Phil Cook, «People are my Drug»

Ilustre músico de sesión, especialmente habilidoso a la guitarra y el banjo además del piano, no fue hasta 2015 que Phil Cook dió el paso hasta la primera línea para empezar a firmar las canciones bajo su nombre con el precioso debut «Southland Mission». También acompañado entonces en la producción por su hermano Brad Cook, con quien compondría hasta 2012 la desaparecida banda de folk psicodélico Megafaun además de coincidir con Justin Vernon (Bon Iver) en DeYarmond Edison hasta 2006, vuelve con una excelente muestra de habilidad, cultura y gusto musicales.

En esta ocasión combina las creaciones propias (cuatro) con las versiones (cinco) para componer un conjunto perfectamente engarzado con la colaboración de su banda The Guitarheels, además de repetir aportación vocal de Amelia Meath (Sylvan Esso). Habitual en las grabaciones de Mathew E. White, Hiss Golden Messenger o Blind Boys of Alabama entre otros, en apenas diez días reunió a la banda y grabó estas nueve canciones que rebosan energía y emoción. Además de sus composiciones propias, en solitario o en colaboración, incluye versiones de Randy Newman, Allen Toussaint o MC Taylor, en un conjunto de indudable sabor clásico cuya escucha resulta fresca e incluso espontánea. Así, de entre las composiciones propias cabe destacar el animado blues inicial Steampowered Blues o la suave composición junto a Amelia Meath de la simple y preciosa Miles Away, la potencia emocional de la balada Another Mother´s Son o la rítmica interpretación al piano de Deeper Kind. El gospel tiene un especial protagonismo en varias canciones como en Tide of Life o en He Gives Us All His Love. Completan el disco las más folkies Now That I Know, plena de melodía y ritmo y la lenta y acogedora Tupelo Child para concluir con la maravillosa Life, que crece fluida hasta el grupal y contagioso cierre.

Efectiva inyección de energía positiva la que desprenden estas canciones que nos han descubierto a un más que brillante intérprete. Música con las justas pretensiones en este infeccioso divertimento que desde la sonrisa de su autor nos alcanza como parte de esa gente a la que hace alusión el título.