El sin respiro de Sex Museum

sex-museum-640x453Biribay, Logroño (La Rioja), 13 de febrero de 2016

No hay muchas bandas en el panorama nacional que atesoren el capital simbólico de los malasañeros Sex Museum, un grupo que no precisa presentación para los seguidores del Rock & Roll en general y con mayúsculas, un quinteto honesto y fiel que sigue tras tres décadas en primera línea aunque no hayan alcanzado el reconocimiento merecido. La gira de su treinta aniversario les trajo al Biribay de la mano de Boogy Music y volvieron a demostrar tras más de dos horas de concierto que no hay tiempo para respirar ni para parar. Con un  Biribay que presentaba un buen aspecto y un público entregado desde el minuto uno, los madrileños fueron repasando su extensa carrera que supera la decena de discos. Con Miguel Pardo entregado a la voz y sin parar; con Fernando Pardo destacando en la guitarra y como el gran maestro de ceremonias que nos tiene acostumbrados; con Marta Ruiz sacando esos alucinantes sonidos a los teclados; y con la potente, y casi me atrevería a decir que sin parangón por estas tierras, base rítmica que conforman Loza a la batería y Javier Vacas al bajo, la noche sólo podía ser perfecta.

Sex Museum ofrecieron un tratado de Rock & Roll, con sus inevitables y necesarias derivas hacia los toques más duros, los más garajeros y los más psicodélicos, en un concierto que fue a más y eso que comenzó muy fuerte con temas de sus inicios como ‘I’m Moving’, ‘Motorbikin’ e ‘Independence’. Luego fueron cayendo temas de toda su carrera, por allí sonaron ‘Liar’, ‘Troubles, Always Troubles’, la celebrada ‘Two Sisters’ (Nature’s Way); ‘Get On To’ (Thee Fabolous Furry); ‘Black Mummy’ de Sparks; ‘Flyin’ High’  (Sonic); la tremenda ‘Red Ones’ (Speedkings); ‘Let’s Go Out’ (Fly by the Night); de United les tocó el turno a ‘I Enjoy the Forbidden’, ‘I’ve Lost my Faith (In You)’ y la muy coreada ‘Unidos’; la brutal ‘Wassa Massa’ del Fifeen Hits that Never Were; mientras que de sus dos últimas entregas quedaron las contundentes el ‘I’m Falling Down» del Again & Again ‘Circles in the Salt’ de Big City Lights.

Y no podían faltar las versiones marca de la casa, que hicieron las delicias del público, comenzando con la inevitable ‘Have Love, Will Travel’ de The Sonics. Luego llegó la resultante unión de dos temas como ‘Smoke in the Water’ de Deep Purple y ‘Fight for your Right’ de Beastie Boys en una ‘Smoke on the Party’ triunfal. Otro de los momentos más celebrados fue la versión de ‘Haircut and Attitude’ de Manitoba’s Wild Kingdown; y el cierre fue para el ‘Leavin Here’ de Eddie Holland y la festiva, bola de espejos del Biribay puesta a funcionar incluida, ‘Danger! High Voltage’ de Electric Six.

Sin aliento nos dejaron Sex Museum en su nueva visita a tierras riojanas, demostrando una vez más que son imbatibles. Y las noticias relacionadas con parte de sus integrantes siguen porque en primavera llegará nuevo trabajo de Corizonas. Atentos y atentas.

Ty Segall, ‘Emotional Mugger’

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A músicos como Ty Segall es difícil seguirles la pista. Diversificado en diferentes proyectos, como Fuzz y Ty Segall Band además de su carrera en solitario, y prolífico como pocos, con más de una decena de discos en menos de ocho años, quienes estamos interesados en su música a veces andamos un poco despistados. Alérgico a ser previsible presenta sus discos inesperada e insospechadamente (‘Emotional Mugger’ fue enviado a diferentes medios por sorpresa y en formato VHS) y, si bien su sonido e influencias son reconocibles, huye de acomodarse en ellos para renovarse y experimentar en cada trabajo; vamos lo que viene llamándose un culo inquieto.

Cierto es que lo fácil hubiera sido grabar una continuación de ‘Manipulator’, el fabuloso disco anterior que le aupó a sus mayores cotas de popularidad y reconocimiento de la crítica, pero como a Segall lo fácil parece producirle urticaria, se ha sacado de la manga un disco lleno de experimentos sonoros y  ruidosas variantes que satisface solo por partes.

