‘Turn Your Lights Down Low’ de Bob Marley

Bob_Marley_and_the_Wailers_-_ExodusNo dejamos estos meses a Bob Marley, y en esta ocasión para hablar de la bellísima canción ‘Turn Your Lights Down Low’ del disco Exodus (1977). Y es que el bueno de Marley tiene numerosos temas escondidos, porque como ya señalamos en su momento, todos tenemos en la cabeza el Legend y esos temas que son universales. Pero la extensa discografía de Bob Marley & The Wailers da para mucho más, y hay numerosos temas que se han quedado en el tintero, o que han tenido menos relevancia. Es el caso de ‘Turn Your Lights Down Low’ que yo conocí en la versión de nuestra admirada y añorada Lauryn Hill (tremenda versión a partir de la voz de Marley) para el disco de homenaje a Marley Chat Down Babylon (1999) en el que participaron revisitando su cancionero menos conocido gente como Erykah Badu, Steven Tyler y Joe Perry (Aerosmith) o The Roots, entre otros. Por cierto, que hay que recordar que Hill estuvo casada y tuvo cinco hijos con uno de los hijos de Marleu, Rohan. Lo recuerdo también con mucha nitidez el ver ese vídeo de ese tema que no estaba ni en el Legend ni en ninguna otra recopilación como Natural Mystic (1995), entre otras.

‘Turn Your Lights Down Low» es la típica balada de Marley con ese ritmo juguetón del Reggae, en la línea de las más conocidas ‘Satisfy my Soul’ o ‘Waiting in Vain’. En ese sentido, la letra tampoco va mucho más allá de los momentos comunes como ‘I want to give you some good, good lovin’ (good, good lovin’)’ y similares (no pasará a la Historia por tanto), pero el tema es maravilloso, o a mí por lo menos me lo parece. Y, además, insertado en un disco tan tremendo como el Exodus es normal que pudiese quedar en un segundo plano frente a la citada ‘Waiting in Vain’, ‘Jamming’, ‘Three Little Birds’, ‘One Love/People Get Ready’, ‘Natural Mystic’ o ‘Exodus’.

Muchos temas siguen escondidos de Bob Marley, y mira que su legado ha sido explotado hasta el infinito. Vamos a dejarlo con la versión original y con la de Lauryn Hill, como un nuevo homenaje a una de nuestras artistas favoritas (y perdidas), que le da su toque y que le queda muy bien.

Nosotros fuimos de Aerosmith (y II)

Aerosmith.promoFB.0112-15Habíamos dejado a Aerosmith renaciendo con la versión Hip Hop de ‘Walk this Way’ junto a Run-D.M.C., y los de Boston cogieron el tren que pasaba. Pero van a darse unos cambios importantes. Por un lado, el hecho de estar en una compañía como Geffen, que le dio un impulso a la banda; y, por otro, y fundamental, contar con otros compositores más ‘todo terreno’, hecho que se incrementaría en los 90. Además, sus siguientes tres discos serían producidos por Bruce Fairbairn, que se había hecho cargo de Slippery When Wet (1986) de Bon Jovi, y posteriormente también se encargaría de New Jersey (1988), así como de discos de AC/DC, Van Halen, Poison, etc. Por lo tanto, Aerosmith regresaban para reclamar su trono y lo hacían con fuerzas renovadas. Si Done With Mirrors había pasado sin pena ni gloria no ocurriría lo mismo con Permanent Vacation (1987), donde colocarían la balada de turno (‘Angel’) y otros como ‘Rag Doll’ y, especialmente, ‘Dude (Looks Like a Lady)’. Este último, por cierto, con muy mala leche, parece estar ‘inspirada’ por Vince Neil de Mötley Crüe. Pero en este tema ya estaba Desmond Child como compositor también, uno de esos profesionales que decíamos antes, y que ha trabajado con Bon Jovi, KISS y todo el que se ponga por delante (Cher, Michael Bolton, Roxette…y Ricky Martin…entre otras joyas con ‘Livin’ La Vida Loca’).

Pero el pelotazo vendría para el mejor disco de esta segunda etapa de Aerosmith, el Pump (1989). Aunque había más colaboradores, el peso compositivo seguía estando en Tyler y Perry. El disco es una pasada de principio a fin, con Hits como ‘Love in an Elevator’ y baladas tremendas como la efectiva ‘Janie’s Got a Gun’ o el toque más de raíces de ‘What it Takes’ (también con Child, el tipo sabe lo que hace). Pero es que el resto de canciones no les andaban a la zaga como por ejemplo ‘F.I.N.E.’, ‘Young Lust’ o ‘Monkey in my Back’. El retorno de Aerosmith era una realidad y se mostraban en plena forma, sólo hay que ver a Perry en aquellos vídeos de la época, por cierto que cada año iba rejuveneciendo.

En 1993 llegaría el Get a Grip, con el que conquistarían el número 1 en Estados Unidos, y que les convirtió en un fenómeno más global. Vale, Get a Grip supone el descenso creativo de Aerosmith, que en directo estaban muy arriba, pero no es menos cierto que tampoco fueron arrollados por el Grunge. Aquí ya había más compositores y podemos decir que el disco tenía cosas interesantes como ‘Eat the Rich’, ‘Fever’, ‘Shut Up and Dance’ incluso ‘Livin’ on the Edge’ tiene su punto, aunque es una canción extraña. Pero el tanto definitivo lo hicieron con dos baladones como ‘Cryin’ y ‘Crazy’, apoyados por dos vídeos que tuvieron muchísima difusión, el primero protagonizado por la olvidada Alicia Silverstone y Stephen Dorff, y el segundo por Silverstone y Liv Tyler, siendo una historia tremenda porque cuando fue seleccionada Steven Tyler no sabía que era su propia hija, que desconocía que tenía. No cabe duda que ‘Cryin’ es una grandísima canción, menos ‘Crazy’ que funciona también, pero en el disco había cosas como ‘Amazing’ que, bueno, mejor lo dejamos.

