Loquillo, ‘Viento del Este’

loquillo-viento-del-este-20-04-16Nuevo disco de Loquillo, uno de los músicos españoles que más controversias suscita por su actitud, sus posicionamientos y sus declaraciones. Pero aquí estamos para valorar su nuevo trabajo, Viento del Este, donde Loquillo sigue demostrando que está en una muy buena forma, firmando uno de lo mejores discos nacionales del año, y lo disfrutaremos próximamente en tierras riojanas en directo. Pero lo cierto es que con este Viento del Este confirma una tendencia que ya venía marcando desde sus últimos trabajos, aclamados como Balmoral (2008), La nave de los locos (2012) o el recomendable Código Rocker (2015), donde revisitaba parte de su cancionero con The Nu Niles. Rodeado de sus numerosos y talentosos colaboradores, la principal diferencia es la no presencia del guitarrista y productor Jaime Stinus, ocupando la segunda labor Josu García y Mario Cobo. Junto a ellos la presencia del incombustible Igor Paskual, Alfonso Alcalá al bajo y contrabajo y Laurent Castagnet a la batería. Y las colaboraciones de Leiva, Jorge Rebenaque, César Pop, Carlos Segarra, entre otros. Muchos de ellos también participan en la composición de parte de las canciones, donde también destacan Sabino Méndez, Gabriel Sopeña, Carlos Zanón, etc.

El comienzo no podía ser más explícito como ese ‘Salud y Rock and Roll’, con el acordeón ocupando un lugar destacado y que luego da entrada a vientos. No soy muy fan de Leiva pero reconozco la calidad de ‘En el final de los días’, un medio tiempo de letra interesante y con un punto de nostalgia. ‘A tono bravo’ cuenta con una letra interesante en parte del tema, siendo otro Rock & Roll de corte más clásico pero que me convence menos. Y llega un tema fantástico, con un tono más oscuro, como es ‘Limusinas y estrellas’ firmado por Sabino Méndez, que da paso a mi canción favorita, ‘Rusty’, con letra genial de Carlos Zanón, maravilla Soul con esos vientos que nos remiten a Otis Redding. Y no baja el nivel ‘El mundo que conocimos’, destacando la voz de Loquillo y una letra también de altura, con ese estribillo para corear en los conciertos.

La segunda parte del disco no pierde fuerza, comienza con ‘Viaje al Norte’, versión de Los Negativos dedicada al desaparecido Alfredo Calonge, y que gana con las escuchas. Le sigue ‘Las ventajas de perderte’, un medio tiempo también sobresaliente y de lo mejor del disco, otra letra para seguir. Con furia interpreta Loquillo ‘Los dioses engañan’, Sopeña demuestra estar en estado de gracia, y ‘Viento del Este’ recupera acordeones y le incorpora el pedal steel para darle un tono muy tabernario con esos coros. La versión ‘Me olvidé de vivir’ de Pierre Billon y Jacques Revaux nos sitúa ante el Loquillo más crooner, funcionando a la perfección. El final es para otro tema con la firma de Sopeña, ‘Acto de fe’, que tiene un punto épico y que crece con las escuchas.

Muchas ganas de ver a Loquillo en directo próximamente, con un trabajo fantástico como es este Viento del Este, donde demuestra su categoría con canciones redondas y con una banda y colaboradores de lujo.

