No todo está en «Legend»: el «Natural Mystic» de Bob Marley and the Wailers

«Is This Love», «No Woman, No Cry», «Could You Be Loved», «Three Little Birds», «Buffalo Soldier», «Get Up, Stand Up», «Stir It Up», «One Love/People Get Ready», «I Shot the Sheriff», «Waiting in Vain», «Redemption Song», «Satisfy My Soul», «Exodus», «Jamming». Son las catorce canciones que componen el Legend de Bob Marley and the Wailers. Lanzado en 1984, tres años después del fallecimiento del icónico artista, Legend lleva la friolera de más de treinta millones de discos vendidos y es uno de esos recopilatorios canónicos. La verdad es que la elección es impecable y, en su conjunto, hacen una colección imbatible. Todas, pero todas, las canciones son imprescindibles y no sobra nada. No hay alguna que te haga pensar que es un tema de relleno, nada. Luego está esa portada tan tremenda y que forma parte de la historia de la música popular, un Bob Marley que transmite pausa y fuerza a la par. Pero, como suele ocurrir, la carrera de Marley y los Wailers daba para muchísimo más. Aferrados al Legend y a sus canciones míticas, quedaba mucho por descubrir y para eso llegó en 1995 una nueva recopilación bajo el título de Natural Mystic: The Legend Lives On, que jugaba con el título de su hermana mayor y la portada también era un primer plano de un Marley más sonriente, menos ensimismado. No era la primera vez que se publicaba un nuevo recopilatorio, en 1986 había aparecido Rebel Music, un disco que pasó más desapercibido y que contaba con diez canciones, y en 1991 salió, en otro tono, Talkin’ Blues, que intercalaba fragmentos de entrevistas con Marley y canciones. Pero, Natural Mystic era otra cosa, un lanzamiento más trabajado con quince canciones que mezclaban los temas de Marley, tanto canciones de amor como más políticas y otras de corte espiritual. Para los que nos habíamos aprendido el Legend de memoria, descubrir en Natural Mystic otras muchas canciones tremendas fue fascinante, con los años adquiriría toda la discografía de Marley y los Wailers, pero esta segunda gran recopilación fue determinante. No están todos los discos representados, destacan las cuatro del Rastaman Vibration (1976); con tres canciones aparecía el Survival! (1979) y Kaya (1978); con dos estaban Songs of Freedom (1992), la caja recopilatoria que puso en el mapa «Iron Lion Zion»; y Exodus (1977), para mí su mejor disco, Uprising (1980) y el directo Live! (1975) cuentan con una cada una. Un disco que es muy canónico del Reggae, muchos medios tiempos con las cadencias Reggae de las guitarras y junto a las voces del coro de las I Threes, que también dan su sello.

Comienza el disco con una acompasada «Natural Mystic», muy canónica y atmosférica, que da paso a una más animada «Easy Skanking» donde los coros ya son imprescindibles. «Iron Lion Zion», que fue una canción póstuma y que se publicó en el 1992, como ya hemos comentado, fue el single del disco y es una de las canciones con más fuerza y garra de Marley, con un saxofón brutal. «Crazy Balheads» regresa al tono acompasado propio del Reggae y uno de los momentos más importantes del disco es la gran «So Much Trouble in the World», una canción maravillosa que te conquista desde las primeras escuchas.

«War» es una de las canciones más conocidas del disco, compuesta por el Wailer Carlton Barrett y Allan Cole y la letra se basa en el discurso de Haile Selassie, el dirigente etíope convertido en figura divinizada por el rastafarismo, en la ONU. Un tema marcado por unos vientos y la forma de cantar de Marley. «Africa Unite» es otro clásico, con un ritmo más accesible también es de corte reivindicativo. La versión en directo de «Trenchtown Rock» procede del Live!, un sonido más festivo de una canción dedicada al barrio de Marley en Kingston. «Keep on Moving», la versión en clave Reggae del tema de Curtis Mayfield, es otra canción accesible, de nuevo incorpora el saxofón y también «se te pega». Por su parte, «Sun Is Shining» recupera el medio tiempo y el tono pausado de buena parte del disco.

«Who the Cap Fit», canción de Aston y Carlton Barrett, integrantes de los Wailers, es otro medio tiempo que emociona y que fue otro descubrimiento en su momento, una grandísima canción. «One Drop» se acelera con un tono más festivo y «Roots, Rock, Reggae» tiene un órgano protagonista al comienzo del disco, otra canción Reggae al uso. «Pimpers Paradise» es brutal, el tono es fantástico y aceleran el tempo. El cierre es para «Time Will Tell», una de las canciones que eran ya muy conocidas de antes de publicarse esta recopilación, otro tema con el ritmo habitual.

