Hiss Golden Messenger, ‘Hallelujah Anyhow’

Hace menos de un año que reseñábamos deslumbrados en este blog ‘Heart Like a Levee’, séptimo disco de la banda de MC Taylor al que descubríamos con sorpresa y alegría (y mucho retraso).  Precisamente  en ese disco comenzaba la andadura en solitario de MC Taylor al frente de la banda, una vez apeado del proyecto el otro fundador Scott Hirsch (que mantiene su pequeña aportación en este disco), y comenzaba a completarla rodeándose de destacados músicos con los que extraer el magnífico sonido que hoy por hoy es una de sus marcas diferenciadoras. Y es que sorprende la calidad extraída de la numerosa formación reclutada para este disco (ocho componentes más las armonías vocales) y la fluidez y limpieza que resulta de esa aleación.

Parece atravesar Taylor un álgido momento creativo y productivo que se expresa tanto en la luminosidad de sus composiciones como en el sonido de una banda perfectamente engrasada. Brad Cook (también co-productor), Phil Cook, Josh Kaufman, Darren Jessee, Michael Lewis y Evan Ringel, además de la aportación a los teclados del ya mencionado Scott Hirsch, conforman una banda privilegiada que arropa con excepcional clase las melodías de este californiano que, tras una larga travesía por el desierto, ya recoge los frutos de su talento y su dedicación.

Ligera y optimista Jenny of the Roses abre magistralmente este ‘Hallelujah Anyhow’ junto a la algo más oscura y rítmica Lost Out in the Darkness (preciosa la armónica). Suavemente el piano y los teclados protagonizan Jaw, como en el bello blues de Harder Rain, también completado con vientos. Algo más agria I Am the Song insiste en el ritmo junto a teclados y vientos y la preciosa balada Gulfport You’ve Been on my Mind lo ralentiza y colma de sentimiento. John the Gun está bellamente instrumentada para sonar algo jazzy antes de la demostración de energía y buenas vibraciones que exhibe Domino (Time Will Tell). Como una suave canción-valle Caledonia, My Love suena en intimidad con el piano para concluir con la más rabiosa y eléctrica When the Wall Comes Down.

Nueva demostración de efervescencia y poderío grupal de estos herederos de «The Band» que, sin necesidad de vuelcos ni revoluciones, entregan otra genial muestra de blues-folk eléctrico tradicional y conmovedor que prolonga el estado de gracia de su compositor y del excepcional conjunto de intérpretes de los que sabe rodearse.

Jacobo Serra, ‘Fuego artificial’

En 2014, desde Los Restos del Concierto llegamos tarde al segundo disco de Jacobo Serra, Don’t Give Up que había sido publicado ese mismo año. Su debut de 2012 The Word I Never Say había pasado más desapercibido, pero con su luminoso trabajo de 2014 había logrado un reconocimiento de la crítica y situarse en el mapa. Cantando en inglés y con querencia por las melodías Pop, Serra había sido apodado el ‘Beatle manchego’, no en vano procede de Albacete. En 2016 tuvimos la oportunidad de verlo en Actual donde ofreció un fantástico concierto y presentó los temas de su EP Icebergs que publicaría ese mismo año y que era producido por Juanma Latorre (Vetusta Morla), cuya influencia se observaría en la evolución del sonido de Serra que llegará a su máxima expresión con Fuego artificial. En Icebergs estaría el primer tema en castellano, que da el título al EP, y esa es la senda que ha seguido ya que es uno de los mejores temas de su carrera. Porque Serra ha logrado construir un disco más complejo y variado, un disco que le otorga una personalidad que le permite no encasillarse o estancarse en los sonidos de sus primeros trabajos. Juanma Latorre ha seguido en la producción, se incorporan elementos electrónicos, se juega con los vientos y hay reminiscencias a Vetusta Morla o Radiohead, entre otros.

