La monumental antología de Beastie Boys con «The Sounds of Science»

Beastie Boys. The Souns of Science es uno de los mejores y más cuidados recopilatorios que han pasado por mis manos. Publicada en 1999, cuando todavía la carrera de Beastie Boys no había finalizado, contaba como más de cuarenta canciones de sus casi dos décadas de carrera, así como un libreto muy cuidado. Una recopilación que hacía justicia a los de New York, un trío que había encontrado su sitio en la mezcla entre el emergente Hip Hop y el Punk y el Hardcore, con aquellos samples (de Led Zeppelin a AC/DC, pasando por Jimi Hendrix, Donovan o Ted Nugent y una cantidad de artistas y bandas que tendríamos que hacer una entrada) y la combinación de las voces del trío. Los Beastie Boys tenían también un sentido del humor que se reflejaba en sus vídeos, algunos imposibles de olvidar. Y es que Mike «Mike D» Diamond, Adam «MCA» Yauch y Adam «Ad-Rock» Horovitz comenzaron a finales de los setenta haciendo sonidos más guitarreros y ortodoxos. Pero, al comienzo de los ochenta el Hip Hop estaba en auge y el grupo, ya convertido en trío, iba a ir más allá con ese eclecticismo que hemos comentado. Y lo harían de la mano del emergente sello Def Jam y de su responsable, Rick Rubin, uno de los productores clave de las últimas décadas. Tras haber publicado algunos singles, debutaron con Licensed to Ill (1986), disco que les catapultó a lo más alto con himnos como «Fight for Your Right». Ya sin Rubin y en Capitol, su siguiente disco sería Paul’s Boutique (1988), un disco que no llegó a la altura de ventas de su predecesor pero sí a un mayor reconocimiento de la crítica y en el que Beastie Boys daban un paso al frente. La década de los noventa les mantuvo en lo más alto del reconocimiento con Check Your Head (1992), III Communication (1994) y Hello Nasty (1998). Y aquí es donde llega esta monumental antología con esa portada en la que los tres Beastie Boys aparecen como personas mayores, mientras que en la contraportada sus imágenes son de niños. Los dos discos no siguen el orden cronológico y aparecen canciones primigenias, singles y otras rarezas que luego comentamos.

«Beastie Boys», apenas un minuto de Hardcore cañero, da comienzo al primer disco, procedente de su EP de debut de 1982, Polly Wog Stew. A continuación, un no parar de canciones que no dejan indiferentes y en donde se ve la evolución que llevaron, así como los momentos en las que pesaba más el Hip Hop, la mayor parte, el Rock o cuando se abrían a otras experimentaciones tomando sonidos del Jazz, por ejemplo. De esta forma, «Slow and Low», «Shake Your Rump» y «Gratitude» te dejan sin aliento, esta última muy metalera. «Root Down» es otro de esos momentos brutales, y van intercalando otros temas más cortos como el muy Punk «Believe Me» de su EP de 1995 Aglio e Olio. «Sure Shot» es otro puñetazo de Hip Hop sin concesiones y aparece la remezcla que hizo Fatboy Slim de «Body Movin'». Obviamente, no podía faltar «Fight for Your Right» que sigue sonando igual de fresca y gamberra y cuelan canciones muy cortas de corte Country, con toda la carga irónica, bajo el título Country Mike’s Greatest Hits. «Pass the Mic» es más ambiental, aunque sin dejar las bases electrónicas. Y, dentro de este primer disco también destaca «Bodhisattva Vow» que es más experimental y tiene toques jazzísticos. Esa experimentación también se ve en «Sabrosa» y «Song for the Man» tiran de vientos. Del ya señalado Aglio e Olio, pero en su versión japonesa, recuperan el tono más Hardcore con la urgente «Soba Violence». No pueden faltar los temas inéditos y aquí llega «Alive» que refleja el sonido de los Beastie Boys en todas sus dimensiones. El cierre del primer CD es incontestable. Primero, «Jimmy James», una canción impactante con numerosos samples de Jimi Hendrix, al que dedican la canción, uno de sus temas clásicos. Y terminan con la versión en directo de «Three MC’s and One DJ» con unas bases poderosas y las voces de los tres integrantes de la formación.

El segundo CD discurre por los mismos caminos. Tras el brevísimo «The Big vs. The Buge» le toca al turno a la icónica «Sabotage», ese vídeo tan maravilloso de Spike Jonze para una canción que es uno de sus momentos cumbre. «Shadrach» tiene influencias del Jazz aunque el marco es la contundencia de los neoyorquinos. «Time for Livin'» retorna a las guitarras y de nuevo tiran de la urgencia. Y otro inédito del disco es la versión de «Benny and the Jets» de Elton John, divertidísima en la que canta su colaborador Biz Markie arrastrando las palabras. «The Negogation Limerick File» es otro de los hits de Beastie Boys, más melódica de lo que solía ser habitual en su sonido. En «I Want Some» del EP ya comentado, retornan a las guitarras contundentes, mientras que en «She’s On It», de la banda sonora de la película Krush Groove (1985), demostraban lo bien que hacían la mezcla de Hip Hop y guitarras. «Get It Together» tampoco podía faltar en la que colaboró Q-Trip de A Tribe Called Quest, una canción en la línea de un Hip Hop más reflexivo. «Remote Control» es muy cañera y «Railroad Blues» procede de ese disco Country al que aludíamos antes y aquí tiran de todo su sentido del humor. El retorno a sus primeros días aparece con «Egg Raid on Mojo», de nuevo con un sonido Hardcore. Y, como en el primer CD, dejan para el final dos canciones muy grandes: «Hey Ladies», divertidísima y en la que destaca cómo se combinan las tres voces; e «Intergalactic», que cuenta con un sonido más futurista y con más efectos electrónicos.

La carrera de Beastie Boys no había acabado con esta antología. Todavía tendrían tiempo de tres discos más aunque no tuvieron el alcance de los de las décadas anteriores. En 2004, seis años después de su anterior entrega, publicaron el notable To the 5 Borough, un homenaje a New York y que alcanzó el número 1. Con The Mix-UP (2007) no obtuvieron el mismo reconocimiento que el disco anterior y levantaron el nivel con Hot Sauce Committee Part Two (2011). Pero, en 2012 falleció Adam Yauch por enfermedad y Beastie Boys culminaron su carrera ya que no tenía sentido continuar sin Yauch. No sabemos cuáles habrían sido sus siguientes pasos, pero seguro que no nos habrían dejado indiferentes. Beastie Boys fueron una de las grandes bandas de los ochenta y noventa, fundamentalmente, y forman parte de la cultura popular. Además, gente como Rage Against the Machine no se entienden sin la combinación de Rap y Rock que hicieron Beastie Boys.