Natural Mystic fue un complemento muy bueno al Legend, canciones que se habían quedado sepultadas por la grandeza de unos clásicos imperecederos. En 2001, la maquinaria de seguir haciendo caja del legado de Marley, sacaría una nueva recopilación para captar a nuevas generaciones. Allí había veinte canciones, la mayoría ya repetidas del Legend, algunas del Natural Mystic, y tres que no aparecían en ninguno de los dos discos anteriores: la animadísima «Lively Up Yourself», la impactante balada «Turn Your Lights Down Low» (recuperada en 1999 por Lauryn Hill en un disco llamado Chant Down Babylon en el que se remezclaban canciones de Marley con las voces de otros artistas), y la inédita «I Know a Place».

Veinte años después de Natural Mystic casi puedo decir que lo he escuchado más que Legend, que me sé también de memoria, y me sigue fascinando la trayectoria de un artista mítico de la música popular.

 

 

 

No Doubt llegan al éxito con «Tragic Kingdom»

En 1996, una canción muy animada y divertida se hizo un hueco en las radios, en la MTV y en los programas musicales. Se llamaba «Just a Girl» y la firmaban un grupo desconocido llamado No Doubt. Era un cuarteto que procedía de California y su cantante se llamaba Gwen Stefani. La canción se te pegaba con su ritmo mezcla de Ska, Reggae y Punk. Recordemos que es el momento en el que Green Day y Offspring están en lo más alto. Pero, lo que diferenciaba a No Doubt era la presencia de Stefani. Hace unas semanas, recordábamos a Alanis Morissette que se había alzado como icono femenino del Rock. También destacaba en esos años la gran Sheryl Crow. Y cómo olvidar a Courtney Love…aunque aquí el debate es diferente. No Doubt transmitían frescura y daban salida a otros estilos, como el Ska y el Reggae ya comentados, lo que también les daba un toque diferencial. Pero No Doubt no eran una banda que comenzaba en esos momentos al calor de «lo alternativo» sino que casi llevaban una década de trayectoria. Los comienzos de la banda son para Eric Stefani, hermano de Gwen, que la fundaría en 1986.  A lo largo de los años, se irían incorporando el resto de integrantes. Aunque en los vídeos de No Doubt aparecían siempre Stefani, Tom Dumont (guitarra), Tony Kanal (bajo) y Adrian Young (batería), en las imágenes del disco está Eric Stefani que dejaría la formación en 1996. No Doubt no habían tenido mucho éxito en esos años y habían publicado dos discos antes de Tragic Kingdom, en 1992 y en 1995. Pero con el tercero llegó su despegue. Hace unos días, el suplemento de moda de El País publicaba la intrahistoria del disco con la ruptura de la relación entre Stefani y Kanal, conocida ya en aquellos años, que explicaba parte de las letras. Bueno, obviamente, la canción y el vídeo de No Doubt era bastante explícito, así como la forma de tomarse el protagonismo de Stefani en la banda, que también se menciona en el artículo. El caso es que Tragic Kingdom convirtió a No Doubt en un fenómeno, más de diez millones de discos vendidos, y canciones que se han quedado en la memoria colectiva de una generación. Pero, aunque el disco suene a Ska, Reggae y Punk, había más cosas así como el nacimiento de un icono, Stefani, que, salvando las distancias, recordaba un poco a Blondie y Debbie Harry.

Comienzan de forma potente con «Spiderwebs», canción que tiene un punto Pop pero que se basa en el Ska con esos vientos y que estarán presentes en todo el disco. «Excuse Me Mr.» es un Punk Pop con las guitarras como protagonistas. Y llega el primer hit, una «Just a Girl» poderosa, las guitarras Punk enlazan con un Reggae acelerado y con la cadencia del Ska del comienzo. «Happy Now?» se acerca a la New Wave, demostrando que Stefani tenía como modelo a Harry, una canción más compleja que sonaba también de maravilla. También encaja «Different People», aunque más teatral de nuevo destaca el Ska y sus vientos. En «Hey You» tiran de Rock e incorporan el sitar. La primera parte del disco se cierra con «The Climb», una canción más pausada que está pensada para mayor gloria de Stefani, una canción larga, casi siete minutos, que se basa en un estilo más de crooner.

