«Maniobras de escapismo» o el paso de Love of Lesbian al castellano

En Los Restos del Concierto siempre hemos sido muy de Love of Lesbian. Los catalanes irrumpieron en 2010 con el disco del año anterior 1999 (o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la Luna). Era su primer trabajo para Music Bus y Warner y se convirtió en un acontecimiento inesperado. Nada que contar desde entonces de la trayectoria de Love of Lesbian que no hayamos ya dicho aquí, de sus discos nuevos a los numerosos conciertos a los que hemos acudido. Pero, Love of Lesbian no eran unos recién llegados, tenían una carrera que no había tenido mucha repercusión, aunque sí para parte de la crítica. Su primera etapa fue en inglés, tres trabajos que terminaron con Ungravity (2003) ya en Naïve. Precisamente, sería en este sello en el que Santi Balmes, Julián Saldarriaga, Jordi Roig, Oriol Bonet y Joan Ramón Planell se pasaron al castellano. Fue el primer paso que les llevaría en cuatro años a 1999, pero comenzó con el disco que nos ocupa, Maniobras de escapismo (2005), recuperado aquí en la edición doble que salió en 2010 cuando estaban creciendo a pasos acelerados y que incluía el disco de 2007 Cuentos chinos para niños del Japón. Fue el primer disco en el que estaba Saldarriaga y en la producción repetía Ricky Falkner, que no ha abandonado a la banda desde entonces, incluso sustituyó a Planell al bajo cuando este dejó la formación. Si ya estábamos imbuidos por 1999, estos dos discos supusieron otro espaldarazo a la apuesta por Love of Lesbian. Como hemos comentado en otras ocasiones, en estos dos primeros discos en castellano de Love of Lesbian aparecen ya sus señas de identidad claramente, letras intensas, sonidos Pop con mayores reminiscencias a The Cure y compañía, y una cierta ingenuidad y una mayor ironía que irán desapareciendo en los trabajos de la segunda década del siglo XXI. Estamos ante un disco fantástico, no tan conseguido como su sucesor, pero que se disfruta de principio a fin. Un disco que tiene grandes melodías y letras fantásticas.

Comienzan con el tono que daban al inicio de esos discos, una canción épica que crece y cuenta con un punto dramático. Aquí fue «Carta a todas tus catástrofes» que cuenta con una letra más críptica. Con «Maniobras de escapismo» aceleran y logran una de sus mejores canciones, un Pop más luminoso del que no escapa el tono melancólico, pero que aporta uno de sus estribillos más coreables. «Domingo astromántico» es un medio tiempo impresionante, precioso, intenso y en el que las cuerdas aportan un contrapunto que es determinante. Y siguen en lo más alto con «Mi personulidad» una canción que también crece y que es otra de las cimas del disco, otro tema con el que te podías identificar. Con «Houston, tenemos un poema» cambian de rumbo, letra irónica y divertida para una canción Pop excelente, otro estribillo para no dejar de cantar. Un nuevo quiebro es «Mi primera combustión», un tema acústico y muy intimista, canción de desamor con una letra de lo más explícito.

La segunda parte comienza con la increíble «Música de ascensores», también con el tono melancólico como seña de identidad, un Pop amable y muy emocionante, con acordeón incluido. Vuelven al humor y a un sonido de «Music Hall» con «Marlene, la vecina del ático», ese piano juguetón. «Los niños del mañana» es un tema corto y sencilla, con una instrumentación muy sutil, y con una letra que no deja indiferente, por cierto que la primera vez que la escuché, sin saber que era de ellos, fue en 2008 al final de la película Cobardes de Juan Cruz y José Corbacho. «Me llaman Octubre» regresa al tono melancólico pero con un punto más tabernario con el acordeón apareciendo de nuevo. «Limusinas» es un medio tiempo con una letra muy interesante, siendo la canción más relevante del tramo final, con un comienzo muy delicado con el piano para ir luego creciendo. Y la edición de 2010 incluye dos bonus tracks como son «Mon petit cabroin», canción en francés en la que aceleran, y «Love Song nº 79.899», una canción que es un Pop más oscuro y que recuerda a The Cure incluso en el modo de incorporar las cuerdas.

De primavera a otoño de 2010 fue una sucesión de escuchas de aquellos tres discos de Love of Lesbian, llegué a sabérmelos de memoria. Fuimos a verlos en mayo a Pamplona a una sala que estaba en un polígono, todavía estaban despegando, y en octubre ya llenaban el Antzokia bilbaíno, donde les volvimos a ver, hace una década de eso. En febrero de 2011 recalaban en la Concept de Logroño y en 2012 publicaban el siempre difícil «siguiente disco», el doble La noche eterna. Los días no vividos, y más festivales y conciertos en 2013, 2014El poeta Halley en 2016, y su última visita en el Actual de 2017. Nos hemos hecho mayores, estamos una década más viejos de cuando descubrimos a esta banda, y a estos discos, pero se han convertido en una parte esencial de las bandas sonoras de nuestras vidas.