De las melodías diáfanas de ‘Manipulator’ hemos pasado a la distorsión y el caos en algunos libérrimos ejercicios eléctricos que pueden llegar a desagradar si no se dan con medida. De todos modos en este ‘Emotional Mugger’ hay espacio para todo: desde acertados desvaríos hasta piezas más cercanas al rock clásico, desde transiciones intrascendentes hasta psicodelia desatada, todo ello grabado sin excesivas complicaciones.

El disco lo abre la simple psicodelia-rock de Squealer y la más clásica e inicialmente pausada Californian Hills antes de que se complique la melodía en Emotional Mugger/Leopard Priestess, que añade elementos electrónicos. El riff distorsionado de Breakfast Eggs nos recuerda a los sesentas, a la que sigue Diversion y su lograda contundencia punk. Hay que esforzarse para encontrar la melodía de Baby Big Man (I Want A Mommy), mucho más limpias y claras en Mandy Cream y en Candy Sam, de lo mejor del disco. Squealer Two y The Magazine son dos acertados ejercicios de ritmo interrumpidos por el batiburrillo sonoro de W.U.O.T.W.S.

Más indicado para amantes del ritmo que de la melodía, ‘Emotional Mugger’ presenta unas canciones escurridizas que entre ecos de punk o de garaje esconden influencias melódicas de sus admirados T Rex o Bowie. Segall da un bandazo con respecto a su anterior trabajo y se aparta de la zona de confort con este disco de esquiva recompensa.

Blitzen Trapper, ‘All Across This Land’

descargaUna de nuestras referencias es el Blog La Ruta Norteamericana del gran Fernando Navarro. Como todos los años, esperamos con impaciencia su lista de lo mejor de cada año y en el pasado 2015 nos sorprendió con el primer puesto para este All Across This Land de los para nosotros desconocidos Blitzen Trapper, aunque Fernando ya había hablado de ellos en alguna ocasión anterior, que es cuando nos lanzamos a por su ya octavo disco de estudio. Y es que esta banda de Portland (Oregon) atesoran una carrera que comienza en el año 2000 y que les ha llevado a pasar por sellos como Sub Pop o Vagrant, donde han destilado un Rock americano de raíces pero con un fuerte componente de modernidad, lo que les lleva a temas más melódicos, que en no pocas ocasiones beben de otras fuentes más luminosas. Este hecho despista en las primeras escuchas de este All Across This Land, un disco que crece, y mucho, con las sucesivas escuchas aunque para nada es un trabajo innacesible u oscuro, todo lo contrario, pero sí que puede sorprender por la deriva de sus temas y porque es un disco que tiene, al menos, como dos partes muy diferenciadas: una que está claramente escorada a ese modelo ya señalado, con canciones atractivas y reseñables, otra más pausada, con toques más vinculados al Country y al Folk, y que curiosamente depara alguno de los mejores momentos de este All Across This Land. Protagonismo igualmente para su líder, vocalista y compositor Eric Earley, muy convicente.

El inicio es la trepidante ‘All Across This Land’, un tema acelerado que es muy rockero, con esas guitarras y ese punto intermedio más melódico para despegar de nuevo. Una canción que tiene su continuación en esa misma dirección con la todavía más lograda ‘Rock And Roll (Was Made For You)’, atentos a ese estribillo, otro tema que gana con las escuchas. Y un medio tiempo creciente es ‘Mystery and Wonder’, menos conseguida que las anteriores, con un toque más Pop. El giro comienza a intuirse en la más panorámica ‘Love Grow Cold’, aunque sin perder ese punto eléctrico. El camino sigue con la preciosa ‘Lonesome Angel’, comienzo con armónica incluido y pedal steel, armonías y con un punto a los The Jayhawks más clásicos.

La segunda parte del disco comienza fuerte con ‘Nights Were Made For Love’, una de las mejores canciones de todo el disco, sin perder de vista esas raíces aceleran y les sale una canción muy luminosa y con unos maravillosos arreglos. El nivel se mantiene muy elevado con ‘Cadillac Road’, con un inicio que despista también pero que luego se consolida y con la voz de Earley tomando otras tonalidades más graves. Y el mejor momento del disco, en mi opinión, es la muy clásica ‘Let the Cards Fall’, medio tiempo con toques explícitos de Folk y Country, con el pedal steel y los violines ganando protagonismo y con ese inicio de armónicas que nos recuerda al Neil Young más campestre. El final del disco sigue esa senda con dos temas muy interesantes, ‘Even If You Don’t’ y acústica de cierre ‘Across the River’.

Convencidos nos quedamos con este All Across This Land,  un disco heterogéneo pero bien fundamentado, donde ningún tema desentona y que no baja el nivel a lo largo de sus casi cuarenta minutos.