En «Sixteen» retornan a la mezcla de Punk y Ska aunque más escorada al sonido de guitarras. En este tramo se cuela una de mis canciones favoritas del disco, «Sunday Morning», de nuevo jugando con el ritmo Reggae y la potencia del Punk, que ya lo hicieron The Clash, y que No Doubt lo clavan aquí. Y llega un momento que sorprende, y arrasa, «Don’t Speak». Sorprende porque es una balada melódica que no encaja con el tono del disco, y arrasa porque es una canción tremenda. Una canción en la que Stefani se vacía y va subiendo y subiendo. Vale, ha sido una canción muy radiada y sobre expuesta, pero a mí me sigue pareciendo una de las mejores canciones de ese periodo. Y hay más sorpresas porque «You Can Do It» se va a la música Disco Soul de los setenta, muy divertida. «World Go ‘Round» regresa al Reggae más que al Ska, destacando los vientos una vez más. El cierre del disco es para dos canciones menos conseguidas. La primera, «End It on This» cuenta con una producción más sofisticada y va creciendo en intensidad. Por su parte, «Tragic Kingdom» es un tema de Eric Stefani en solitario, como «The Climb», siendo una canción más ambiciosa y barroca, más experimental y teatral, un tanto excesiva incluso.

En 1996, No Doubt no paraban de sonar por todos los sitios y Stefani crecía con fuerza. Sin embargo, la trayectoria de la formación sería compleja. Primero, su siguiente trabajo tardaría en llegar cinco años, Return to Saturn (2000). El impacto fue mucho menor y, aunque había buenas canciones como «Ex-Girlfriend», sus ventas fueron muy reducidas. Por cierto, alguien tendría que haber pasado el control de calidad en la portada. No tardaron tanto en su siguiente disco, Rock Steady (2001), un disco que evolucionaba en otras direcciones musicales y que tuvo mejor acogida que su predecesor. Sin embargo, en 2003 publicaron el correspondiente recopilatorio, con versión del «It’s My Life» de Talk Talk incluida, y se tomaron un descanso. Stefani comenzó su carrera en solitario con Love. Angel. Music. Baby (2004) con un cambio de estilo más enfocado hacia sonidos más electrónicos y de baile. Incluso llamaba la atención esa portada en la que Stefani marcaba a Madona como senda a seguir. Stefani siguió publicando discos en solitario y en 2008 regresó con No Doubt aunque no volverían a publicar un disco hasta 2012 con Push and Shove. Siguen girando y parece que el tiempo no pasa para ellos. Puede que su carrera haya sido muy de un flash en un momento dado, incluso se acercan a ese concepto del «one hit wonder», pero no, tuvieron su gran momento con Tragic Kingdom, y lo aprovecharon.

 

 

 

 

«Legend» de Bob Marley & the Wailers, un recopilatorio mítico

Hay discos que forman parte de tu memoria casi sin que te des cuenta. Es el caso del que nos ocupa, el recopilatorio Legend de Bob Marley & the Wailers, del que se cumplen treinta y cinco años. Legend de Bob Marley recoge catorce canciones que fueron hito en la carrera de Marley, el gran icono del Reggae, y que adquirieron una dimensión mayor tras la publicación de este disco. Las cifras son apabullantes, ha vendido más de treinta y tres millones de copias desde entonces, no ha dejado de estar presente en las listas de ventas y uno de los recopilatorios más vendidos de la historia. Como decía anteriormente, es una de las portadas de discos de la que tengo un recuerdo más lejano. Hay que reconocer que la misma es especial, la fuerza que transmite la fotografía icónica de Bob Marley, esa mirada profunda y la actitud reflexiva pero de soslayo, incluida esa melena rastafari. En mi barrio, para los que conozcan Logroño, el ubicado entre Pérez Galdós y Huesca alrededor del Parque González Gallarza, había un bar que todavía existe y que hace unos años se han revitalizado, hablo de El Tirador. Allí en El Tirador, al fondo de la barra, donde estaba el equipo de música, había una casete del Legend de Bob Marley & The Wailers. La recuerdo como si fuese ayer, no tengo constancia de haberla escuchado ni las canciones, pero la imagen de esa pequeña casete sigue estando presente. Años más tarde yo me compré esa casete y posteriormente el CD.