‘In the Midnight’ de Van Morrison

41QOKo5HWCLFinalizamos aquí la serie de verano de 2016 de Los Restos del Concierto que hemos dedicado a canciones menos conocidas de nuestros artistas y bandas favoritos. Podríamos seguir eternamente pero agosto llega a su fin. Para culminar la serie hemos elegido a Van Morrison y el tema ‘In the Midnight’ del disco Back on Top (1999). No podría entender mi relación con Van Morrison sin esa segunda mitad de la década de los noventa donde me imbuí de su fantástico disco en directo A Night In San Francisco (1994) y de sus trabajos Days Like This (1995), The Healing Game (1997) y este Back on Top. Además, Van Morrison no paraba de sacar discos colectivos, también disco de rarezas (The Philosopher’s Stone en 1998) y fue como una vuelta a la primera línea del norirlandés. Me enganché a sus melodías, sus canciones con ese gusto Soul y de R&B, sus secciones de viento y sus órganos Hammond, además de mirar la vista atrás y adentrarme en profundidad en su obra. Pero, como hemos señalado en otras ocasiones, con el nuevo siglo pondría el piloto automático y sus discos irían perdiendo calidad. Back on Top fue el disco menor de los tres señalados en la segunda mitad de los noventa aunque había canciones tremendas como ‘Golden Autumn Day’, ‘Philosophers Stone’ o ‘When the Leaves Come Falling Down’, pero mi favorita es ‘In the Midnight’.

Esta balada es tremenda, íntima y con ese poso nostálgico que Van Morrison le daba a sus composiciones de esos años. Sí, sabía lo que se hacía. Allí estaba además su tremenda voz que para esta ocasión no precisaba subir tanto. Un tema sencillo que se abre con la combinación de la guitarra y el imprescindible órgano Hammond de Geraint Watkins, seña de identidad de la canción. Y no podía faltar en el tema la aportación en los coros de Brian Kennedy, pieza vital en la banda de Morrison en esos años. La letra es sencilla pero con su carga final, que va subiendo a medida que el tema crece y la voz de Van Morrison se eleva para dar entrada a los coros de Kennedy y Pee Wee Ellis. Han pasado casi veinte años y sigue emocionando como el primer día.

Primera entrega del MUWI

descargaBodegas Franco Españolas, Logroño (La Rioja), 26, 27 y 28 de agosto de 2016

Llego el fin de semana de la primera edición del MUWI, un festival que había levantado la curiosidad y las expectativas de lo que podríamos definir como ‘comunidad musical riojana’. Hacía tiempo que existían rumores de la celebración del mismo y, cuando hace unas semanas se confirmó el cartel y el conjunto de actividades, nos congratulamos de su llegada. Siempre es bueno y suma que la oferta crezca, a pesar del debate que se ha desarrollado a lo largo del verano, bueno como desde hace años, sobre la gran cantidad de festivales que existen en la geografía española. Pero tampoco es menos cierto que no es precisamente nuestra región la más beneficiada de ese «boom», aunque en las vecinas tienes para todos los gustos. Mientras que Actual está consolidado como el festival de inicio de año y el Fardelej ha crecido muchísimo y es un éxito, la aparición del MUWI en la capital riojana puede cumplir otra función. Salía el MUWI hace unas semanas, un cartel tardío, que se complementaba con otras actividades en la ciudad, algo que ya es una tónica habitual y necesaria en estos festivales. Sobre el cartel, como siempre nos gusta decir son cuestiones abiertas a debate, unas bandas y artistas nos podrán gustar más y otras menos, pero sobre gustos…De lo que no hay duda es del acierto de contar con bandas del indie que son referentes como La Habitación Roja o Neuman, entre otros. Por otro lado, también a destacar la presencia de artistas riojanos. Nosotros sólo pudimos acercarnos a las Bodegas Franco Españolas, pero también el escenario nos pareció interesante y adecuado. En todo caso, puede que la principal debilidad del MUWI resida precisamente en un elemento externo como es la cantidad de festivales de características similares en el entorno (Sonorama, Ebrovisión, etc.), pero eso dependerá también de los objetivos de los organizadores y de su potencial crecimiento.

