Te falta un paso…

A veces ya sabéis que nos gusta darle vueltas a algunas cuestiones y en las últimas semanas venimos debatiendo Javier Castro y un servidor sobre algunas bandas que parece que sí, que van a pasar a la primera línea, esa en la que aparecen los cabezas de cartel de festivales o que son más conocidas por el público, pero que se quedan en una segunda línea. Ojo, no estamos negando su calidad y todas ellas nos parecen fantásticas pero les ha faltado un paso que, o bien todavía pueden dar o perdieron su oportunidad. Obviamente, aquí no hay un carácter científico porque, por ejemplo, unos Wilco aparecen en la segunda línea del Mad Cool, y consideramos a Wilco unos iconos. Pero hay bandas que han llegado hasta esas primeras posiciones, como por ejemplo The Black Keys, The White Stripes en su momento, Arcade Fire, Arctic Monkeys, y otras que podríamos mencionar. Como decíamos, sin pretensiones ‘científicas’, algunas de ellas han generado debate, otras las teníamos claras.

Band of Horses o el no aprovechar el momento

Band of Horses es una de nuestras bandas favoritas desde 2010, cuando les descubrimos con su disco más conocido, Infinite Arms. Los de Ben Bridwell ya habían contado con dos grandes discos Everything All the Time (2006) y Cease to Begin (2007), aupados por la preeminencia del ‘Americana’ en esos años aunque todavía en una muy segunda línea. Sin embargo, contaban con grandísimas canciones desde ‘The Funeral’ a ‘Laredo’ pasando por ‘No One’s Gonna Love You’. A la crítica también les gustaban y sus directos eran muy buenos. Pero, pero llegó Mirage Rock (2012), un disco del que ya hemos hablado y que les lastró tanto por su producción como por la calidad de las canciones, que no estaba a la altura de las anteriores. Han recuperado algo de terreno con su Why Are You OK del año pasado pero no todo. Band of Horses parecen destinados a quedarse en esa segunda línea y puede que su oportunidad pasase hace un lustro. Han contado con canciones que han sonado en películas o series pero…Eso sí, tampoco parecen moverse mal en esa posición y, como decíamos, a nosotros nos gustan mucho. Por cierto, y mientras escribimos este artículo el espigado guitarrista Tyler Ramsey anuncia que deja la formación para comenzar su carrera en solitario. Y la cosa no para porque, pocas horas después, es el bajista Bill Reynolds el que abandona la banda…Sorpresas importantes y veremos cómo afectan estas bajas a Band of Horses, pero no pinta bien.

La complejidad de My Morning Jacket

My Morning Jacket es una de las mejores bandas de las últimas dos décadas, de eso no cabe duda. Jim James también es una figura que se acerca a gente como Jeff Tweedy, Dan Auberbach o Jack White en su dinamismo. Pero a los de Kentucky, apoyados casi siempre por la crítica, les ha faltado un paso posiblemente derivada de su complejidad. Y es que My Morning Jacket no son tan accesibles como puedan serlo unos Band of Horses. También se vieron aupados por el furor que causaba el ‘Americana’ pero en los de Jim James laten más activos como la psicodelia o el rock sureño. Poseedores de una discografía muy interesante, sus siete trabajos también son muy eclécticos. A destacar un It Still Moves (2003), del que el año pasado reseñamos su reedición, y un soberbio y épico Circuital (2011). En el lado contrario, la tibieza con el que fue recibido Evil Urges (2008), en el que daban un giro a su sonido. Con su último trabajo, The Waterfall (2015), adoptaron un toque más psicodélico lo que tampoco seguramente les vaya a favorecer en ese salto. Eso sí, My Morning Jacket parece que todavía no han dicho su última palabra.

La carrera de fondo de Spoon

No hace muchos días que hablábamos de giro electrónico de Spoon en su último trabajo, Hot Thoughts, que si bien a la mayoría de la crítica le ha convencido, a nosotros nos ha dejado un tanto fríos. La trayectoria de Spoon puede calificarse de carrera de fondo porque han ido creciendo paso a paso, aunque no ha habido un punto de inflexión claro. Han conquistado a crítica y a una parte del público con buenos discos aunque tampoco hayan llegado a ese hit que les podría haber dado más visibilidad, o casi. Los de Britt Daniel acumulan más de dos décadas de carrera y nueve discos y tenían una canción poderosa, ‘The Underdog’ de su disco Ga Ga Ga Ga Ga (2007). Su penúltimo disco, They Want My Soul (2014), les devolvió a lo más alto de la crítica y es que era un trabajo superlativo. Pero este último giro electrónico puede que juegue en su contra de cara a dar ese paso que comentábamos. Tampoco creemos que les haga mucha falta, Spoon pueden presumir de ser una banda fiable.

Dawes, ¿los tapados?

En 2013 descubrimos a Dawes, una banda que nos enamoró también desde las primeras escuchas. Un poco nos recordó a lo que nos pasó con Band of Horses. Taylor Goldsmith lidera la formación y es el compositor de la misma. Sus tres primeros discos, pausados en torno al Folk y a los restos del ‘Americana’, eran una delicia, desde su debut North Hills (2009) hasta el fantástico Stories Don’t End (2013) pasando por Nothing Is Wrong (2011). Puede que en ese momento llegasen tarde al ‘Americana’, que estaban igual un poco fuera del foco, pero levantaron una expectación que no tuvo continuidad hasta el All Your Favorite Bands (2015), buen disco pero que igual les lastraba en la uniformidad de su sonido. Pero la sorpresa llegó apenas un año después con la publicación de We’re All Gonna Die, donde daban una serie de giros estilísticos abandonando ciertos parámetros del Folk para ahondar en sonidos más Pop. No les salió mal la jugada pero tampoco parece que estén llamados a dar ese paso. Tienen a su favor ir de tapados, pero a veces toca dar un golpe en la mesa.

Y The National o la gran duda

Y llega el debate final, The National. Vaya por delante, están en la lista de nuestras bandas favoritas muy arriba y admiramos el talento de unos tipos que han ido haciendo una carrera muy personal y con un sonido propio. The National es una de las grandes bandas de la última década y media pero también carecen de una especie de hit que les haya popularizado más allá de unos determinados círculos. Es cierto que The National comenzaron lentamente y que su punto de inflexión fue la publicación de su cuarto trabajo, Boxer (2007), aunque ya con Alligator (2005) habían dado un primer paso. Como curiosidad, Barack Obama optó por una versión instrumental del ‘Fake Empire’ en su campaña de 2008 para uno de sus vídeos. Posteriormente, tanto con High Violet (2010) como con Trouble Will Find Me (2013), Matt Berminger, Aaron y Bryce Dessner y Bryan y Scott Devendorf han mantenido el nivel en lo más alto. Parece que en 2017 llegará su nuevo disco, el séptimo, ¿será el que les lleve a la primerísima línea? Veremos.

Abierto el debate, y nos hemos dejado algunas más en el tintero, e incluso otras que hemos situado en un nivel superior para otras personas puede que estén abajo. Hay bandas que prometían pero que se lo tomaron con calma, como por ejemplo Franz Ferdinand o Fleet Foxes; otras no cumplieron las expectativas, uno de los casos que me viene a la cabeza son Mumford & Sons, aunque tampoco en este caso eran muy elevadas. Pero, en fin, los complicados pasos hacia adelante, muchas veces fruto de la casualidad o de un golpe de suerte porque de talento andas sobradas las cinco bandas que hemos comentado.

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