Legend aborda en catorce canciones la trayectoria de Bob Marley and the Wailers, aunque eso es como decir la «punta del iceberg» porque Marley dio para mucho. Una de las principales críticas que se hacen al disco es que se centra en su última etapa y que entran canciones muy accesibles, las que le abrieron las puertas al «mainstream» occidental. Totalmente de acuerdo aunque eso no quita para valorar la enorme relevancia de esas catorce canciones, engrandecidas por el propio Legend. Marley, que había comenzado su carrera junto a Pete Tosh y Bunny Wailer con The Wailers a comienzos de la década de los sesenta, iría pasando de un Reggae más canónico a un sonido más comercial pero no por ello menos reseñable, como decíamos. Tosh y Wailer dejaron la formación en 1974, tras haber fichado por la discográfica Island de Chris Blackwell, a cuyo icónico logo estarán siempre ligados los discos de Marley. Como The Wailers en Island habían publicado dos discos, el tremendo Catch a Fire (1973) y Burnin’ (1973). Un año después, Natty Dread ya sería firmado como Bob Marley and the Wailers, siendo the Wailers ya el grupo de acompañamiento de un Bob Marley que iba ascendiendo a figura de mito, hecho que se agrandaría con su muerte en 1981.

Hablar de Legend es hacerlo de un disco cuyas canciones forman parte del imaginario colectivo. La versión en directo del «No Woman, No Cry» (extraída del Live! de 1975 y la más conocida, diferente a la original del Natty Dread, más acelerada); la imbatible «Could You Be Loved»; las reivindicativas «Get Up, Stand Up» y «One Love / People Get Ready»; las más representativas de esa imagen del Reggae como ritmo pausado y «pasota» con el comienzo de «Is This Love» y el final de «Jamming»; y otras canciones como la delicia que es «Redemption Song» y la convulsa «I Shot the Sheriff».

Además, el resto de canciones están a la altura aunque no hayan contado con la visibilidad de las anteriores, algunas de ellas ya lamentablemente «quemadas» por haber estado sobre expuestas. «Three Little Birds» se encuadra en la misma línea que «Jamming» pero con algún toque de Calypso en esa percusión tan caribeña; «Buffalo Soldier» reivindica el papel de los soldados negros que lucharon con el Norte en la Guerra de Secesión norteamericana; «Stir It Up» es otro Reggae marca de la casa que templa el ritmo; y «Exodus» es una barbaridad que no te deja quieto, junto con el mensaje de rigor. Pero hay dos canciones que a mí me ponen la piel de gallina, dos canciones de amor como son «Waiting in Vain» y «Satisfy my Soul» en las que Marley se vuelve más terrenal para no dejar de emocionar con estas dos grandísimas canciones. Exodus (1977) contaba con cinco canciones, no en vano era su obra cumbre, mientras que el resto se repartían entre Burnin’ (1973), Kaya (1978) y Uprising (1980), con dos cada uno, y Catch a Fire (1973), Live! (1975) y Confrontation (1983), todos con uno. La versión original de «No Woman, No Cry» estaba en Natty Dread (1974), que, junto a Rastaman Vibration (1976) y Survival (1979) no aportaban ninguna canción.

Legend se queda corto para entender la dimensión de Marley y los Wailers y Island y los herederos/as de Marley fueron sacando recopilatorios a lo largo de la siguiente década. En 1986 llegó un desapercibido Rebel Music con el objetivo de recoger el lado más combativo de Marley, siendo un buen disco. En 1995 apareció lo que sería como la segunda parte de LegendNatural Mystic: The Legend Lives On. Quince canciones que a muchos nos sirvieron para descubrir que había mucho más de Marley que el Legend y que nos llevaría al resto de su discografía, pero este Natural Mystic era un sucesor más que a altura de Legend. Finalmente, en 2001 llegaría una nueva recopilación, un doble disco titulado One Love: The Very Best of Bob Marley and the Wailers con un recorrido menor ya que muchísima gente contaba con Legend. 

Insistimos, Legend es uno de los grandes recopilatorios de la música popular pero no alcanza a reflejar toda la dimensión de Bob Marley and the Wailers. Sí que es cierto que son sus canciones más populares, algunas aupadas por este propio disco como hemos comentado, a la par que la figura de Marley crecía en trascendencia. Nuestro consejo, acudan a los primeros discos de Marley and the Wailers, disfruten en su conjunto de Exodus (1977) que es para mí su gran obra, o escuchen cualquiera de sus discos. Marley es eterno, de eso es de lo que no hay duda.