El triunfo de Queen fue transversal, gustaban a casi todo el mundo, había canciones que podían encajar en casi todos los nichos, desde mi madre hasta el heavy del bar de abajo, y eso era difícil de conseguir. Sin embargo, estos días, escribiendo sobre Queen he recuperado algunos de sus discos y no acabo de entender qué me dio en aquellos años. En general, hay temas que se pueden considerar clásicos pero la mayoría no se pueden entender sin su contexto. Seguro que yo soy el raro, pero creo que pasará tiempo antes de que vuelva a escuchar sus discos. Retomando el hilo de nuestro relato, volvemos a mi primer disco de Queen, en casete, que fue The Miracle en 1989. Para entonces, Mercury sabía que había contraído el SIDA y se observa en los vídeos un aspecto más demacrado. No es un buen disco, de hecho valdría quedarse con ‘I Want It All’, un tema ensombrecido por los grandes hits de la banda, y poco más. Incluso algunos temas son muy menores como ‘Scandal’ o la menos recomendable ‘The Invisible Man’, pero ese toque de ‘I Want It All’ con esos riffs de Brian May y esos coros enganchaban. Por aquel entonces recuerdo que se anunció en Rockopop (programa televisivo de la época) que Queen no harían gira. Eso era una sorpresa porque la banda lo llenaba todo pero Mercury ya estaba bastante enfermo.
El ya mencionado Innuendo salió poco antes de la muerte de Mercury y ya comentamos que su aspecto era muy duro de ver en los vídeos, después de su fallecimiento se señalaba las dificultades de maquillaje para los mismos. Innuendo tenía que haber sido el epitafio discográfico de Queen, ahora sí un buen disco que aunaba la tragedia irremediable y la celebración de la vida. El barroquismo y la épica de ‘Innuendo’ y sus giros remitían a ‘Bohemian Rhapsody’, ‘These Are the Days of Our Lives’ sigue poniendo los pelos de punta y ‘The Show Must Go On’ se convirtió en un himno irremediable. Cuando Mercury falleció el 24 de noviembre de 1991 se convirtió en uno de los grandes mártires del Rock & Roll y el Pop víctima de una enfermedad como el SIDA. Los moralistas no perdieron la oportunidad de caer sobre el estilo de vida de Mercury, pero eso daba igual, Queen ganaban un reconocimiento ya no sólo de público sino también de crítica. Este hecho se vio materializado en el concierto homenaje en Wembley en abril de 1992, un acontecimiento global para numerosas generaciones con momentos que, hasta ese momento, parecían imposibles como Elton John y Axl Rose cantando juntos ‘Bohemian Rhapsody’, aunque Rose siempre reconoció a Queen como una de sus grandes influencias en su Indiana natal.
El legado de Queen comenzó a proliferar, recopilaciones por doquier y numerosos fans conocieron su época de los setenta. Podía haberse quedado ahí la cosa, ¿por qué no? El reconocimiento era global y no había necesidad pero…pero se dieron una serie de pasos que dinamitaron buena parte de su capital simbólico, o todo. Primero, la exposición brutal a la que fuimos sometidos, con esos temas sonando sin parar (¿cuánto tiempo tuvo que pasar para aborrecer el ‘We Are the Champions’ o el ‘We Will Rock You’?, no mucho). Pero, ¿era necesario sacar un disco póstumo?, bueno, es legítimo si tienes material aunque no sea muy destacable pero ¡¡¡llamarlo Made in Heaven!!! Vale, la canción estaba antes de fallecer Mercury…pero no me diréis que queda bien porque como campaña de marketing les pudo funcionar pero no es de recibo. Bueno, pues eso pasó en 1995 y ese disco supuso un gran éxito para la banda, aunque desconectada de las generaciones que se habían entregado al Grunge, al Britpop, al Neo Punk…En comparación con ellos, ¿había algo más anacrónico que Queen?, posiblemente no pero Queen habían ganado la transversalidad como hemos dicho.
En 1997, John Deacon, el bajista taciturno y ya no en segunda o tercera fila sino en cuarta (pero compositor de algunas de las mejores canciones de la banda) se bajó del carro imagino que espantado. Mientras tanto, May y Taylor actuaban con gente como Elton John, George Michael, Robbie Williams, Wyclef Jean, etc., y seguían publicando recopilaciones y directos, el Greatest Hits III llegó en 1999 con algunas de estas colaboraciones. Funcionar, funcionaban, en caso contrario no saldrían al mercado, pero no creo que haya habido banda o artista que haya tenido tantas recopilaciones y directos (más incluso que The Doors y mira que era difícil). Pero el dislate continuaba y el siguiente paso fue una refundación de Queen con Paul Rodgers (Free y Bad Company) a la voz en 2004. Ufff, eso encendió a muchos fans, porque además el registro vocal de Rodgers tampoco era el de Mercury, el primero estaba más cercano al Blues y al Rock & Roll más profundo. Pero la cosa no fue mal porque llenaban en conciertos, publicaban directos y hasta un disco con materiales nuevos, The Cosmos Rocks (2008). Es curiosa la portada del disco con el nombre de Rodgers mucho más pequeño que el de Queen…en fin, incluso en los directos tocaban el gran Hit de Rodgers, el ‘All Right Now’ de Free. La relación duró hasta 2009 pero Taylor y May no cejaron en su empeño y en 2011 comienzan a incorporar a Adam Lambert, del programa American Idol, haciéndolo fijo al año siguiente. Eso era todavía más duro y el poco capital simbólico que le quedaba a Queen terminó de hundirse. Lo de Rodgers igual era una combinación rara pero Lambert…Sin embargo, el directo no les iba mal e incluso todavía tuvieron tiempo de encontrar más material inédito para sacar Queen Forever (2014) donde había un tema hasta con Michael Jackson, que como todos sabemos falleció en 2009. Por lo menos no han sacado un disco con Lambert, aunque dales tiempo, mientras siguen girando por el mundo.
Han pasado más de dos décadas desde que me dio esa fiebre por Queen. En estas semanas de preparación de esta serie de artículos he escuchado algunos de sus discos y me mantengo en mi valoración, creo que han envejecido mal, especialmente unos más que otros. Puede que la sobrexposición y la explotación de sus temas les haya perjudicado todavía más. Queen pertenece a otra época y lo miro con ojos de la nostalgia, como cuando recuerdo a mi madre descubriendo ‘Bohemian Rhapsody’ al fallecer Mercury. Queen tienen algunas aportaciones interesantes, me quedo con canciones como ‘Tie Your Mother Down’, ‘Under Pressure’, ‘Another One Bites The Dust’, ‘These Are the Days of Our Lives’, ‘Crazy Little Thing Called Love’, ‘Somebody to Love’, ‘Keep Yourself Alive’, etc., y no puedo negar la calidad de ‘Bohemian Rhapsody’, ‘We Will Rock You’, ‘We Are the Champions’, ‘I Want it All’, ‘I Want to Break Free’, entre otras, pero están tan manidas. En breve se cumple el veinticinco aniversario de la muerte de Mercury y habrá tiempo para efemérides, nos hemos adelantado unos meses. Con respeto, con un cierto cariño y con un nostalgia, se lo curraron.