El comienzo es para una destacada ‘Deshielo’ que tiene un punto atmosférico y en la que Serra ya muestra su evolución. ‘El Activista’ sigue ese camino y se observan diferencias con el sonido de sus trabajos anteriores, la huella de Latorre está presente, se produce un aire a Vetusta Morla al comienzo, aunque luego deriva a un Pop más melódico. ‘La brecha’ es una gran canción, más experimental, con un muy buen comienzo y una letra destacada, con un fantástico final electrónico. Y en ‘Fuego Artificial’ lleva lo experimental más lejos, con un punto oscuro que le funciona, un sonido mucho más electrónico. ‘Mientras estés ahí’ es una bella canción con toda la grandilocuencia Pop y de nuevo con una gran letra, aportando un momento de pausa en el disco.

‘Nada es perfecto’ transmite el buen rollo de darle un toque Reggae y la incorporación de la sección de viento que encaja perfectamente. Esos vientos se mantienen en la más interesante ‘4 A.M.’, un tema entre Soul y Funk que también está entre lo más destacado del disco. ‘Vacaciones en el mar’ es más clásica, comienza de forma minimalista apoyada en la guitarra española pero la lleva a otro terreno cuando incorpora la sección de cuerda. En ‘En tu volcán’ regresa a la experimentación y a la electrónica, hay un punto In Rainbows de Radiohead, y de nuevo la sección de cuerda le otorga personalidad. El cierre es para ‘El Imperio’, hay una carga dramática en el comienzo y vuelve a apoyarse en la sección de cuerda para un tema más melodramático.

Puede que haya gente a la que le haya sorprendido la evolución de Jacobo Serra, un tránsito en el que muestra una madurez en su sonido que ha enriquecido notablemente. Ha configurado su personalidad a través de los buenos mimbres que ya tenía, apoyado por el trabajo de Juanma Latorre, y sin duda nos encontramos con uno de los discos más interesantes del panorama nacional en este intenso 2017.

Josele Santiago, ‘Transilvania’

Seis años después de su cuarta referencia en solitario, y aún en la carretera junto a Los Enemigos tras superar con nota la reválida de «Vida inteligente» (2014), Josele Santiago se rearma con su guitarra para dar una nueva lección de cantautoría eléctrica. Desde su actual residencia en Barcelona se acompaña en la producción por un Raúl Refree que reorienta con mimo su sonido, como siempre ha hecho el madrileño en cada una de sus entregas, para concretarlo limpio, afilado y sin estridencias. Discretos sintetizadores y coros (hechos siempre, y aunque no lo parezca, por ellos dos) también contribuyen a diferenciarlo. La intimidad y sencillez de su propuesta musical se contagia a sus letras, cargadas tanto de imágenes como de referencias populares, y con menos espacio para el humor que otras veces al tratar una actualidad en la que temas como el medio ambiente, la pederastia o la posverdad no dejan lugar para otro tratamiento que el pesimista.

El inicio con ‘Un guardia civil’ es superior, una guitarra solitaria sobra para engalanar este magnífico canto a la libertad al que sigue la más cercana y americana ‘Magia negra’. Regida con genialidad por la línea de bajo, ‘Saeta’ retoma el rock de guitarras, después ‘Prestao’ suena más ligera y rítmica y ‘Ángel’ vuelve a despojarse para brillar sobre la guitarra. ‘El bosque’ es brillante lírica y musicalmente y ‘No se equivoca el mal’ es un lento y crudo golpe de realidad. Como animada por una orquesta ‘Cómo reír’ cambia la dinámica para devolver la tristeza al primer plano en la suave melodía de ‘Déjame sufrir’. Resulta simpático el blues de ‘Ovni viejo’, al igual que el animoso riff de ‘Que hable el sol’ cuyo luminoso estribillo precede al denso punto final de ‘Sonia’.

Canta como nunca y suena como siempre (de bien) Josele Santiago en este «Transilvania» alzado sobre unas magníficas letras y unos arreglos que parecen sencillos. Sin duda uno de los trabajos más destacados de una trayectoria que en 2004 empezó tímidamente pero que ya acumula suficientes muestras de talento, personalidad y experiencia para ser calificada de ejemplar.