La M.O.D.A., ‘Salvavidas (de las balas perdidas)’

La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.) es una de esas bandas que nos tienen atrapados en Los Restos del Concierto desde que los vimos en el BBK Live en un lejano ya 2014. Desde entonces, han caído más conciertos y hemos disfrutado de sus dos trabajos anteriores, los muy destacados ¿Quién nos va a salvar? (2013) y La primavera del invierno (2015). Con su mezcla de Folk y Rock & Roll y las letras de David Ruiz, unidas a su característica voz ronca, y todo ello con una rica instrumentación, se han ganado un merecido hueco en el panorama musical nacional. También hemos tenido numerosos debates acerca de su valor, algunos buenos amigos no acaban de verlos, gustos son colores. Por eso, su tercer disco también lo esperábamos con muchas ganas, con unas elevadas expectativas. Salvavidas (de las balas perdidas) se presenta como un intento de ir más allá, de avanzar sobre sus dos propuestas anteriores pero sin perder su identidad, constituyendo sin duda el trabajo menos accesibles de los burgaleses y también el menos logrado. No quiere decir que sea un mal disco, al contrario, pero sí que es cierto que mientras la instrumentación funciona bastante bien en muchos de los temas, algunas letras posiblemente merecerían un mayor trabajo. En este sentido, se observa un intento de la formación por superar sus propios límites aunque no es menos cierto que donde mejor funcionan es en esos himnos tabernarios que les enlazan con The Pogues, entre otros.

El comienzo va en esa dirección y ‘Mil demonios’ te atrapa con fuerza, es una canción combativa en la que destaca el acordeón característico de la banda. Con ‘La inmensidad’ comienzan con una serie de temas ambiciosos, es más oscuro, y Ruiz prácticamente práticamente frasea para darle más énfasis al mensaje, pero en algún momento la canción no acaba de funcionar tanto como promete. La misma situación se da con ‘Océano’, aunque también tiene algunos logros, mientras que ‘Una canción para no decir te quiero’ gana con las escuchas, es un tema que tiene un punto épico y melancólico que sí que encaja. ‘Héroes del sábado’ nos devuelve a una M.O.D.A. más reconocible, es una gran canción en tono himno y con una instrumentación fantástica que le da un peso más profundo, con una letra más compleja, y con un tono al final más rockero. En ‘O Naufragar’ sigue con el tono político, lo incrementa, y se pone más trascendental, es también más sombría y la voz de Ruiz resuena con fuerza y garra para explotar el tema en una segunda parte relevante.

De esta forma lo enlazan con ‘Himno nacional’, otra de las canciones más destacadas del disco, muy reivindicativa y que también va cogiendo fuerza con las escuchas. Interesante es ‘Campo amarillo’, un tema de carácter muy político y social y que mira a esos campos castellanos tan olvidados y en un segundo plano, canción emocionante pero que igual tendría que haber profundizado en algunas de las rimas. En ‘Los locos son ellos’ comienzan con la voz del cantaor Manuel Molina y es un tema muy diverso y complejo que en algunas ocasiones parece perderse. ‘Vals de muchos’ es un medio tiempo en el que Ruiz frasea y el cierre es para la fantástica ‘La vieja banda’, un tema más festivo que rompe con el tono sombrío de buena parte del disco.

Ahora sólo nos queda volver a ver a La M.O.D.A. en directo, lo cual estamos esperando, para disfrutar de sus viejas canciones y de los nuevos temas, que estamos seguros que ganaran en vivo. La M.O.D.A. ha dado un paso natural, una apuesta complicada que les reafirma en su identidad. Nosotros seguiremos defendiéndolos en los debates que procedan porque no nos cabe duda que son una gran banda.

 

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