‘In the Midnight’ de Van Morrison

41QOKo5HWCLFinalizamos aquí la serie de verano de 2016 de Los Restos del Concierto que hemos dedicado a canciones menos conocidas de nuestros artistas y bandas favoritos. Podríamos seguir eternamente pero agosto llega a su fin. Para culminar la serie hemos elegido a Van Morrison y el tema ‘In the Midnight’ del disco Back on Top (1999). No podría entender mi relación con Van Morrison sin esa segunda mitad de la década de los noventa donde me imbuí de su fantástico disco en directo A Night In San Francisco (1994) y de sus trabajos Days Like This (1995), The Healing Game (1997) y este Back on Top. Además, Van Morrison no paraba de sacar discos colectivos, también disco de rarezas (The Philosopher’s Stone en 1998) y fue como una vuelta a la primera línea del norirlandés. Me enganché a sus melodías, sus canciones con ese gusto Soul y de R&B, sus secciones de viento y sus órganos Hammond, además de mirar la vista atrás y adentrarme en profundidad en su obra. Pero, como hemos señalado en otras ocasiones, con el nuevo siglo pondría el piloto automático y sus discos irían perdiendo calidad. Back on Top fue el disco menor de los tres señalados en la segunda mitad de los noventa aunque había canciones tremendas como ‘Golden Autumn Day’, ‘Philosophers Stone’ o ‘When the Leaves Come Falling Down’, pero mi favorita es ‘In the Midnight’.

Esta balada es tremenda, íntima y con ese poso nostálgico que Van Morrison le daba a sus composiciones de esos años. Sí, sabía lo que se hacía. Allí estaba además su tremenda voz que para esta ocasión no precisaba subir tanto. Un tema sencillo que se abre con la combinación de la guitarra y el imprescindible órgano Hammond de Geraint Watkins, seña de identidad de la canción. Y no podía faltar en el tema la aportación en los coros de Brian Kennedy, pieza vital en la banda de Morrison en esos años. La letra es sencilla pero con su carga final, que va subiendo a medida que el tema crece y la voz de Van Morrison se eleva para dar entrada a los coros de Kennedy y Pee Wee Ellis. Han pasado casi veinte años y sigue emocionando como el primer día.

‘Dirty Day’ de U2

8195AGp0IfL._SL1244_Menos de dos años después del lanzamiento de ‘Achtung Baby’ (1991), e inicialmente proyectado como EP, llegó el octavo disco de estudio de U2, probablemente el más descaradamente experimental de su carrera. Mayormente alabado por la crítica, sus ventas no alcanzaron lo esperado y ha pasado a la historia como el disco con menos difusión mediática de los años más gloriosos de los dublineses.

El caso es que de entre todos sus temas quizás los incluidos en su segunda mitad sean los menos conocidos y a la vez los de resultados más apreciables. Canciones como Daddy’s Gonna Pay For Your Crashed Car o Some Days Are Better Than Others ahondaban con éxito en los riesgos iniciados por los U2 de los noventa, y la colaboración de Johnny Cash en la evocadora The Wanderer, anterior a que Rick Rubin relanzara su carrera con la serie de American Recordings, cerraba el disco de manera estelar.

Con dedicatoria a Charles Bukowski, Dirty Day es la penúltima canción del disco y narra el regreso de un padre junto a su hijo años después de haberle abandonado, un asunto recurrente en la temática de Bono (el de las relaciones padre-hijo) a pesar de firmar en esta ocasión la letra junto a The Edge. Grabada con aparente economía de medios se trata de una interpretación densa y oscura, sustentada en la sección rítmica de la banda que se electrifica en el estribillo y unificada por un tono sintético e industrial que termina estallando en un último verso coral («days run away like horses over the hills»). Lejos de la épica de sus trabajos más populares esta canción es sin duda un efectivo ejemplo de los años más osados del cuarteto irlandés.

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‘Si salimos de ésta’ de Love of Lesbian

portadaDe sobra es conocida nuestra admiración por Love of Lesbian, llevamos muchos años siguiéndolos y hace unos meses presentaron El poeta Halley, un disco que suponía una evolución en su trayectoria aunque sin dejar sus señas de identidad. Hay muchas canciones de Love of Lesbian que podríamos incluir en esta sección, y ha sido complicado porque la elección era muy difícil. Y nos hemos decantado por esta ‘Si salimos de ésta’ correspondiente al doble disco La noche eterna / Los días no vividos (2012), el comprometidísimo disco tras la bomba que fue 1999 (2009). Recapitulemos, Love of Lesbian se habían convertido en 2010 y 2011 en uno de los grupos de moda con aquel ‘Club de fans de John Boy’ al que seguirían otros himnos de ese disco como ‘Incendios de nieve’, ‘Segundo asalto’, ‘1999’ o ‘Allí donde solíamos gritar’, entre otras muchas. También fue el momento de recuperar sus dos trabajos anteriores, Maniobras de escapismo (2005) y Cuentos chinos para niños del Japón (2007), donde encontraríamos otra buena colección de clásicos. El listón estaba muy alto, altísimo podríamos decir, para el nuevo disco, y encima subían la apuesta con un disco doble, un trabajo que sin duda iba a ser mirado con lupa. A su favor tenían a un buen número de seguidores y seguidoras entregados, de eso tampoco cabía ninguna duda.

Salieron de aquel envite triunfantes, La noche eterna / Los días no vividos crecía con las escuchas y además, aunque no alcanzaba la altura de su predecesor, lograba sumar nuevos hits al cancionero de Love of Lesbian que serían coreados desde entonces en los multitudinarios conciertos de la banda. Se profundizaba en las líneas anteriores, con esas canciones que pasaban de la nostalgia y la melancolía al cachondeo, destacando ‘Los seres únicos’, ‘La noche eterna’, ‘Nada’, ‘Radio Himalaya’, ‘Si tú me dices Ben, yo digo Affleck’ o ‘Los toros en la Wii (fantástico)’. Y del resto de los temas sonaban con fuerza la muy springsteeniana ‘Nadie por las calles’ y ‘Si salimos de ésta’. Y teníamos la duda entre las dos pero la elección fue para la segunda, un tema que habla de dificultades y de momentos complicados, de aguantar y de apoyarse en alguien para ello, un tema que tiene un poso duro pero que quiere transmitir una esperanza y con algunos versos muy inspiradores pero, de todos ellos, yo me quedo con los finales, porque los he vivido a lo largo de mi vida, y lo seguiré haciendo: ‘Nadie más, lo entenderá. Sólo los que allí estuvieron, sonreirán’.