema instrumental de guitarras distorsionadas que es ‘EKG’, que a más de uno habrá espantado, ruido y virtuosismo a partes iguales que tienen su continuidad en la difícil ‘More…’, tema que avanza en su segunda mitad a lugares más comunes. Allí nos lleva, pero sin dejar la experimentación, ‘Random Name Generator’, donde Wilco parecen querer regresar a sus coordenadas de los 90, con un toque power-pop, siendo un tema de los más notables del disco. Cuesta entrar en temas como ‘The Joke Explained’ y ‘You Satellite’, especialmente esta última que está coescrita por Tweedy, Cline y Kotche, canciones que ahondan en ir uno o dos pasos más allá, en romper de forma calculada que decíamos esas estructuras.

Los fans más tradicionales de Wilco, y los demás también, disfrutarán con el medio tiempo ‘Taste the Ceiling’, coescrita por Tweedy y su gran amigo Scott McCaughey. Le llega el turno de nuevo a la experimentación con ‘Pickled Ginger’, una canción interesante y más accesible. ‘Where I Do Begin’ es un medio tiempo que se inicia de forma pausada y en el que luego entra el resto de la banda. En ‘Cold Slope’ vuelven a jugar con esa dualidad entre la experimentación y sus reminiscencias más clásicas, enlazando a través de ese mismo esquema con ‘King of You’. El disco finaliza con la intrascendente ‘Magnetized’, en la que participa en su composición Jorgensen.

En líneas generales, la crítica ha recibido bien la nueva entrega de Wilco, aunque también ha habido algunas voces discordantes. No nos encontramos ante un mal disco, ni mucho menos, pero tampoco ante una obra maestra, pero no es que Wilco tengan que demostrar nada a estas alturas. Tweedy parece jugar con una especie de dualidad que va desde sus líneas características hasta la experimentación que supuso su consagración. Pero da la impresión que son riesgos calculados en este momento de su carrera. Talento y capacidad no les faltan, y lo siguen mostrando.