Alicia Keys o la constancia en el complejo mundo del neosoul y el R&B contemporáneo

tumblr_static_3dnghg06bk6cocs8440wswk4cAlicia Keys acaba de publicar su nuevo trabajo, Here, que ha llegado casi sin hacer ruido tras su quinto disco de 2012 Girl on FireHere parece un punto de inflexión en la carrera de la neoyorquina tras una trayectoria ascendente en sus primeros tres discos y otros dos en los que parecía estar difuminándose. Esto no es una novedad y más en un mundo tan complicado con el del R&B y el Soul contemporáneo, aunque Keys no se encuadra dentro de la corriente revival sino en la que ecléctica, muy abierta a las influencias del Rap y el Hip Hop. Por lo tanto, Alicia Keys jugaría en la misma liga que Beyoncé y compañía pero la cosa no es tan sencilla y merece la pena detenernos en un repaso de su carrera antes de analizar en unas semanas Here.

Cuando Alicia Keys apareció en 2001 contaba con veinte años y se fue presentada como un talento gracias a su formación clásica, ese piano omnipresente especialmente en sus comienzos, y una voz poderosas. Descubierta por Clive Davis, que le produjo su primer disco, uno de los capos de la industria discográfica, su trayectoria iba lanzada aunque con pasos firmes. Cuando publicó Songs In A Minor impactó por su voz y sus composiciones, y por esa ‘anomalía’ que era el piano. Eran los años en los que los grandes referentes con los que podía ‘competir’ Keys tampoco estaban en su mejor momento. Salvando el caso de Macy Gray, Lauryn Hill y Erikah Badu habían iniciado otros caminos (que luego seguirá Keys), Beyoncé todavía no había roto con Destiny’s Child y faltaban dos años para Crazy in Love, y Toni Braxton o Mary J. Bigle, por ejemplo, iban de bajada. Enseguida se le comparó con Aretha Franklin por ese registro que mostraba en un ‘Fallin’ que la colocó en el mapa, con sampleado del ‘It’s a Man’s Man’s Man’s World’ de James Brown. Keys componía la mayoría de sus temas y ‘Fallin’ era tremenda, acercándose más en este disco al Soul y que, quince años después, suena más ingenuo si se quiere. El disco se inicia con toda una declaración de intenciones, ‘Piano & I’, y contenía joyas como la fantástica ‘A Woman’s Worth’, ‘Girlfriend’ o la versión del ‘How Call You Don’t Call Me’ de Prince.

Tras el descomunal éxito de su debut, el segundo paso había que hacerlo con mucho cuidado y no salió tan redondo. Sin ser un mal disco, The Diary of Alicia Keys (2003) se presenta como un trabajo de evolucionar, incorporando más elementos del Hip Hop y con Keys ya a la producción. Por allí van a pasar también un emergente Kayne West o Timbaland y aparecerán temas como ‘If Ain’t Got You’ o la redonda ‘You Don’t Know My Name’. Pero cuando Alicia Keys da un salto hacia adelante es con su tercer trabajo, el muy maduro y sobresaliente (es mi disco favorito de ella) As I Am (2007), con esos títulos donde sigue marcando su trayectoria. Es un disco muy recomendable que oculta joyas como ‘Wreckeless Love’, ‘Where Do We Go From Here, ‘Sure Looks Good To Me’ o la delicada ‘Like You’ll Never See Me Again’, y temas como la más dura ‘Go Ahead’, los singles de turno como ‘No One’ y ‘Superwoman’ (aquí incorpora a Linda Perry, vaya), la muy Soul ‘Teenage Love Affair’, etc. Claro que ya es otro contexto, Beyoncé, Rihanna y compañía se imponen en su campo.

Pero en sus siguientes pasos tropieza, pareciendo no querer perder el tren. Primero con un trabajo que le queda largo y difuso, The Element of Freedom (2009), que ya en su momento me dejó poco convencido y que, retomando sus escuchas estos días, me deja todavía más indiferente. Claro, su voz es fantástica y todavía aporta algunas canciones interesantes, pero en su conjunto se resiente. Incluso cuenta con dúo con Beyoncé, ‘Put in a Love Song’ y hay colaboraciones como la de Jay Z y otros productores del Hip Hop. Girl on Fire (2012) supuso mi deserción de Alicia Keys, en ese momento escuché sus primeros singles y no me convencieron, siendo un disco que cuenta de nuevo con colaboraciones como John Legend, Dr. Dre, Jamie xx, su pareja y padre de sus dos hijos el rapero Swizz Beatz, el bluesman Gary Clark Jr., Bruno Mars, el veterano Babyface, Frank Ocean…Es decir, todo un elenco de figuras de diferentes estilos musicales. Y ahí me quedé con Alicia Keys, recordando sus primeros discos, pero este final de 2016 nos ha traído Here y me he reencontrado con ella, un disco muy recomendable dentro de la evolución de Keys. En breve, en Los Restos del Concierto, pero primero me apetecía abordar su carrera, constante con sus altibajos pero siempre con honestidad, en un mundo tan complicado como el de las mujeres del R&B, del que hemos hablado en alguna ocasión, con artistas tan grandes como Lauryn Hill, Erikah Badu, Macy Gray, la propia Beyoncé, la sorpresa del año que la hermana de esta última Solange con un disco tan político como el de su hermana o más como es A Seat At The Table. Alicia Keys parece también tomar esa dirección, como veremos, aunque su primer single haya sido la más intrascendente y edulcorada ‘Blended Family (What You Do For Love)’, que queda empequeñecida por el conjunto del trabajo.

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