«A.M.», el debut de Wilco

En 1994, a Jeff Tweedy se le había truncado la carrera que llevaba con Uncle Tupelo. Con Jay Farrar, Uncle Tupelo habían llegado demasiado pronto al auge del Americana. Cuatro discos seminales en la primera mitad de los noventa dominados por el Grunge, debutando con No Depression (1990). Pero ya contó Tweedy cómo era la relación con Farrar en su autobiografía y cómo finalizó Uncle Tupelo. Farrar se fue para formar Son Volt y Tweedy se inventó Wilco, el resto es Historia. Pero todo relato tiene un comienzo y en el caso de Wilco es este A.M. del que se cumplen veinticinco años. Con un sonido de Country Pop pero ya con sonidos de Power Pop incorporados, Tweedy seguía llegando pronto, aunque para su gran momento tendría que dar algunos giros de volante. Para la primera encarnación de Wilco, Tweedy contó con el fiel John Stirratt al bajo, y ahí sigue; Ken Commer a la batería; Max Johnston como multinstrumentista y Brian Henneman en las guitarras. Seguramente, con todo lo que han hecho Wilco en un cuarto de siglo, A.M. puede sonar como un disco «menor», y que es superado por el Being There que le sucedería solo un año después. Pero A.M. es un disco notable en el que Tweedy se muestra libre y desatado por momentos.

Comienza con la joya que es «I Must Be High» donde ya apunta maneras con esos ribetes Pop que luego desarrollaría en otros discos. «Casino Queen» es una canción fantástica de Country Rock, violín incluido, y con Jeff desatado a la voz, junto con esos coros del estribillo tan divertidos. En «Box Full of Letters» vuelve al comienzo del disco aunque es más rockera, pero igual de eficiente. Y en «Shouldn’t Be Ashamed», Tweedy canta de maravilla en un medio tiempo creciente. «Pick Up the Chance» ahonda en el Country Folk a través de otro medio tiempo. «I Thought I Held You» sigue en esa línea pero de forma más ortodoxa aunque hay una melodía Pop pero también incorpora instrumentos más tradicionales como el banjo y el pedal steel. La primera parte del disco se cierra con la más tradicional «That’s Not the Issue».

«It’s Just That Simple» es una canción de Stirrat que canta él de forma doliente, un tema lento e intenso. «Should’ve Been In Love» es otro de los temas más destacados del disco, tono melancólico con guitarras acústicas y con una melodía que te atrapa. Vuelven a los sonidos más tradicionales y ortodoxos del Country Folk con «Passenger Side» que no abandona el tono melancólico. Más intimista y acústica es «Dash 7» y muy ambiental es el medio tiempo Country «Blue Eyed Soul». Enlazando con esta última llega «Too Far Apart» en la que las guitarras eléctricas toman un protagonismo mayor.

Wilco todavía pugnaban por tomar una dirección, y ya había indicios que mostraban que lo harían por varias vías, aunque aquí primaba el Country Folk. Tweedy y compañía todavía tendrían que andar varios caminos y pronto lo harían con gente como Jay Bennett que, aunque no estuvo en la grabación del disco, ya se incorporó a la banda en 1995. Siempre es una gozada recuperar los primeros discos de Wilco que transmitían mucha frescura.