«PopArt. The Hits» o el torrente de Pet Shop Boys

Nos toca hablar de Pet Shop Boys, el mítico e icónico dúo de Pop electrónico británico. Impasibles, hieráticos, Neil Tennant y Chris Lowe llevan toda la vida, son parte del paisaje sonoro de la música popular de las últimas cuatro décadas, casi nada. A lo largo de mi vida como fanático de la música, Pet Shop Boys me han sido indiferentes en buena parte de ella. Volvemos a lo mismo, los prejuicios y los lugares comunes, el ponerse unas gafas de ver limitadas y sesgadas. Pero, ha habido algunos momentos con Pet Shop Boys. El primero, todavía en la adolescencia, Pet Shop Boys salían en aquellos programas de la segunda mitad de los ochenta con canciones como «It’s a Sin», «Always on My Mind», «Domino Dancing»…Pero, reconozco que me impactó la mejor canción de Pet Shop Boys, «Being Boing», una canción increíble con un vídeo fantástico, de su disco Behaviour (1990). A partir de entonces, Pet Shop Boys iban sacando éxitos y más éxitos, pero los tenía aparcados, muy aparcados. En 2004, me compré la recopilación que nos ocupa, este fantástico PopArt. The Hits, un ejemplo de un disco de grandes éxitos realizado en condiciones, aunque obviamente no cubre toda su carrera. Tampoco lo escuché mucho en aquel tiempo. Pero, en el último año lo pongo muchas veces y no dejo de considerar el valor de este dúo. Y es que, con su estilo reconocible, con la voz nasal de Tennant, Pet Shop Boys tocan muchísimos palos, desde el sonido disco más desacomplejado hasta los toques latinos en las percusiones, sin olvidar el Pop. Pet Shop Boys publicaron hace unas semanas Hotspot (2020), su décimocuarto disco de estudio. Las críticas fueron irregulares, de las que iban en dirección de «retorno a los orígenes» (siempre se suele decir eso) a las de «más de lo mismo». Lo cierto es que Pet Shop Boys han mantenido una constancia relevante en la publicación de sus discos. No han fallado, el tiempo máximo que se dieron fueron cuatro años entre Release (2002) y Fundamental (2006), aunque por el camino seguían publicando recopilaciones y otros discos experimentales.

Una de las cosas que siempre me pareció destacada de Pet Shop Boys es esa actitud que tienen, ese posicionamiento. Impasibles, serios, Tennant cantando y Lowe detrás del teclado. Y nunca han cambiado, como si todo no fuese con ellos, a lo suyo, a hacer discos y canciones. Pasando de modas y de todo lo demás. Seguramente ese hecho les ha dotado de una mayor legitimidad que a otras bandas. Pet Shop Boys irrumpieron en los años electrónicos años 80 con fuerza, canciones como «West End Girls» y «Suburbia» eran brutales. Aquello fue con Please (1986) y luego llegarían Actually (1987), Introspective (1988) y el ya señalado Behaviour (1990). Esos cuatro discos muestran buena parte de la aportación de Pet Shop Boys a la música popular, con esas portadas también tan destacadas. El difícil salto a la década de los noventa lo dieron en 1993 con Very, allí estaba «Go West» y en 1996 darían una vuelta de tuerca con Bilingual. Es imposible no acordarse de Nightlife (1999), esa portada también fantástica, y una canción como «New York City Boy», una canción disco brutal. Luego le tocaría el turno a Release (2002), y a partir de ahí nos metemos en este PopArt que publicarían un año después.

Vaya por delante que es una recopilación muy cuidada y amplia, treinta y cinco canciones, que Tennant y Lowe dividen entre canciones Pop y otras más artísticas y experimentales. La verdad es que, en algunos casos, cuesta ver la diferencia, especialmente porque pondrías algunas de las que califican de «Art» en el lado del «Pop». Lo bueno también de la recopilación es que van mezclando épocas y discos, lo cual se agradece a diferencia de otros recopilatorios que son cronológicos. Están todos los éxitos y las canciones que han convertido a Pet Shop Boys en una referencia. Sonidos eletrónicos, festivos y melancólicos, experimentales, canciones de discoteca, lo tienen todo.

En la primera parte, caen «Go West», «Suburbia», «Se a vida è (That’s the Way Life Is)», «It’s a Sin», «Domino Dancing», «New York City Boy» y las versiones de «Always on My Mind» y mi favorita «Where the Streets Have no Name (I Can’t Take My Eyes Off You)». Pero, luego no recordabas la fantástica «What Have I Done to Deserve This?» con Dusty Springfield del Actually (1987). También descubres los coros del «Home and Dry» del Release o la melancolía de «Heart» también del Actually. Y destaca una de las novedades del disco, «Miracles», muy nostálgica aunque con bases electrónicas. De Please (1986) llega «Love Comes Quickly», canción de sus comienzos, muy ochentera. Y tampoco recordaba la muy Funk de los setenta «Before» que publicaron en Bilingual (1996). Sé que es otro clásico, pero siempre me gustó mucho «It’s Alright» de Introspective (1988), con una base muy disco de finales de esa década y con su elegancia característica.

El segundo disco, el más artístico y experimental en su criterio, acumula de nuevo canciones que son parte de la memoria colectiva. «Left on My Own Devices», «West End Girls», «Single-Bilingual», etc., pero hay más sorpresas y recuerdos. «I Don’t Know What You Want But I Can’t Give It Any More» de Nightlife que mezcla bases electrónicas de discoteca y el tono melancólico. «I Get Along» del Release que es una canción puramente BritPop, esas guitarras y ese sonido que nos remonta a unos años atrás y que bordan. «So Hard» del Behaviour remite con esos coros a «Suburbia» y «Rent» crece tras comenzar con un sonido más sutil en las bases. «Liberation» de Very (1993) es una canción más Pop en la que Tennant tira de falsete y cierran con una versión del «Somewhere» de West Side Story compuesta por Bernstein y Sondheim, y le dan una mezcla de sonidos orquestales y electrónicos. Y en ese disco está «Being Boring», como he comentado anteriormente, mi canción favorita de Pet Shop Boys, una maravilla que nunca me he cansado de escuchar, transmite nostalgia y melancolía a raudales y te puedes quedar enganchado a ella en bucle.

Como decíamos, Pet Shop Boys no han parado desde entonces y han seguido publicando discos. Muchas veces nos hemos dejado llevar por nuestras visiones más reduccionistas de los estilos musicales, y con Pet Shop Boys nos pasó, pero su carrera no deja lugar a dudas.