Desde aquí, la cosa fue para abajo. No todavía con el aceptable Nine Lives (1997), donde la nómina de otros compositores era ya numerosísima, en todas las canciones (hay temas interesantes como ‘Pink’ y otra balada que funciona como ‘Hole in my Soul’, de nuevo con Desmond Child que ya estaba en nómina, entre otros), sino con el lamentable Just Push Play (2001). Ahí se pudo ver que la máquina de Aerosmith consistiría en girar y en sacar recopilaciones y directos para hacer caja, y vaya si lo hicieron. Pero ya era otra cosa. A pesar de los numerosos compositores en nómina, se secó la creatividad. Y eso que tuvieron tiempo de hacer un interesante disco de versiones de Blues, Honkin’ on Bobo (2004), como homenaje a los orígenes de la banda (no, no estaba Child pero en la única canción que no era versión, ‘The Grind’, firmaba también Marti Frederiksen, sumado a la nómina de compositores en Nine Lives).

La carrera de Aerosmith sólo ha producido un disco más de estudio, Music from Another Dimension (2012), 5 en el Billboard norteamericano pero no muy bien valorado por la crítica y con más compositores auxiliares (Child y Frederiksen por supuesto entre ellos). Para entonces, ya estaba muy alejado de Aerosmith, no le presté atención ni consideré ya no sólo comprarlo sino escucharlo. Había pasado mucho tiempo desde que consideraba que Tyler, Perry y compañía podían sorprenderme. Prefería quedarme con sus canciones y discos de los 70, sus mejores trabajos de los 80 y primeros 90. No hay duda que Aerosmith se han mantenido con sus potentes directos, y a tenor de las críticas siempre con nota, aunque diferenciando el público más rockero frente al más inclinado al lado baladista y de los Hits. Pero que Aerosmith son una de las bandas clásicas del Rock & Roll no debemos ponerlo en duda. Su historia es de auge, caída y vuelta a subir para luego quedarse en una especie de ‘tierra de nadie’ donde se han mantenido desde entonces. Fuimos, y seguimos siendo, de Aerosmith.

case/lang/veirs

descargaLlega uno de los discos más bonitos que haya escuchado en lo que va de este año 2016, la unión de tres cantautoras de altura: la imprescindible Neko Case, la veterana y elegante k.d. lang y la más desconocida, pero muy aclamada por la crítica, Laura Veirs. Bajo la firma case/lang/veirs han publicado un disco homónimo que, insisto, es una maravilla. Compuesto por las tres autoras, es un trabajo que te va llevando a lo largo de sus catorce canciones, algunas a gran altura, y sin ningún valle en el mismo en forma de temas que no funcionen. Con un toque acústico preeminente y con un gran presencia de la sección de cuerda, aunque igualmente con temas más eléctricos, y jugando con las voces, en general una de las tres intérpretes suele tomar el protagonismo pero los coros que se van sucediendo y las armonías que generan también te dejan huella.

‘Atomic Number’ es el inicio de un disco que ya te va marcando el camino, una canción sublime, donde las voces de Case, lang y Veirs se van combinando hasta alcanzar un impresionante momento épico en el estribillo, una canción que te pone la carne de gallina y emociona. ‘Honey and Smoke’ tiene un toque clásico, muy elegante en la voz de lang, y a la que igual le sobra algún efecto pero que no deja de ser una gran canción. El nivel se mantiene con la fantástica ‘Song for Judee’, acústica con el contrapunto de las cuerdas y con un estribillo que se queda. Épica resulta ‘Blue Fires’, desde el clasicismo de lang con un punto de oscuridad en su inicio que luego se despeja con los coros y armonías. Eléctrica, incluso con un punto cercano al Pop, y en la línea más de Case, resulta ‘Delirium’, que tiene también un gran estribillo. Más hipnótica y ambiental resulta ‘Greens of June’, que da paso a una de las cimas del disco, ‘Behind the Armony’, una increíble canción acústica, casi desnuda y muy emotiva.

El nivel se mantiene a esa altura con ‘Best Kept Secret’, una canción diferente con esas cuerdas de inicio, más animado y eléctrico, y otro de los momentos destacados de todo el trabajo. Aunque el disco sigue a buena altura, puede que funcionen menos ‘1000 Miles Away’, de nuevo de la mano de lang, y la oscura, aunque acústica, ‘Supermoon’. Pero el final nos depara varias sorpresas. La primera, ‘I Want to be Here’ que suena más Folk, con las voces de las tres, muy minimalista en su inicio y luego crece pero sin perder la esencia. Luego llega ‘Down’, tema más acústico y de cierta oscuridad, melancólico. Y se culmina con dos grandes canciones: ‘Why Do We Fight’, que tiene un inicio en la voz de lang espectacular, con la guitarra acústica y el piano, para ir entrando luego Case y Veirs, y que emociona muchísimo; y ‘Georgia Stars’, una canción más dinámica que tiene de nuevo un comienzo acústico para ir ganando cuerpo.

Uno de los discos de lo que llevamos del año, no me cabe ninguna duda. Neko Case, k.d. lang y Laura Veirs han creado un trabajo de profundísima emoción y de una textura impecable. Yo no me lo perdería.