Sobre los 90 Part. II: el preludio del «americana»

Tras unas semanas de descanso, retomamos la actividad volviendo a los 90 y recordando la evolución de la música rock. Ya habíamos señalado que el «grunge» había dinamitado muchos cánones y que había pasado del indie al mainstream. Pero este último, si tiene alguna entidad física o mental, tampoco las tenía todas consigo. El «grunge» vendía pero era gente muy triste y atormentada, como vimos en el anterior post, y sin glamour. El suicidio de Kurt Cobain facilitó las cosas y había que buscar alternativas. Precisamente, el «grunge» permitió incrementar la etiqueta de indie o alternativo, y todo lo que saliese «distinto» (todo esto con muchísimas reservas) sería etiquetado así.

Por lo tanto, finiquitado el «grunge» prácticamente, el periodo 1994-1996 va a ofrecernos tres vías, ninguna de las cuales logró consolidarse a la altura del «grunge», aunque todas ellas dieron lugar a grandes discos y algunos nombres relevantes hasta el día de hoy. Es difícil establecer el orden, los discos se mezclan, pero vayamos por el que menos incidencia tuvo. El rock de raíces americanas siempre se indentificaba con el country más ortodoxo, pero eso era reducir la realidad. Los artistas que bebían del folk y el country, con gran presencia de lo acústico, iban del propio Dylan a Neil Young, pasando por Tom Petty & The Heartbreakers y sin olvidar a Bruce Springsteen, especialmente en algunos pasajes de su carrera. Pero, alguien decidió que había unos grupos que eran vendibles y que sonaban muy bien, y eran teóricamente alegres y, oye, que vamos a promocionarlos. Curiosamente, en aquellos momentos ya funcionaban grupos que serían los germinales del futuro «americana», ese cajón donde cabía casi de todo y que tanto daño ha hecho. Me estoy refiriendo a The Jayhawks y Uncle Tupelo, preludio de Wilco, en esos momentos grandísimos desconocidos en España.

Sin embargo, unos cuantos nombres con influencias del country y del folk destacarían en esos años. En 1993, Counting Crows debutan con «August and everything after». No, no soy objetivo con este grupo, uno de mis favoritos. Este disco es una grandísima colección de canciones y con un hit como «Mr. Jones» enseguida coparon las listas. Muy influenciados por The Band, Counting Crows supuso algo nuevo y alternativo, pero más accesible que el «grunge». En sus siguientes discos, pocos, bajaron el pistón, pero se mantuvieron fieles a un estilo y a sus raíces. De su primer largo destacaban casi todas las canciones, pero es inevitable no recordar también, junto a la inevitable «Mr. Jones», temas como «Round Here», «Omaha», «Rain king», «A murder of one» o «Perfet blue buildings».

Más paradójico es el caso de Sheryl Crow. También en 1993 sale «Tuesday Music Night Club», igualmente un grandísimo disco con otro hit de pgada: «All I wanna do». Más ecléctico que Counting Crows, Sheryl Crow debuta tras una carrera como corista de gente como Michael Jackson. Su estilo enseguida sería imitado y se sucedieron una serie de «chicas rockeras», destacando Alanis Morrissette (que se la comió), Tori Amos, Meredith Brooks, Jewel, etc., entre otras. Sheryl Crow publicaría en 1996 su mejor disco, «Sheryl Crow», y a partir de ahí fue perdiendo protagonismo. Sheryl Crow ofrecía canciones en su primer disco como «Leaving Las Vegas», «No one say it would be easy» o su impresionante «Can´t cry anymore». Y en su segundo se superaba incluso con singles tan potentes como «If it makes you happy», «Home», «A change would do you good», «Hard to make a stand» o «Everyday is a winding road».

Y aquí quiero destacar a un grupo prácticamente desconocido en España pero que en EEUU con su primer disco alcanzó ventas millonarias, siendo el más vendido en ese país en 1995: Hootie & The Blowfish. «Cracker Rear View» fue publicado en 1994 y también bebe de las mismas fuentes que los grupos y artistas anteriores. Esta clase de rock americano de raíces «mainstreamizado» alcanza su máxima expresión con este grupo y con un disco imprescindible, sustentado en parte en la gran voz de Darius Rucker. Hootie & The Blowfish tenían grandes canciones como «Hannah Jane», «Hold my hand», «Only wanna be with you» o «Let her cry», entre otras. Pero, como los anteriores, el primer disco pegó y a partir de ahí el descenso al olvido.

Arropados en la etiqueta de lo alternativo y lo indie, pero pertenecientes a las majors, estos grupos y artistas triunfaron con una música que escondía más tristeza de la que presagiaba, y no hay que olvidar que también eran compositores de sus canciones. Sin embargo, su triunfo fue efímero. Pronto pasaron al olvido en las listas y sus canciones suenan hoy en no pocas ocasiones en las «emisoras de nostalgia», como grandes hits. La gente conoce «Mr. Jones» o «All I wanna do», pero nadie recuerda a Counting Crows o a Sheryl Crow. Sin duda, todos estos grupos y artistas, además de ofrecer gran cantidad de talento, también dejaron el camino más fácil para el rock de tradición folk y de raíces americanas.

 

 

 

 

 

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