The Strokes, «The New Abnormal»

Siempre he tenido sentimientos muy encontrados con respecto a The Strokes. De hecho, este The New Abnormal es el primer disco que me compró de la banda. No voy a negar su impacto con su debut en 2001, el seminal Is This It, un disco que recuperaba las guitarras y que les puso como la gran esperanza del Rock. No pudo ser, aunque el segundo disco fue notable, Room on Fire (2003). Pero, desde entonces, Julian Casablancas, Albert Hammond Jr., Nick Valensi, Nikolai Fraiture y Fabrizio Moretti no han alcanzado las expectativas creadas. Por un lado, discos irregulares que han sido cuestionados por la crítica, pero han mantenido una base de fans numerosa. Por otro lado, una trayectoria marcada por los conflictos internos y las derivas de sus integrantes. The Strokes andaban desaparecidos pero el año pasado los pudimos ver un poco en el BBK Live y se mostraron consistentes. Y llega en 2020 su sexto disco, The New Abnormal. Este trabajo ha sido acogido de nuevo con una cierta ambigüedad, con críticas positivas y otras más regulares, aunque sí que ha concitado una valoración mejor que los discos anteriores de la banda, siendo saludado como el mejor desde 2003. Y The Strokes han hecho un buen disco, pero irregular, en algunos casos parece que no atinan con el tono y en otras apuestan por el «piloto automático», pero hay algunas canciones que se te quedan. Y para su vuelta han elegido para la producción a todo un Rick Rubin, una apuesta segura.

Comienzan recurriendo a la New Wave con «The Adults are Talking», una canción que se inicia de forma un tanto apagada pero que va creciendo a medida que van metiendo las guitarras de forma sutil, y Casablancas canta en falsete, como lo hará en parte del disco. «Selfless» sigue en la misma línea melódica y de tono ochentero con esas baterías, y sonido más ambiental siendo un tema menor. Sin embargo, «Brooklyn Bridge to Chorus» es una grandísima canción, un toque de nuevo de la década de los ochenta y un sonido Pop discotequero que se te clava. «Bad Decisions», que cuenta con elementos del «Dancing with Myself» de Billy Idol, es más rockera y recuerda a los orígenes de la banda. También está a buena altura «Eternal Summer», de nuevo sonido de los ochenta, recogen a The Psychedelic Furs, Pop de sintetizadores que se va por encima de los seis minutos, que añade elementos Funk y con Casablancas cantando en falsete.

«At the Door» es una canción diferente, ambiental y atmosférica, fue el primer single pero es un tema flojo que no acaba de encaja y menos como primer single. «Why Are Sundays So Deppresing» gana con las guitarras, sonido más Pop siendo una canción más efectiva. El cierre va decayendo, «Not the Same Anymore» es más melódica aunque tiene un punto épico con las guitarras, un punto decadente que luego va creciendo. Finalmente, «Ode to the Mets» es de nuevo atmosférica y ambiental, una canción en la que parece que se gustan, un sonido Pop que va creciendo con los teclados.

The New Abnormal es un buen disco, no un trabajo notable, unas raíces muy ochenteras pero también con el sonido que podría identificar a The Strokes. Un disco descompensado, eso sí, con algunas canciones que parecen quedarse a medias, pero con otras que convencen.