Primal Scream, ‘Chaosmosis’

primal-chaosmosis

Decididamente electrónicos aunque conservando su eclecticismo habitual, los escoceses Primal Scream presentan su décimoprimer largo tres años después del considerable ‘More Light’. Menos agitado que aquél y algo más homogéneo, en este ‘Chaosmosis’ es difícil distinguir hits potenciales pero el conjunto no defrauda en absoluto.

Con pie y medio en la pista de baile desde hace años, solo esporádicamente abandonada, y ramalazos electrónicos en los que se puede reconocer desde New Order a The Chemical Brothers, la banda liderada por Bobby Gillespie demuestra otra vez un buen estado de forma tras más de treinta años de carrera en los que han sabido transgredir y experimentar con coherencia aunque no siempre les acompañara el éxito.

Bailable desde las primeras notas de la animosa Trippin’ On Your Love (con las hermanas Haim a los coros), la electrónica sencilla y suave es protagonista en temas como (Feeling Like) A Demon Again, Carnival Of Fools o la más cálida I Can Change, a la que la voz en falsete aporta un atractivo aire soul en el estribillo. Intensa y oscura, y de nuevo con la colaboración de las Haim, 100% Or Nothing suena más rockera antes del interludio acústico de Private Wars. En la más movida Where The Light Gets In, su primer single, regresan a la pista de baile en colaboración con Sky Ferreira, para retomar a continuación la electrónica más agresiva en When The Blackout Meets The Fallout. Las guitarras y los vientos recuperan la potencia del rock en Golden Rope para culminar elegante y acertadamente con Autumn In Paradis.

Parecen algo más relajados de lo habitual Primal Scream en este ‘Chaosmosis’, que se desarrolla sin sobresaltos (serán cosas de la edad), pero que conserva la acidez y la urgencia en unas composiciones que funcionan como conjunto y que en su mayoría resultan tan estimulantes como en ellos es habitual.

Joana Serrat, ‘Cross the Verge’

descargaHace dos años, Dear Great Canyon de Joana Serrat se convirtió en uno de nuestros discos de cabecera en la primavera – verano. Era un trabajo espléndido, un disco que se colaba profundamente desde el Folk, el Country y el Americana, con la prodigiosa voz de Joana Serrat y sus composiciones y melodías. Desde Vic, era su segundo trabajo y habían llegado sus maquetas a manos de Howard Bilerman, productor y colaborador de Arcade Fire, que se hizo cargo del disco que le catapultó. Dos años después, Bilerman sigue a los mandos y Joana Serrat demuestra su talento en este Cross the Verge, otro disco ambiental y atmosférico, que nos sigue recordando en parte a Bon Iver como ya señalamos en su momento, y que dibuja paisajes y emociones de gran personalidad.

El inicio es para la breve y preciosista ‘Lonely Heart Reverb’, con un tono épico al que regresará en algunos momentos. A continuación, derrocha talento en cuatro grandes temas como son la muy Folk ‘Saskatoon (Break of Dawn)’, con su voz de nuevo genial, y con el pedal steel destacando; con la más Country y animada ‘Cloudy Heart’, donde le acompaña a las voces el músico británico Neil Halstead; otra maravilla es ‘Flags’, de nuevo nos recuerda a Iver, más ambiental y atmosférica; y cierra estos cuatro temas la más dura ‘Desert Valley’, donde las guitarras eléctricas tienen más peso. ‘Lover’ está menos conseguida, aunque no deja de ser una bella balada.

‘Oh, Winter Come’ es un tema más bucólico y desnudo, aunque no alcanza la altura de los anteriores, pero de nuevo el nivel sube hasta el sobresaliente con dos temas como ‘Tug Of War’, donde gira de nuevo hacia un Folk más duro y con un estribillo fantástico, y con la más Country ‘I Follow You Child’, otro tema donde Serrat hace gala de su capacidad para crear canciones redondas, estando entre dos de las canciones más destcadas del disco. En ‘Black Lake’ se acompaña a las voces de Ryan Boldt, en un tema más oscuro y melancólico y menos trascendente es ‘Solitary Road’, con una letra muy visual eso sí, escorada hacia el Country más tradicional. ‘Cross the Verge’ nos devuelve a lo atmosférico, a esa capacidad para crear un ambiente, otro tema muy destacado, y el final es para la acústica y desnuda ‘Your Gold Could Be Mine’, con Serrat en solitario con su guitarra.