Pero vayamos a la música y al festival en sí mismo. El viernes 26 se pudo observar a la mayor parte de esa ‘comunidad musical riojana’ (músicos, promotores, medios de comunicación, aficionados habituales, etc.) paseando por el entorno de Franco Españolas , aquello fue casi un ‘quién es quién’ que se ampliaba a parte de los representantes políticos riojanos y logroñeses así como al conjunto de la sociedad. No estaba masificado el festival pero ofrecía un buen aspecto de público que vio cómo se retrasaba el inicio de los conciertos en más de una hora, lo que fue lastrando la tarde – noche, siendo uno de los pocos ‘peros’ que podíamos señalar. Mientras saludábamos a unos y a otros y también a amigos y amigas venidos de otras ciudades, los catalanes Stay actuaban con su Rock psicodélico que iba convenciendo. A continuación llegó el turno de inclasificable Bigott, el zaragozano tiró de su extensa discografía y presentó temas de su próximo trabajo. Pero los dos platos fuertes estaban por llegar, siendo el primero el de los murcianos Neuman, con Paco Román a la cabeza y en formato trío, habiendo actuado antes en acústico en la bodega. Neuman es uno de los grandes grupos del indie y no cabe duda que cuentan con grandes canciones, que van desde el Power Pop hasta texturas más épicas. En su concierto en MUWI funcionaron mejor las primeras en nuestra opinión, ofreciendo un concierto solvente muy aplaudido especialmente con temas como ‘Turn It’ o ‘Tell You’. Pero la gente estaba esperando a La Habitación Roja, los valencianos acaban de publicar este año su décimo disco de estudio, Sagrado Corazón, y cuentan con dos de los mejores discos de los últimos diez años como son Universal (2010) y especialmente Fue eléctrico (2012), sin duda alguna su cima. Liderados por Jorge Martí, La Habitación Roja hicieron un set rápido basado en su nuevo disco y con los temas más característicos de su carrera. No dieron tregua y nos dejaron sin aliento, fundamentalmente cuando sonaron ‘Ayer’, ‘Indestructibles’ o ‘La segunda oportunidad’. Incluso los temas de Sagrado Corazón ganaron en fuerza con un directo que nos dejó con ganas de más a pesar de la hora, cercana a las tres de la madrugada.

Volvimos el sábado a las Bodegas Franco Españolas con un cartel que nos motivaba menos, pero de nuevo insistimos que es una cuestión de gustos. El ambiente era el mismo que el día anterior, y cuando llegamos Carlos Sadness estaba en la mitad de su actuación. Sadness tiene su público y alguna canción me encanta (‘Monteperdido’), pero a nosotros nos dejó un poco fríos aunque no es menos cierto que buena parte de los asistentes estaban entusiasmados. A continuación le tocaba el turno Christina Rosenvinge que, por mis prejuicios, no estaba en mi lista de artistas favoritos. Sin embargo, dio un buen concierto en el que compaginó una vertiente más rockera con otra más introspectiva, imponiéndose claramente la primera, además de algunas dificultades con el sonido. Reconozco que el concierto de Rosenvinge fue de lo mejor de la programación de festival que vimos, y que su banda también funcionaba a la perfección, además del potencial de las canciones. Tocaba el turno de Rural Zombies, los guipuzcoanos han sido una de las revelaciones de la temporada con ese rock impregnado de sintetizadores que funciona muy bien para parte del público. Nosotros nos fuimos mientras la gente comenzaba a disfrutar con ellos. Posteriormente, amigos nos han contado que Cycle tampoco defraudaron.

El MUWI es una nueva apuesta para nuestra región en un contexto complejo, tanto por la competencia que hemos señalado al principio de la crónica como por otras cuestiones que afectan al conjunto de los festivales, así como a buena parte de los conciertos, convertidos en cierto sentido en actos sociales, para bien y para mal. Los festivales van ampliando sus actividades y sus escenarios, el MUWI no ha sido ajeno a ello y de forma acertada, una necesidad para posicionarse y que obliga a ser innovador para diferenciarse. Ahora sólo queda ver los siguientes pasos y deseamos que esta primera edición sea sólo el inicio. La primera piedra, muchas veces la más difícil, ya está puesta.