20 canciones de 2018 (del 10 al 6)

Penúltima tanda de nuestras canciones para este 2018 que se nos va. Y aquí hay algunas sorpresas, no el fenómeno musical del año en España, pero sí los trabajos en solitario de los cantantes y líderes de dos de las bandas más respetadas del Rock alternativo norteamericano y mucho Soul, aunque con un punto moderno.

10. Rosalía, «Pienso en tu mirá»

Rosalía tenía que estar en nuestra lista porque «El mal querer» es uno de los discos del año con todo merecimiento. Su fuerza, talento e inteligencia en esa mezcla entre diferentes estilos la ha situado en lo más alto. Nos quedamos con Pienso en tu mirá, su segundo single de adelanto, una canción que a muchos nos hizo fijarnos en Rosalía, descubriendo un sonido muy interesante, esa mezcla entre sonidos electrónicos y flamencos, y que nos llevó al resto del disco, aunque también se merecía estar en esta lista Di mi nombreSergio Andrés Cabello

9. J Mascis, «See You at the Movies»

Si hay un disco que me ha impactado este final de año es «Elastic Days», el nuevo trabajo en solitario de J Mascis de Dinosaur Jr y que todavía no nos ha dado tiempo a publicar, pero no será por ganas. Como disco, estoy convencido de que se encuentra entre los mejores del año, con esa combinación de las melodías con la potencia de las guitarras eléctricas. El comienzo es para una brillantísima See You at the Movies, una canción más cercana al Power Pop que te conquista por la melancolía que transmite, esas guitarras acústicas y la forma de cantar de J Mascis, y con una letra para analizar. Sergio Andrés Cabello

8. Nathaniel Rateliff & The Night Sweats, «Hey Mama»

No había duda, Nathaniel Rateliff & The Night Sweats iban a estar en esta lista por un gran disco, «Tearing at the Seams»y por lo que representan para el Soul en la actualidad. La fuerza de Rateliff, la potencia de su banda y unas canciones redondas lo sitúan entre lo mejor del año. Y había duda entre Hey Mama y Baby I Know, dos temas intensos y emocionantes. Elegimos la muy emotiva Hey Mama, letra basada en el fallecimiento del padre de Rateliff, un tema que comienza suave para ir creciendo apoyado en la sección de viento y en la voz rompiéndose de Rateliff en el tramo final. Sergio Andrés Cabello

7. Jim James, «Throwback»

Somos muy de Jim James en Los Restos del Concierto, y por supuesto de My Morning Jacket, una de las bandas más relevantes de las dos últimas décadas. La carrera de Jim James en solitario ha sido más experimental, se ha abierto a otros sonidos, pero con «Uniform Distortion» volvió a sonidos que recordaban a los primeros discos de My Morning Jacket. Está claro que se lo pasó bien James en esta grabación y aquí nos teníamos que decidir entre Throwback y All In Your Head, la canción seleccionada por Javier Castro. En Throwback la voz de Jim James se muestra cristalina, una melodía esplendorosa, una canción que transmite unas sensaciones muy positivas y que tiene un sonido maravilloso. Sergio Andrés Cabello

https://www.youtube.com/watch?v=GJ_kS4eECHA

6. Leon Bridges, «Beyond»

Con un álbum («Good Thing») más asimilado al nuevo soul y con una menor evidencia de referencias clásicas, este joven texano modernizaba en parte su sonido y se confirmaba como figura a seguir de la actual música negra. Beyond es uno de los temas que se sale de la tónica señalada y sale reforzado con la intimidad acústica de la guitarra, a la manera de la fantástica River de su anterior disco, y la en apariencia sencilla calidez de la melodía. Otra canción excelente de un artista al que se le adivina un gran futuro. Javier Castro Senosiain

20 canciones de 2018 (del 15 al 11)

Segunda tanda de las veinte canciones que hemos seleccionado para este 2018. Y de nuevo nos dejamos llegar por el eclecticismo y la diversidad. En este caso, de nuevo veteranos y veteranas de la escena musical, regresos interesantes, estrellas emergentes pero consolidadas y uno de nuestros grupos nacionales favoritos.

15. Kurt Vile, «Loading Zones»

El bueno de Kurt Vile regresaba en 2018 tras su trabajo del año pasado con Courtney Barnett, que también tuvo su presencia en la lista de las mejores canciones de 2017, Over Everything ocupó el tercer puesto. Con «Bottle It In», Vile se ha ido a un disco larguísimo que no se resiente en ningún momento. Había la duda entre Loading Zones y One Trick Ponies, que fue el tema elegido por Javier Castro. Al final ha caído la primera, sonido canónico de Vile pero con matices, un tema con un sonido más moderno si se quiere, incluso por momentos frasea más que canta, aunque sin dejar su esencia. Sergio Andrés Cabello

14. Christina Rosenvinge, «Pesa la palabra»

Inspirada en Manuel Díaz «El Cordobés» y su romántico esfuerzo por lograr el reconocimiento de su padre, esta canción es un retrato masculino más de entre los que conforman el último disco de Christina Rosenvinge «Un hombre rubio», extraordinario capítulo (quizás el mejor) de una carrera que este año ha recogido un merecido reconocimiento con el Premio Nacional de las Músicas Actuales a una trayectoria de cada vez más altos vuelos. Pesa la palabra es un tema de preciosa y por momentos descarnada letra, erigido casi en exclusiva sobre el piano, en el que la intérprete sabe alcanzar sutilmente unas emociones poderosas. Javier Castro Senoisiain