Antes de ‘1999’ estuvo «Cuentos chinos para niños del Japón» o el camino hacia el éxito

Love of Lesbian acaban de cerrar la gira en España del disco El poeta Halley (2016), un disco que supuso un cambio ya que implicaba una mayor complejidad y madurez (bueno, no es que esta palabra me guste emplearla). Obviamente, desde que en 2010 se convirtiesen, con permiso de Vetusta Morla, en la gran sensación de aquello llamado ‘indie pop’, con su clásico disco 1999 (2009), Love of Lesbian han ido ganando seguidores por el camino, han llenado decenas de festivales y conciertos y para algunos ya no son lo que eran. Pero ha habido una evolución lógica que no les ha hecho perder su identidad. En 2017 se ha cumplido el décimo aniversario de Cuentos chinos para niños del Japón, un trabajo que fue su segundo en castellano y que fue uno de sus peldaños hacia el éxito tras su Maniobras de escapismo (2005), precedidos de varios discos en inglés desde su debut en 1999 con Microscopic Movies. Aunque aquellos discos no tuvieron ni por asomo la repercusión de lo que vendría después, no es menos cierto que muchos de los temas de Cuentos chinos para niños del Japón Maniobras de escapismo se convertirían en himnos en sus conciertos. Y muchos nos acercamos a ellos, y nos sumergimos de cabeza, con aquella publicación austerísima de los discos conjuntamente de su discográfica anterior, Naïve, en 2010 bajo el título Maniobras en Japón (o cómo llevarte a casa dos discos de Love of Lesbian a precio de colmado chino). ¡Bendita publicación!

Es un buen momento para recordar a unos Love of Lesbian que sonaban más festivos e ingenuos si se quiere, unos Love of Lesbian que iban derechos a la cima aunque no lo sabían. Puede que también haya más espontaneidad y, obviamente, menos presión. También están esos momentos sublimes introspectivos que son una muestra generacional en la que alguna gente encontrará ensimismamiento pero que yo creo que funcionan. Y es que, sí, había más dosis de gamberrismo pero siempre nos ha parecido que Love of Lesbian se encuadraban más en ese perfil del tímido o depresivo que se pone una máscara para parecer extrovertido. En fin, que vamos con Cuentos chinos para niños del Japón.

Ya el comienzo es para ese tipo de temas de apertura de Love of Lesbian, ‘Universos infinitos’ va creciendo en intensidad con una letra interesante y que da inicio a una sucesión de temas sobresalientes, incluido el primero. ‘La niña imantada’ es una de esas canciones que pertenecerían a una segunda línea de los temas de Love of Lesbian y es un tema Pop fantástico. ‘Noches reversibles’ es otra canción grandísima, con otra letra fantástica y que de nuevo va ganando en intensidad, final tremendo incluido. Y ‘Los colores de una sombra’ es emocionante y emotiva, un estribillo logrado y final explosivo. Y en ‘Un día en el parque’ cambian de ritmo con un tema acústico delicioso. Con ‘Villancico para mi cuñado Fernando’ comienzan una terna distinta, un tema en el que sacan su lado más gamberro con una letra explícita.

‘Shiwa’ es una canción con toques acústicos y con unos coros fabulosos mientras que ‘Me amo’ es uno de esos temas que no suelen faltar en sus directos y que es uno de sus máximos exponentes del lado más divertido de Love of Lesbian. ‘Historia de una H que no quería ser muda’ es un tema breve que da paso a una de mis canciones favoritas d de la banda como es ‘La parábola del tonto’, un tema épico e intenso, nostálgico y melancólico, con una de las letras más logradas de todos sus discos. Tras un interludio toca el turno de ‘Dios por Dios es cuatro’, tema que juega más a la ironía. El disco se cierra con la versión en catalán de ‘Shiwa (Tot a zen)’ junto a Lluís Gavaldá de Els Pets y con un Bonus Track en la versión del disco de 2010 como es ‘Alehop’, caracterizado por un tono más vodevil.

Llegamos tarde a los discos anteriores de Love of Lesbian pero ya no pudimos dejarlos y disfrutamos de sus temas en directo. Sí, puede que estos Love of Lesbian sonaban más inocentes, más espontáneos si se quiere, pero su evolución ha sido igualmente reseñable porque dejaron el listón muy alto. 1999 permitió a sus discos anteriores en castellano una nueva oportunidad que, de otra forma, no hubiesen tenido. En 2007 no nos enteramos de este Cuentos chinos para niños del Japón, tuvimos que esperar a 2010, y en 2017 le rendimos un merecido homenaje y recuerdo.