Roxy Music, la elegancia y la suntuosidad

Suntuoso hace referencia a lo magnífico, grande y costoso, también a la pompa, ostentación y opulencia. Sin duda alguna, suntuoso se puede aplicar a Roxy Music, lo mismo que elegante. Y es que los británicos son una de esas formaciones que tienen una imagen muy clara y nítida, pero también más inclasificable en cuanto a tendencias. Lo cierto es que pensar en Roxy Music siempre nos llevará a ver a Brian Ferry con su look de traje o esmoquin, y las portadas de algunos de sus discos. Pero, Roxy Music eran una banda tremenda que supieron crear un sonido propio y con personalidad. Con Brian Ferry como figura principal, esos trajes, en sus primeros años estaba Brian Eno, mientras que la matriz principal de la banda serían Phil Manzanera a la guitarra, Andy Mackay como saxofonista y Paul Thompson a la batería. Es curiosa la evolución de unos Roxy Music del Glam de comienzos de su carrera al Pop sofisticado del final de la misma. Fueron trece años en los que publicaron ocho discos, entre 1972 y 1982, con un importante éxito. A la par, Ferry también llevaba una carrera en solitario que intensificaría con la disolución de Roxy Music en 1983. De los teatrales, progresivos y muy Glam primeros discos con Roxy Music (1972) y For Your Pleasure (1973), pasando por el clásico Country Life (1974), a un sonido tan Soft Rock como el que llegaría en el tramo final de la década de los setenta y primeros ochenta, separación de dos años incluida, con Manifesto (1979) o el cierre con Avalon (1982). Esta recopilación que nos ocupa, The Best of Roxy Music, es de 2001 y se basa en la carrera de la banda, hay otras que incluyen la carrera de Ferry en solitario, y tiene la especificidad de ir a adelante hacia atrás, es decir, comienza por el final. Hay canciones de todos sus discos y es curioso ese orden, que nos muestra esa evolución de forma inversa. También es cierto que son sus canciones del final las más conocidas.

Comienzan con la elegancia de «Avalon», canción clásica con ese ritmo y esa forma de cantar de Ferry que es una muestra de la elegancia y la suntuosidad que decíamos al comienzo. Sigue luego «More than This», seguramente su mejor canción, Pop melódico para un tema más luminoso que sigue siendo imbatible. Y la versión de «Jealous Guy» de John Lennon que grabaron en 1981, con un Ferry afectado y unos solos de Manzanera y Mackay fantásticos, siendo uno de sus grandes éxitos. En «Over You», otra canción brutal, apuestan por un Rock & Roll muy de los cincuenta y destaca de nuevo el saxo de Mackay. «Same Old Scene» se basa en unos teclados y sintetizadores que adelantan lo que será la década de los ochenta, también muy lograda. Como la época estaba marcada por la New Wave, en parte, «Oh Yeah» bebe de esas fuentes con una mezcla de épica y afectación, con un Ferry desatado.

Y si de New Wave se nutría esa época, también de Disco, y Roxy Music se aproximó brillantemente con «Angel Eyes». «Dance Away» es más Soft Rock, acompasada y elegante, siendo Ferry el protagonista de la canción. «Both Ends Burning» es el salto hacia atrás, a 1975 con el disco Siren, del Glam Rock, más barroca y épica y con el saxo de Mackay de nuevo destacada. Y llegamos a otro de los clásicos, «Love Is the Drug», un sonido Funk con esa combinación del saxo y la guitarra de Manzanera, una canción que te lleva a mover los pies y que también se puede categorizar en la New Wave. «Out of the Blue» es más Rock con ese tono Glam del comienzo de su carrera, más expansiva y progresiva si cabe. En «All I Want Is You» se acercan al Art Rock y lo hacen de nuevo con un sonido más progresivo.

En «Mother of Pearl» nos encontramos con una canción de más de seis minutos que pertenece a Stranded (1973), siendo muy teatral y Glam, con un sonido muy de David Bowie. En «Street Life» encontramos un Glam Rock de la época con sus guitarras aceleradas. Y «Do the Strand» incide en la teatralidad del Glam con un sonido un tanto excesivo que da lugar a una de sus canciones míticas y con un punto dramático. «Pyjamarama» nos muestra a esos Roxy Music de los comienzos, de nuevo el Glam como protagonista pero también incorporan elementos del Funk y se ve cómo el saxofón de Mackay será clave. «Virgina Plain» es nuestra favorita de esos primeros años, muy del Glam característico de la época. Y termina el disco con «Re-Make/Re-Model», un Ferry que utiliza un tono diferente para cantar en una canción muy barroca y efectiva.

