Marvin Gaye y Tammi Terrell, Motown y la «inocencia» de la América de los sesenta

2021 es el año del cincuenta aniversario de un disco imprescindible de la historia de la música, el What’s Going On de Marvin Gaye. Recientemente, la revista Rolling Stone lo eligió como el mejor disco de toda la historia del Pop y del Rock, en la actualización de su lista. Tendremos tiempo en breve de llegar a esa obra maestra que tanta influencia ha tenido en las generaciones siguientes, y del que ya hablamos con su versión en directo editada hace poco más de un año. Gaye, un artista mayúsculo, sudó lo suyo para conseguir que la Motown de Berry Gordy Jr., entonces también su cuñado, publicase un disco que rompía con la imagen de un Gaye como artista de Soul meloso y accesible para todos los públicos. Gaye era uno de los grandes de la Motown de la década de los sesenta, con Gordy liderando una máquina imbatible que conquistó a la clase media blanca norteamericana y cuya influencia se deja sentir todavía, y lo que te rondaré. Gaye estaba en un momento de crisis por todo lo que estaba ocurriendo, nunca mejor dicho, con la conflictividad social, la situación de los Derechos Civiles y el enorme esfuerzo que había realizado la comunidad negra, Vietnam y también devastado por el fallecimiento de Tammi Terrell. Aquí es donde queríamos llegar, a la pareja que formaban Gaye y Terrell y que representaban esa imagen de un nuevo Estados Unidos. Viendo la imagen que ilustra este artículo, no cabe duda que era un ideal muy atractivo. Los dos eran guapos, elegantes y tenían unas voces tremendas, a la par que unas canciones imbatibles. Terrell había fallecido en 1970 de cáncer, a la edad de veinticinco años. El impacto en Gaye fue tremendo y fue uno de los motivos de esa grabación histórica, de las canciones que trataban de dar respuesta a esa situación, respuesta que no existía. Terrell se había convertido en la pareja artística de Gaye en tres discos: United (1967), You’re All I Need (1968) e Easy (1969). Antes, Gaye había grabado con Mary Wells y con Kim Weston, haciéndolo en 1973 con Diana Ross, la corte ya de la Motown, aunque ya había pasado la época dorada. Sin embargo, con Terrell alcanzaría la excelencia en hits como «Ain’t Not Mountain High Enough» y «Ain’t Nothing Like the Real Thing», entre otras, que mostraban una enorme química entre los dos, como se vería en sus trabajos conjuntos. Gaye y Terrell representan con sus discos y canciones una cierta ingenuidad que siempre asocio a la Motown y al Soul que desarrolló la disquera de Detroit. Ingenuidad en el sentido de lo que transmitían, una imagen idílica que te transportaba a una esperanza de futuro mejor. El Soul de Motown es clave para la historia de la música y para el Pop, marca cánones que no han cambiado. Hablan de ilusión, de amor, de esperanza, pero también de lucha y de reivindicación. Y, sí, todo ello bajo la batuta de un Gordy que no era un angelito. Pero, lo que juntó con compositores de la talla de Holland, Dozier y Holland, con artistas tan tremendos como los señalados, ufff… Motown era mucha Motown, incluyendo su subsidiaria Tamla obviamente, que es donde el dúo publicó sus discos, como hizo Gaye con los suyos. Sin embargo, en las canciones que Gaye y Terrell grabaron juntos no solo había Soul sino mucho Pop orquestal muy de la época, con esas cuerdas y vientos que envolvían canciones en los que la combinación de sus dos excelentes voces daba el punto definitivo.

El disco que nos toca hoy en la sección de «Recopilatorios» es un doble CD de 2001 con toda la discografía del dúo, los tres discos señalados más algunos extras, destacando interpretaciones en solitario de Tammi Terrell. El disco lleva por título The Complete Duets y es el reflejo de una época que comentábamos anteriormente, y de la calidad de un sonido empastado por la combinación de las dos voces, un sonido Soul pero también de Pop orquestal fascinante. Cincuenta y dos canciones ni más ni menos. Una gozada de las que te tienen atrapado durante todas las escuchas. Entre todas las canciones, hay temas de los equipos habituales de compositores de Motown así como otras versiones de clásicos del Soul y del Pop. Sin duda alguna, es United el mejor trabajo de los tres. Comienzan con «Ain’t No Mountain High Enough», todo un hit y que marca el canon del sonido del dúo. De ese disco también destaca el Soul escorado más hacia otras derivas, muy sureño, de «You Got What It Takes», los vientos de «If I Could Build My World Around You», o su interpretación del «Somethin’ Stupid» que fue popularizado por Frank Sinatra y Nancy Sinatra ese mismo año, y que Gaye y Terrell clavan. Maravillosa está Terrell en «Hold Me Oh Darling», destaca el Pop orquestal de «Two Can Have a Party» y el Soul de «Little Boy, Little Ole Girl». Una de las cimas el disco es la intensa e inmensa «If This World Were Mine», un medio tiempo de corte más íntimo. Dentro del disco, el cierre es para «Oh How I’d Miss You», descomunal y exhuberante.

Un año después, You’re All I Need refrendaría la propuesta comenzando por la maravillosa «Ain’t Nothing Like the Real Thing», firmada como el inicio del primer disco por el matrimonio Nickolas Ashford y Valerie Simpson, siendo una muestra más de ese Soul acompasado y meloso con vientos envolventes. Será el primero el que firme otros temas como «Keep on Lovin’ Me Honey» o el clásico «You’re All I Need to Get By», con las dos voces en ascenso. «You Ain’t Livin Till You’re Lovin'» es otra de las canciones más conocidas del disco, y en «Give In, You Just Can’t Win» encontramos un Soul más chispeante con las cuerdas como protagonistas. En «When Loves Comes Knocking at my Heart» se atisba un punto de Funk que adorna otro tema «marca de la casa». El tercer disco, Easy (1969), ya baja un peldaño aunque la fórmula sigue funcionando. Ashford y Simpson firman la mayor parte de las canciones. Como anteriormente, abren con un temazo como es «Good Lovin’ Ain’t Easy to Come By», otro Soul arrebatador. «Californial Soul» está entre lo mejor del disco con un tono más melódico. Del resto, caben destacar «The Onion Song», un Soul luminoso; la muy accesible «What You Gave Me»; su versión del hit de The Four Tops «Baby I Need Your Loving»; o «I Can’t Believe You Love Me», una canción que acelera. El disco doble incluye otras trece canciones que son, mayoritariamente, interpretaciones de Terrell en solitario, la cual solo grabó un disco, Irresistible (1968). Cuatro de las trece son de ese disco, los singles, y el resto tomas que no habían surgido todavía de canciones grabadas con Gaye.

Como hemos señalado, Terrell falleció en 1970 y Gaye ese mismo año publicaría That’s the Way Love Is, el último trabajo en el que se ceñiría al modelo de Motown porque luego, como veremos más adelante, llegaría el punto de inflexión que fue la obra maestra What’s Going On. Mientras tanto, a disfrutar de los prolíficos tres años que alumbraron la unión profesional de Marvin Gaye y Tammi Terrell. Un sonido más inocente, un reflejo de una época y de una esperanza que, en muchos sentidos, se vio truncada, y no solo en el trágico fallecimiento de Terrell.

 

 

 

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