13. Franz Ferdinand, «Feel the Love Go»

Hacía cinco años que Franz Ferdinand no sacaban material propio, si dejamos de lado su trabajo de 2015 con Sparks. Alex Kapranos y compañía regresaban con cambios en la formación y sin presión y les salió un disco notable con algunas canciones a la altura de sus hits clásicos de la primera década del siglo XXI. «Always Ascending» fue una sorpresa muy agradable y podríamos haber elegido también la propia «Always Ascending» pero nos quedamos con Feel the Love Go, un tema para no dejar de bailar, ese estribillo y el puente anterior, y que tampoco te lo puedes quitar de la cabeza, y con otro vídeo divertidísimo marca de la casa. Sergio Andrés Cabello

12. Father John Misty, «Disapointing Diamonds Are the Rarest of Them All»

En un bienvenido ejercicio de simplificación, el talentoso Joshua Tillman regresaba apenas un año después del fantástico y desmesurado «Pure Comedy» con una muestra más simple y despojada de su propuesta musical sin por ello perder emoción ni belleza. Con «God´s Favorite Customer» retomaba la vía más colorista del folk y completaba un cancionero cargado de aciertos, uno de los cuales es sin duda este tema en una línea setentera de pop clásico al piano en el que la voz vuelve a sostener gran parte del peso y la orquestación (en la que colabora Mark Ronson al bajo) lo amplifica hasta alcanzar un pletórico final. Javier Castro Senosiain

11. Egon Soda, «Te pierdo»

Entre Espíritu de la Transición (canción propuesta por Sergio) y este Te pierdo, finalmente nos decantamos por esta última para representar uno de los discos nacionales del año, sin duda. En una de las pocas concesiones al sentimentalismo dentro de un «El rojo y el negro» poblado de referencias a la actualidad social, Ferrán Pontón pone su pluma al servicio del desgarro emocional en este soul pasional que arde sobre guitarras y teclados y que Ricky Falkner canta estupendamente, con mención especial para el hermanamiento con que la banda al completo asume a coro la despedida. Javier Castro Senosiain

Andrés Calamaro, «Cargar la suerte»

Andrés Calamaro ha regresado con material nuevo después de cinco años tras el considerado menor Bohemio (2013). Calamaro es una de las principales voces del Rock & Roll en español y no vamos a descubrirlo ahora y aquí, todo lo contrario. En Los Restos del Concierto somos muy calamaristas, si has hecho Alta suciedad (1997), Honestidad brutal (1999), los discos con Los Rodríguez y muchas más cosas, pues poco queda por decir. Es cierto que su carrera en las dos últimas décadas ha estado marcada por una cierta irregularidad, la búsqueda de nuevos sonidos y la presencia de referencias más tradicionales también le otorgó un importante capital simbólico, pero en algunos momentos parecía un tanto acomodado. Tampoco ayudan algunas de sus declaraciones pero eso es otra cuestión. Calamaro ha regresado con Cargar la suerte, referencia taurina en el título, y nos encontramos con su mejor disco de la última década y media seguramente. Es un trabajo en el que vuelve a las esencias más rockeras, grabado en Los Ángeles con prestigiosos músicos de sesión norteamericanos, junto a su habitual Germán Wiedemer a los teclados, y con presencia de secciones de viento, de cuerda y del pedal steel. El disco nos recuerda, obviamente sin alcanzar el nivel y sin aquellos hits, a Alta suciedad por su forma de realización, grabado de la misma forma en New York. Es un trabajo que gana mucho con las escuchas, en el que Calamaro ha cuidado más las letras y que está marcado por la melancolía de muchos de sus temas, medios tiempos crecientes.

Abre el disco «Verdades afiladas», una canción clásica del Rock & Roll como medio tiempo nostálgico y con una presencia destacada de las guitarras. «Transito lento» es una de mis favoritas, tiene mucho swing con esos vientos fantásticos y también destaca el órgano. En «Cuarteles de invierno» hay mucha elegancia, la letra es muy buena, y las cuerdas le encajan perfectamente. No se sale de esa línea con «Diego Armando canciones», poco que añadir al título, un tema muy agradable con el pedal steel destacado. Sigue con el mismo en «Las rimas», otra de las canciones más relevantes, un sonido más épico y grandioso, más rockero y con su voz brutal. La primera parte se cierra con esa misma línea en «Siete vidas», más rockera y guitarrera.

«Mi ranchera» es triste y melancólica, ya el piano del comienzo lo dice todo, y la combinación de cuerdas y vientos es acertada. En «Falso C.V.» regresa a sonidos más acelerados, el órgano también le da un toque diferente y en «My Mafia» vuelve a la melancolía, predominando la acústica y de nuevo el pedal steel. «Adán rechaza», otra letra destacada, nos recuerda a los discos con Los Rodríguez en algunos momentos, también las guitarras vuelven a ser protagonistas. «Egoístas» es muy interesante, medio tiempo de nuevo con el apoyo del pedal steel y otra letra de las más interesantes. El cierre no podía ser otra manera que para la nostálgica «Voy a volver», toda una declaración de intenciones.

Andrés Calamaro ha creado un disco interesante, ha vuelto un poco a sus orígenes más rockeros y, aunque es un disco de combustión lenta, necesita de escuchas, te convence.