Courtney Barnett, «Tell Me How You Really Feel»

La australiana Courtney Barnett se convirtió en una de las grandes revelaciones del indie-rock alternativo (o lo que sea) a mediados de esta década. Barnett hizo su debut con un más que notable Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just Sit (2015). Aquel disco contenía canciones guitarreras y urgentes, influidas por el sonido del underground norteamericano de finales de los ochenta y comienzos de los noventa que se convirtió en mainstream y en la gran última bocanada del Rock. Barnett traía las lecciones muy bien aprendidas y también aportaba aire fresco. En 2017 sorprendió con su unión con otro «raro» como Kurt Vile y firmaron conjuntamente un Lotta Sea Lice que nos convención bastante, no en vano también somos muy de Vile. En este caso, Barnett parecía aducida por la melancolía institucionalizada de Vile. Su esperado segundo disco llegó hace unas semanas y lleva por título el explícito Tell Me How You Really Feel. En el mismo ahonda en su sonido, igual se hace más «pesado», y la influencia del Grunge y las bandas de rock alternativo de aquel periodo está más presente. Barnett mantiene el nivel pero se nota que está buscando nuevas direcciones, aunque sin dejar de mirar al pasado, y el hecho de que colaboren Kim Deal (Pixies, The Breeders) y su hermana Kelley (The Breeders), pues también nos da una pista.

El comienzo es un tema sombrío, la sombra de Nirvana es alargada, con una susurrante Barnett en «Hopefulessness», con una guitarra un tanto tenebrosa al comienzo y con un final que crece en intensidad. Más melódica se muestra en «City Looks Pretty», en la que incluso llega a frasear y a cantar un poco con desdén, aunque es una canción con más presencia de las guitarras. «Charity» es de las canciones más optimistas, un tema que deriva hacia el Power Pop, especialmente claro en el uso de nuevo de las guitarras. «Need a Little Time» es también un gran tema en el que adopta un tono melancólico y triste, ¿influencia de la experiencia con Vile?, con un Hammond al final que es un complemento perfecto. En «Nameless, Faceless» colabora Kim Deal y es una canción más cañera, aunque el tono podría calificarse de un cierto escepticismo.

«I’m Not Your Mother, I’m Not Your Bitch» es una canción Punk, corta y acelerada, rabiosa en su forma de cantar, dejando paso a la más melódica «Cripping Self-Doubt and a General Lack of Confidence», donde aparecen las dos hermanas Deal, fraseando de nuevo en su forma de cantar. De nuevo la influencia del disco con Kurt Vile hace su aparición en el tema «Help Your Self», una canción más pausada. Y sigue en esa misma línea con «Walkin’ on Eggshells», con unas guitarras un tanto dolientes. El final es para una de las mejores canciones de todo el disco, «Sunday Roasts», las guitaras ahora son más pesadas y oscuras, también muy expansivas, quedando la sección rítmica en un segundo plano al comienzo para explotar al final.

Courtney Barnett no ha decepcionado en el siempre complicado segundo disco, un trabajo que en parte supone asumir nuevos horizontes pero en el que no se aleja mucho del rumbo de su debut. La crítica lo ha valorado de forma muy positiva y veremos la evolución de la australiana.