«Rated R», el despegue de Queens Of The Stone Age

Aunque en 1996 los californianos Kyuss anunciaban su disolución, sería poco después cuando su inquieto guitarrista Josh Homme pondría en marcha su siguiente proyecto, para el que inicialmente contó con dos excompañeros como Nick Oliveri al bajo y Alfredo Hernández a la batería además de la guitarra de Dave Catching. Con el tiempo por los Queens Of The Stone Age pasarían otros muchos músicos, además de un montón de colaboraciones, hasta convertirse en algo parecido a un supergrupo cuyo único componente permanente es el propio Homme, pero lo cierto es que la calidad nunca se ha resentido y hasta ahora han grabado ocho más que estimables discos.

En 1998 debutarían con un trabajo homónimo en el sello independiente de Stone Gossard (Pearl Jam), y obtendrían un éxito que les permitiría dos años después grabar su primer disco para Interscope, este «Rated R» que definitivamente les alzaría a la primera línea del rock. Producido por el propio Homme junto a Chris Goss, con el que ya habían colaborado en su debut y con quien continuarían trabajando hasta el «Era Vulgaris» de 2007, lo grabaron en los míticos y rockeros estudios Sound City de Los Angeles y obtendrían un sonido crudo y aguerrido, algo más virado al pop que en su debut, pero sin desprenderse de la dureza stoner de la que provenían, y en él concentrarían en número respetable los primeros hits de su carrera.

A ritmo de guitarras monocordes abre el disco Feel Good Hit Of The Summer, una irónica y provocadora retahíla de narcóticos en la que colabora Rob Halford (vocalista de Judas Priest) a la que siguen The Lost Art Of Keeping A Secret, con mayor presencia de bajo y otros elementos, y Leg Of Lamb igualmente grave y variada a las guitarras. Después llegan las dos primeras voladuras: la tremenda Auto Pilot cantada por Nick Oliveri, pura cadencia descendente y profunda, y Better Living Through Chemistry, cuyo inicio va sumando instrumentos con brilantez hasta una segunda parte instrumental espectacular.

Monsters In The Parasol se desarrolla a base de insistentes guitarrazos y en la dura Quick And To The Pointless vuelve a cantar Oliveri con el contraste femenino de Wendy Rae Moan. Otro hit, aunque a menos revoluciones, es In The Fade, en la que sobresalen el bajo, el piano y la voz de Mark Lanegan. En Tension Head Oliveri rompe la voz en uno de los cortes más duros antes de desenchufar para la instrumental Lightning Song y cerrar con la densa y grande I Think I Lost My Headache y su batiburrillo de metales final.

Desde aquel 2000, la figura de Josh Homme ha seguido creciendo y volviéndose más ecléctica (sin desmarcarse del rock) hasta convertirse en una de las más respetadas del actual panorama musical, siempre con los QOTSA como punta de lanza, pero también apoyado en diferentes proyectos como las Desert Sessions, Them Crooked Vultures o Eagles Of Death Metal, además de como productor y colaborador de otros en los que siempre ha dejado huella su particular impronta. Las últimas noticias que hay de él son el lanzamiento a finales del pasado año de una nueva grabación de las Desert Sessions después de más de quince años, a la vez que continúan los rumores de una posible reunión de Them Crooked Vultures y de un inminente disco de QOTSA, pero a falta de confirmación nosotros seguimos celebrando su música mientras disfrutamos recordando la que posiblemente sea su más completa colección de canciones.

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