Kacey Musgraves, «Golden Hour»

Kacey Musgraves es una de las voces femeninas emergentes del Country – Pop, si es que esto es una categoría que estaría por ver, de los últimos años. Procedente de Texas y con una larga carrera, debutó en una major con Same Trailer Different Park en 2013, en el que era su cuarto disco. Con Pageant Material (2015) consolidó su posición, ya había alcanzando posiciones altas en el Billboard con su disco anterior, y en 2018 ha publicado el que puede ser considerado su mejor disco a tenor de las críticas, un Golden Hour en que juega con los elementos del Country y les sigue barnizando con sutiles, en ocasiones no tanto, elementos del Pop. Este camino ha sido seguido en no pocas ocasiones, el caso más extremo es el de Taylor Swift pero no parece que Musgraves vaya a ir tan lejos. Musgraves atesora una preciosa voz que pone al servicio de canciones generalmente intimistas y recogidas, aunque también hay espacio para temas más dinámicos. Musgraves también cuenta con la presencia de instrumentos más típicos del Country, desde el banjo al pedal steel, generando una mezcla interesante en un disco que crece con las escuchas, aunque imagino que a los puristas del género no les hará mucha gracia. También es cierto que se aleja de lecturas más canónicas de otras voces femeninas, tipo Nikki Lane, Sarah Jarosz o Sara Watkins. Golden Hours ha mantenido el grado de aceptación del público alcanzando puestos punteros en las listas mientras que la crítica, como decíamos, lo ha catapultado a lo más alto.

El comienzo es para una delicada e intimista «Slow Burn», una joya de canción que se inicia con su voz en primer plano y el acompañamiento de una guitarra acústica para incrementar la instrumentación a medida que avanza. El nivel se mantiene con «Lonely Weekend», tiene un punto Pop muy claro en esa batería, escorándose claramente hacia esa dirección y siendo un gran tema. En «Butterflies», Musgraves vuelve a hacer gala de su poderío vocal en una canción con la presencia de elementos del Country como el banjo y el pedal-steel. «Oh, What a World» tiene un inicio más electrónico, muestra que quiere ir más allá, pero igual también es cierto que no le queda tan conseguido . «Mother» es un breve interludio con un tono dramático, apoyando su voz en el piano mientras que «Love Is A Wild Thing» retorna a las influencias Pop, es una de las mejores canciones del disco también, con una interpretación de Musgraves muy interesante. «Space Cowboy» tiene un punto crepuscular y ambiental muy atractivo, Musgraves canta de maravilla y construye otro de los temas más interesantes de todo el largo.

La segunda parte cae en una mayor irregularidad, aunque el disco sigue alto, aunque no es menos cierto que, por ejemplo, en «Happy & Sad» entra en lugares más manidos con el uso de ciertas bases que generan cierta distorsión. «Velvet Elvis» es una canción que se sale del canon del disco, es un tema más festivo, claramente escorado hacia el Pop. «Wonder Woman» me parece un tema un tanto soso, también cayendo en ciertos clichés, aunque luego levanta el vuelo con la fantástica «High Horse», en la senda de las propuestas en la primera parte. Los dos temas que cierran el disco elevan el nivel de esta segunda parte, con una amable «»Golden Hour» donde vuelve a hacer gala de su destacada voz, y con la más pausada e intimista «Rainbow», un tema que se basa en su voz y el piano.

Nos ha convencido este Golden Hour de Kacey Musgraves, ahora le toca a ella decidir qué camino quiere seguir, aunque no está nada mal la senda de este disco.