The Pretenders, «Hate for Sale»

Suele ocurrir con algunas bandas y artistas que, con una trayectoria enorme y reconocida, entran en una especie de segundo plano que no les hace justicia. También es cierto que, en no pocas ocasiones, pueden quedar fuera de los focos porque las tendencias cambian y/o porque sus discos no están muy conseguidos. Todo esto se puede aplicar a unos clásicos como The Pretenders, la banda de la gran Chrissie Hynde. Icónica figura de los ochenta, canciones como «Don’t Get Me Wrong» y «Brass in Pocket», entre otros, son algunas de sus cimas. Pop Rock de guitarras con la New Wave de fondo, la norteamericana encontró en Inglaterra su lugar. Sin embargo, fallecimientos, cambios en la banda y un comienzo de los noventa con el foco en otro lado, dejaron a los Pretenders poco menos que a la altura de aquello que se llamaba «dinosaurios». Injustamente porque todavía tendría tiempo de sacar un Last of the Independents (1994) tras cuatro años de descanso con una imbatible balada como «I’ll Stand By You». Pero, no es menos cierto que desde entonces sus discos se espaciaron, aunque cayeron otros cuatro, el último de ellos Alone (2016) con producción a cargo de Dan Auerbach que, como hemos comentado en este Blog, a veces acierta pero otras no, y en el que, por cierto, solo está Hynde de los integrantes de The Pretenders. En estos años, Hynde también lanzó dos discos en solitario, la última entrega en 2019. Por lo tanto, ¿qué cabía esperar de The Pretenders en 2020?, pues poca cosa. ¿Y qué nos ofrecen The Pretenders en 2020?, Hate for Sale, un disco muy recomendable, urgente, acelerado, guitarrero…Vamos, todo un tratado de diez canciones sin parar en apenas treinta minutos. Con Martin Chambers en la batería, único integrante de la formación original que también había salido de la misma, James Walbourne a la guitarra y Nick Wilkinson al bajo, Hynde ha armado un buen disco que ha contado con Stephen Street (The Smiths, Blur, entre otros, además de discos anteriores de The Pretenders).

Para comenzar, la canción que da título al disco, un tema acelerado y guitarrero, armónica incluida, con un punto Punk, la batería de Chambers poderosa y Hynde en plena forma. En «The Buzz» se marcan el típico medio tiempo «marca de la casa» que se va hacia el Power Pop y también con las guitarras como protagonistas. «Lightning Man!» es un tema con cadencia Reggae que adopta un tono más misterioso pero que funciona peor. Pero con «Turf Account Daddy» recuperan la fuerza con una combinación imbatible de las guitarras y la batería. Y una de las mejores canciones del disco es la intensa y potente balada «You Can’t Hurt a Fool».

La segunda parte comienza con «I Didn’t Know When to Stop», que recupera las credenciales del inicio del disco, armónica incluida, pero que se sitúa un escalón por debajo. En «Maybe Love Is in NYC» apuestan de nuevo por el Power Pop para otra canción imbatible. Pero será, en mi opinión, la potente y poderosa «Junkie Walk» la mejor canción del disco, un no parar. «Didn’t Want to Be This Lonely» se acerca al Rock & Roll más clásico con un Chambers de nuevo imponente. Y el cierre es para la menor «Crying in Public», no porque Hynde no esté genial en esta intensa balada al piano con cuerdas incluidas.

Hace unos meses disfrutamos mucho del disco de A Girl Called Eddy, Been Around, con algunas canciones que dijimos que nos sonaban a los Pretenders más clásicos. Pues bien, ahora Hynde y compañía lograron su mejor disco en décadas.

 

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