Joana Serrat, ‘Dripping Springs’

Cuarta entrega de Joana Serrat bajo el sugerente título de Dripping Springs, localidad cercana a Austin en el texano Hill Country en la que grabó este trabajo bajo producción del siempre interesante Israel Nash. Serrat lleva una trayectoria inmaculada y este nuevo disco supone un salto importante y, para mí, el mejor de los que hemos reseñado en Los Restos del Concierto. Si nos cautivó y enamoró con la delicadeza que transmitía su segundo disco, un maravilloso Dear Great Canyon (2014), y que se confirmó con el denso Cross the Verge (2016), con Dripping Springs sigue creando ese universo particular de raíces Country y Folk, un trabajo que te lleva como un río, atmosférico y en el que sigue teniendo un protagonismo fundamental el pedal steel, interpretado aquí por Eric Swanson.

Serrat inicia su disco con la crepuscular ‘Western Cold Wind’, una maravilla con un punto de oscuridad y que no te deja indiferente. Pero llega una ‘Lost Battles’ con un fantástico comienzo con el pedal steel, con una melodía imbatible, con una acústica que encaja a la perfección, con una voz más enérgica y con unas texturas que se solapan. Para mí, ‘Lost Battles’ es la mejor canción del disco. ‘Trapped in the Fog’ es muy del ‘Americana’ y también es brillante, más luminoso si se quiere. En ‘Unnamed’, canción que se va a los seis minutos, adopta un tono más minimalista y pausado, su voz casi frasea al comienzo y el tema crece en intensidad hasta completar una segunda mitad instrumental de bella factura que nos remite a esos espacios abiertos de las puertas del Hill County como es Dripping Springs. En ‘Farewall’ retoma el tono crepuscular, su voz queda en un segundo plano, como de fondo. Y ‘Shadows o Time’ es otro de los grandes temas del disco, con una voz de nuevo más aguerrida para una canción en la que no falta también su punto de oscuridad, pero es un registro que le sienta muy bien y con un pedal steel de nuevo protagonista, sin olvidar ese giro a mitad de canción más rockero.

‘Candles’ es una canción de tono más triste pero su voz es imbatible, emociona por su enorme intensidad. En ‘Come Closer’ nos recuerda a Nikki Lane, de la que hablamos aquí hace unos meses, un tema que gana en luminosidad gracias a las guitarras. En cuanto a ‘The Garden’, retorna a la pausa y a un cierto minimalismo y su voz vuelve a cambiar de tono. ‘Walk in Sin’ es una canción prototípica del ‘Anericana’, y el pedal steel se impone de nuevo así como el tono más acústico. Y el final sólo podía ser para otra gran canción, ‘Keep on Fallin», que nos devuelve al tono crepuscular del comienzo, gran melodía para un tema que va in crescendo para un gran cierre que a mí me lleva a una imagen de un porche en una casa en Dripping Springs mirando, como no podía ser de otra manera, al horizonte.

Joana Serrat lo ha vuelto a hacer, un trabajo impecable que la consagra, si es que no lo estaba ya, como una de las grandes referencias del Country-Folk en estas tierras, y que puede hablar de tú a tú con las del otro lado del Atlántico. Enamorados de Joana Serrat y sus canciones, no podía ser menos para un talento como el suyo.