Puede que con Roxy Music nos haya pasado lo que con otros grupos, que su cantante e imagen principal haya ocultado el talento de una banda muy personalísima. Roxy Music tienen canciones brillantes y grandes discos. Han protagonizado reuniones en estos años, a la par que Ferry continuaba con una cada vez más espaciada carrera en solitario, Phil Manzanera producía discos (incluyendo a Héroes del Silencio, Bunbury, Fito Páez, Aterciopelados, Mónica Naranjo, Pink Floyd, etc.), y Mackay y Thompson contaban con unas carreras más en un segundo plano. Roxy Music, una banda que son muchísimo más que Brian Ferry y sus trajes, y que marcarían una gran influencia para movimientos de los ochenta como los New Romantics.

 

El «Fleetwood Mac» y el punto de inflexión

Cuando nos da por algo, nos da. Este es el caso de Fleetwood Mac y su época más triunfante, la que viene marcada por la llegada a la banda de Stevie Nicks y Lindsey Buckingham. Un punto de inflexión con todas las letras. Hace unas semanas nos detuvimos en el recopilatorio de la banda publicado en 1988, un momento que marcaba el final de una etapa. Acababan de triunfar de nuevo con el sonido ochentero de Tango in the Night (1987) y Lindsey Buckingham había abandonado la formación. Desde entonces, como ya vimos, todo fue una sucesión de idas y venidas, sólo tres discos más y giras triunfales. Pero, esta parte de la historia comienza en 1975 cuando la pareja Stevie Nicks y Lindsey Buckingham se incorporan a Fleetwood Mac, donde permanecían los dos miembros fundadores, Mick Fleetwood y John McVie, junto a Christine McVie que estaba en la formación desde 1970. Los Fleetwood Mac no habían dejado de publicar discos desde su formación, pese a los cambios de integrantes y de estilo, y el anterior era Heroes Are Hard to Find (1974). Sin embargo, les costaba despegar comercialmente y aquel fue el último disco con Bob Welch a las guitarras y en labores compositivas, había realizado seis de los once temas del disco. Buckingham y Nicks habían publicado un disco como dúo en el sello Polydor y fue producido por Keith Olsen, que sería el productor de Fleetwood Mac, el décimo disco de la banda convertida ya en quinteto. Nos encontramos ante un punto de inflexión en toda regla con un disco que llegó al número 1 y que vendió millones de discos, un trabajo que marcará las bases de la banda, un sonido de Soft Rock marcado por las composiciones de sus tres principales compositores e intérpretes. De esta forma, Christine McVie asumió cuatro canciones; Nicks realizaría tres; Buckingham dos; Buckingham y McVie firmarían una canción conjunta; y otra sería de compositores externos.

El comienzo es para la acelerada «Monday Morning» (Buckingham), muy animada y con unas guitarras fantásticas, junto con un estribillo que se pega. Luego llega el turno de «Warm Ways» (McVie), balada intensa interpretada por la propia McVie, una canción a la que igual le pesa el tiempo. «Blue Letter» la componen Richard y Michael Curtis y canta Buckingham, que cuenta con un tono de Rock americano de raíces. Y llega el momentazo de «Rhiannon» (Nicks), de la que ya hablamos hace unos meses y que es una de esas canciones eternas que marcará el canon de Nicks. Tremenda, como la guitarra de Buckingham. Luego llega «Over My Head» (McVie) en la Christie se sale, un medio tiempo de sonido más liviano pero igual de efectivo. Una maravilla. Y la primera parte se cierra con otra canción de Nicks, «Crystal», en la que la voz la pone Buckingham y que cuenta con el contrapunto de Nicks, un medio tiempo que va cogiendo fuerza.

La segunda parte comienza con otro clásico, «Say You Love Me» de McVie, una canción atractiva que de nuevo se basa en el Rock americano y en una influencia Country de fondo. «Landslide» es un tema acústico de Nicks, una balada en la que destaca su voz y forma de cantar. Y en «World Turning» se produce la colaboración en la composición entre Buckingham y McVie, cantando ambos en una canción de influencias Country que también está entre las cimas del disco. A continuación, «Sugar Daddy» es otro tema de McVie en la que sigue su tono con un lugar destacado para el diálogo entre los teclados de la propia McVie y la guitarra de Buckingham. El cierre es para «I’m So Afraid» de Buckingham, una canción que iba destinada al segundo trabajo con Nicks, siendo un tema de Rock duro que también suena perfecto y por el que no ha pasado el tiempo.

Como hemos señalado, todo un punto de inflexión el décimo disco de Fleetwood Mac, nueva formación, cambios en el estilo y la capacidad de generar algo único e irrepetible. Luego van a llegar la catarsis del Rumours (1977) y la ambición del Tusk (1979), a los que volveremos las próximas semanas. Mientras tanto, Fleetwood Mac.