No dejar de emocionarse con ‘Wildflowers’ de Tom Petty

Han pasado unas pocas semanas desde el fallecimiento del gran Tom Petty, concretamente el 2 de octubre. En Los Restos del Concierto ya le rendimos su cumplido homenaje pero nos apetecía centrarnos en uno los discos que más nos gustan de Petty, el Wildflowers de 1994. Aquel fue el segundo disco que Petty firmaría sin los Heartbreakers, aunque algunos de ellos participarían. Este hecho ya había ocurrido en 1989 con el exitoso Full Moon Fever que contenía dos hits como ‘I Won’t Back Down’ y ‘Free Fallin’, y que produjeron Jeff Lyne, Mike Campbell y el propio Petty, y en el que participaron George Harrison, Roy Orbison y Del Shannon. La tercera vez que Petty se embarcó en solitario fue en 2006 con Highway Companion, un trabajo más minimalista en el que únicamente estuvieron presentes Lyne y Campbell. Pero nos tenemos que quedar con Wildflowers, un trabajo sobresaliente y que se caracterizaba por una mezcla entre la luminosidad y el tono más crepuscular de algunos de sus temas, que se impone en el conjunto, pero que no pierde esa vertiente de rock sureño y de raíces con una fuerte presencia de las acústicas y que transmitía cercanía. Petty venía de triunfar por todo lo alto con Into the Great Wide Open (1991) y había publicado un Greatest Hits (1993). Petty buscó para la coproducción a todo un Rick Rubin (que repetiría en los dos siguientes discos de Petty con los Heartbreakers), sin olvidar al fiel Campbell. Además, allí también aparecían los Heartbreakers Benmont Tench, Howie Epstein (que dejaría la formación en 2002) y el propio Campbell. Además, sería el primer trabajo de Steve Ferrone a la batería con Petty, ingresando al año siguiente en los Heartbreakers. Y también participaría en el disco el percusionista Lenny Castro, además de Carl Wilson (Beach Boys) y Ringo Starr. En definitiva, que casi era un disco de Tom Petty & the Heartbreakers.

El comienzo era para una maravilla como ‘Wildflowers’, un medio tiempo precioso con una melodía fantástica y la presencia de esas guitarras acústicas. ‘You Don’t Know What It Feels’ tiene un tempo diferente, el toque de la armónica le da una gran personalidad y su ritmo es sincopado pero tiene fuerza. ‘Time to Move On’ es otro de los grandes temas del disco, una melodía imbatible, un slide guitar de la mano de Campbell y esa batería de Ferrone en un segundo plano. ‘You Wreck Me’ la compone junto a Campbell, cambia el ritmo, es más rockera y encaja en los patrones de Petty, siendo una gran canción. Pero con ‘It’s Good to Be King’ vuelve a adoptar un tono más nostálgico y melancólico, con el piano de Tench como protagonista y con la voz de Petty sobresaliente. ‘Only a Broken Heart’ tiene un punto más Pop y un carácter más minimalista. Y la primera mitad se cierra con una ‘Honey Bee’ más dura, unas guitarras más pesadas y con unos riffs también marca de la casa.

La segunda parte comienza con la más minimalista y acústica ‘Don’t Fade On Me’, un sonido más vinculado al de raíces norteamericanas, también coescrita por Campbell. ‘Hard On Me’ adopta un tono más crepuscular, triste si se quiere. Recupera energías con ‘Cabin Down Below’, protagonismo de nuevo para el piano y vinculación al Rock & Roll más clásico, otra de las grandes influencias de Petty, que cambia el registro de su voz. ‘To Find a Friend’ es otra de las cimas del disco, influencias dylanianas con el toque de Petty. Y en ‘A Higher Friend’ retorna a su sonido más clásico, más animada y explosiva y que no le falta de nada, desde la armónica hasta el órgano de Tench. ‘House in the Woods’ por el contrario tiene un punto más amargo en su sonido, especialmente el transmitido por las guitarras y por la propia voz de Petty. Pero en el final encontramos otras dos joyas como son ‘Crawling Back to You’, una canción de tono Pop pero melancólica y con guitarras crepusculares, y la brutal ‘Wake Up Time’ que se inicia con el piano, con esas cuerdas en un segundo plano, y que te deja ese poso nostálgico y melancólico.

Wildflowers fue un disco muy bien valorado por la crítica y al que siempre hay que volver. Más de veinte años después, sigue sonando fresco. Petty volvió a demostrar lo gran compositor que era y en aquel momento no cabe duda que estaba muy inspirado. Un disco al que no le sobra ninguna canción, una maravilla, todo un clásico.