Hace dos años ya decíamos que si Joana Serrat fuese de otras latitudes, tendría más repercusión, pero eso da igual, lo importante es que su trabajo es maravilloso y con este Cross the Verge hace otra demostración de talento.

Mavis Staples, ‘Livin’ on a High Note’

descargaLas novedades se nos acumulan en Los Restos del Concierto, y lo que queda, pero sin duda este Livin’ on a High Note de Mavis Staples pasa por ser una de las más destacadas de estos meses. La veterana cantante de Soul de Chicago, setenta y seis años, ha regresado con un trabajo luminoso y brillante, una delicia. La extensa historia de Mavis Staples nos lleva hasta el grupo familiar The Staples Singers, icónica banda de Soul, R&B y Góspel, liderada por el patriarca familiar Pops Staples, y en la que formaban parte sus hijos e hijas, entre ellas Mavis. Durante los sesenta y setenta destacaron como una de las bandas más reivindicativas de los derechos civiles, cosechando importantes éxitos. Mavis fue publicando en esas décadas algunos discos en solitario y colaboraciones, por ejemplo con Curtis Mayfield, y a finales de los ochenta y principios de los noventa fue producida en dos discos por Prince. Pero su reconocimiento se ampliaría con el disco de 2004 Have a Little Faith, seguido en 2007 por el We’ll Never Turn Back que produjo Ry Cooder. Dos discos que tendrían su continuación con el excepcional You Are Not Alone en 2010 y el notable One True Vine (2012), ambos con Jeff Tweedy (Wilco) a los mandos, haciendo una producción muy contenida. A Tweedy le sustituye en este Livin’ on a High Note otro peso pesado del indie, M. Ward, que también realiza una producción sencilla, y que toca en todos los temas, al servicio de la voz de Mavis Staples, de su intensidad y con unos temas firmados por destacados nombres de la música actual. El resultado, muy recomendable.

Benjamin Booker, una de las revelaciones de 2014 que ya comentamos aquí, firma un vibrante ‘Take Us Back’, una carta de presentación más dura y con una sección rítmica que se impone. Ben Harper aporta el sobresaliente ‘Love and Trust’, en la línea Folk al inicio de Harper pero que luego despega a esa espiritualidad a la que también nos tiene acostumbrados y que, en la voz de Mavis, suena muy potente. Muy emotivo es el medio tiempo ‘If It’s a Light’ de Charity Rose Thielen, una delicia de nuevo espiritual. ‘Action’ es otro de los momentos destacados del disco, una canción que nos lleva a los setenta, un Soul con un toque Funk, ese bajo, firmado por Merrill Garbus (Tune-Yards). Y el nivel se mantiene con el vibrante ‘High Note’ de Valerie June, una canción que transmite mucha emoción. La primera parte del disco la cierra uno de los dos temas de M. Ward, ‘Don’t Cry’, con esos coros y esa sección de viento.

‘Tomorrow’, de Aloe Blac y Jon Batiste, sigue con esa línea Soul con de nuevo la sección de viento destacando. Justin Vernon (Bon Iver) aporta ‘Dedicated’, un tema que al inicio es de los más diferentes de todo el disco, un medio tiempo que Staples lo lleva a su terreno a medida que avanza. ‘History, Now’ supone un regreso al terreno más espiritual en una canción compuesta por Neko Case, Laura Veirs y el veterano Donny Gerrard, que acompaña a Staples en este tema, y que también participa en los coros en otros cortes del disco, siendo una de las canciones que crecen con las escuchas. Más desnuda, sólo se acompaña de la guitarra de M. Ward y de los coros, es ‘One Love’ de Aaron Livingston (Son Little), a la que le sigue la intensísima ‘Jesus, Lay Down Beside Me’  del gran Nick Cave. El final es para la acústica ‘MLK Song’ de M. Ward, en la que la voz de Mavis prácticamente frasea, y que es un gran broche para uno de los discos del año hasta la fecha.

Con esta nómina de compositores, la labor de M. Ward a la producción y el talento interpretativo de Mavis Staples, el resultado es un disco que no puede dejar de escucharse, emocionante e intenso.