«Steve McQueen» de Prefab Sprout o uno de esos discos que te salvan la vida

No, no me apetece nada salir de Prefab Sprout. Están siendo unos meses en los que me agarro a sus discos y no paro de escucharlos, descubriendo los matices de los mismos, de los tres grandes clásicos que hicieron: Steve McQueen (1985), From Langley Park to Memphis (1988) y Jordan: the Comeback (1990). Aquí ya hemos escrito sobre ellos en no pocas ocasiones, la última sobre su recopilatorio A Life of Surprises: The Best of Prefab Sprout (1992). Se me acaban los adjetivos calificativos para definir el talento compositivo de Paddy McAloon y lo que hizo junto a Wendy Smith, Martin McAloon y Neil Conti. Así que me voy a detener en Steve McQueen que cumple treinta y cinco años y está considerado por muchas personas como su mejor trabajo y un clásico imperecedero de la historia de la música Pop. Tengo clarísimo lo segundo pero, a lo largo del tiempo, no sabría con cuál quedarme de los tres discos de Prefab Sprout si tuviese que elegir uno de ellos. Me quedaría con los tres, obviamente, pero está claro que Steve McQueen es su punto de inflexión en su carrera y que tiene algunos de sus clásicos, aunque no sus canciones más conocidas que se quedan en From Langley Park to Memphis. Prefab Sprout no tenía tampoco un fácil encaje en las tendencias de los ochenta. Ni eran Post Punk ni tampoco de los «New Romantics». Tampoco tiraban de sintetizadores. Hacían un Pop sofisticado al que Paddy McAllon incorporaba elementos del Jazz e incluso de la Bossa Nova y otros ritmos latinos. La verdad es que era difícil etiquetarles, ni falta que hacía. Sí, eran melancólicos y nostálgicos aunque sin la épica o el dramatismo de los Smiths, por ejemplo. El sello era bastante único. Con Steve McQueen llegaba el segundo disco tras un debut con Swoon en 1984. Aunque a Steve McQueen no le fue comercialmente muchísimo mejor que al anterior, sí que sirvió para colocarlos en el mapa. Estamos ante una maravilla, una obra maestra, que fue producida por Thomas Dolby.

«Faron Young» es el comienzo donde McAloon demuestra sus inquietudes, una canción que incorpora elementos del Country y que se va hacia elementos futuristas, con unas guitarras poderosas. Es un inicio que «engaña» porque llega luego «Bonny», un Pop brutal que asciende con un Paddy McAloon que demuestra también sus dotes como cantante y que cuenta con unas guitarras crepusculares. «Appetite» es otra maravillosa canción Pop con una producción de Dolby excelsa y en la que destacan el juego de voces de McAloon y Wendy Smith, una de las señas de la identidad de la banda. Y llega «When Love Breaks Down», para mí su mejor canción, lo he comentado aquí en más de una ocasión y nunca se me dejarán de poner los pelos de punta, cómo asciende y cómo te cala, esa guitarra que encaja a la perfección, la forma de cantar de McAloon. «Goodbye Lucille #1», el «Johnny Johnny», es otra de las joyas del disco, vaya texturas y cómo va creciendo. «Hallelujah» es una canción más compleja pero dentro del Pop elegante que hacían.

La segunda parte comienza con «Moving the River», menos conocida pero igualmente imbatible, con un bajo y una guitarra que incorporan algunos elementos Funk, sutiles, y un estribillo arrebatador. En «Horsin’ Around» apuestan por esos toques latinos, en la percusión y el ritmo, aunque luego adopta un tono más orquestal. «Desire As» tiene un punto jazzístico que también está presente en la obra de Prefab Sprout, aquí con la incorporación del saxofón. «Blueberry Pies» es la más experimental y compleja y el cierre es para «When the Angels» con las dos voces de McAloon y Smith como protagonistas.

Nada más que decir. Como he comentado alguna vez, por edad llegué a Prefab Sprout cuando sacaron «Cars and Girls» and «The King of Rock ‘n’ Roll», tres años después, vídeos que ponían constantemente. Sin embargo, durante años el Steve McQueen estuvo ahí, como una llamada que no atendía, porque se hacía referencia al mismo en numerosas influencias de artistas. Prefab Sprout son uno de los grandes clásicos, una banda que trascendió a una época con las bases de la misma, normal que haya tantas bandas y artistas que tratan de sonar como ellos, pero es muy difícil de conseguir. Paddy McAloon solo hay uno y la segunda mitad de los ochenta de Prefab Sprout es tan impactante que solo queda disfrutar de estos discos.