Rolling Blackouts C.F., «Hope Downs»

Una de las revelaciones del verano 2018 han sido los jóvenes australianos Rolling Blackouts Coastal Fever o Rolling Blackouts C.F., aquí vamos a utilizar el acrónimo RBCF, y su disco de debut Hope Downs tras un par de EPs, habiendo sido publicado por el mítico sello Sup Pop. Liderados por el trío Frank Keaney, Joe White y Tom Russo, que se reparten las tareas de composición y de cantantes principales, siendo los tres guitarristas a la vez, los australianos no inventan la rueda pero presentan un disco urgente de guitarras que remiten a los ochenta, al Power Pop, a los REM de esa década, a The Feelies, a sus paisanos the Go-Betweens y a unos Real Estate más acelerados. El disco te engancha desde los primeros compases y, aunque se le puede decir que por momentos es un tanto reiterativo, no es menos cierto que las canciones tienen una gran calidad.

Comienzan con un tema apabullante, «An Air Conditioned Man», con un toque a unos Joy Division más positivos y en el que el cantante incluso frasea. Uno de sus mejores temas es «Talking Straight», la huella de los REM de los ochenta está muy presente, una canción más melódica y que destaca sobre el resto con esa furia del estribillo. En cuanto a «Mainland», sigue la misma línea, aunque no alcanza su nivel, con las guitarras como protagonistas. Notables son «Time in Common», muy británica, y «Sister’s Jeans», una canción muy Power Pop con las guitarras del comienzo en otras coordenadas.

La segunda parte se inicia con otro de los temas destacados, «Bellarine», que tiene un comienzo muy post Punk para abrazar de nuevo el Power Pop. En «Cappuccino City» nos recuerdan a unos Real Estate más dinámicos y en «Exclusive Grace» el cantante frasea y destaca la sección rítmica junto a las omnipresentes guitarras. En final es para «How Long?», una canción más melódica, más cercana a un medio tiempo, y para «The Hammer», también una canción urgente y que tiene un punto melancólico.

Debut muy destacado de RBCF, un disco que entra ya en las primeras escuchas como decíamos y que no puedes dejar de escuchar, con su punto adictivo.

REM llegan a Warner con «Green»

Para la mayoría del gran público REM existen a partir de Out of Time (1991), cuando el hit «Losing my Religion» les puso en el mapa. Pero los de Athens (Georgia) ya eran unos veteranos que, a lo largo de toda la década de los ochenta, se había forjado una reputación en el circuito independiente norteamericano a partir de su presencia en radios universitarias y otros canales más underground. Michael Stipe, Peter Buck, Mike Mills y Bill Berry eran unos veinteañeros cuando fueron cimentando su carrera en la independiente I.R.S., primero irrumpiendo con un ya clásico Murmur (1983) a los que seguirían otros cuatro discos que culminarían con Document (1987), ya con Scott Litt en la producción, que sería el encargado de esa labor durante los siguientes discos hasta finales de los noventa, cuando se convirtieron en el paradigma de lo indie y alternativo ascendido al mainstream. Un legado tremendo de Rock and Roll aderezado con toques de Power Pop y Garage, además de algunos matices más Folk que se ampliarían en su siguiente etapa. Grandes canciones como «The One I Love», «Is the End of the World as We Know It (And I Feel Fine)», «(Don’t Go Back to) Rockville», «Radio Free Europe», entre otras muchas y, de hecho, no son pocos seguidores los que consideran que esos años fueron los mejores de REM. No cabe duda que eran una banda mucho más directa y que luego su sonido iría suavizándose aunque uno, que es muy seguidor de REM incluso en sus momentos más bajos, no tiende a sacralizar una etapa u otra. Pero, volviendo a mediados de los ochenta, los discos de REM entraban en las listas de éxitos (Document superó el millón de copias) aunque no en los puestos más altos, obviamente, y no cabe duda que habría una importante pugna entre las distintas majors por hacerse con los servicios de la banda, cuando todo estaba a punto de estallar en la dirección del Grunge, muchas de cuyas bandas reconocerían la influencia de REM, Cobain incluido.

Fue Warner la que firmó a REM una vez que el contrato con I.R.S. terminó, mostrándose también disconformes con la distribución que contaban desde dicha independiente. I.R.S., en los siguientes años, publicó varios recopilatorios de la primera etapa de los de Georgia, aprovechando el tirón que consiguieron en la primera mitad de los noventa, cuando muchos pensaron que Out ot Time era su primer disco. REM permanecerían en Warner toda su carrera y en 1994 firmarían el contrato más alto con una discográfica hasta la fecha, aunque esa es otra historia y tenemos que regresar a Green, del que ahora se cumplen treinta años. En Green, REM siguen con su evolución hacia sonidos más épicos que alcanzaría su cima en Drive (1992), y es un disco que combina canciones que siguen con el canon de los trabajos anteriores hasta otras de carácter más Folk, que ya estaban presentes, pero con la incorporación de instrumentos como la mandolina que aquí alcanza un importante protagonismo en algunos temas, y que anticipa su uso en «Losing my Religion». Pero vayamos con el disco.

«Pop Song 89» es un gran comienzo, un tema con sonidos melódicos y en el que destaca el uso de las guitarras. «Get Up» comienza con uno tono más oscuro, unos coros como de letanías pero luego suena de nuevo a lo que se podía esperar de REM, con unas guitarras más contundentes. En cuanto a «You Are the Everything», es un tema donde la mandolina ocupa el primer lugar, casi es la única presencia instrumental, junto con el acordeón, y es una preciosoq canción en el que también emplean el juego de voces, aunque a mitad del tema crece en intensidad. Uno de los momentos más destacados del disco es «Stand», tremendo tema de Pop que comienza con ese sonido del del carro de los helados, un tema adictivo que tiene también una gran fuerza y que es cantada sin contemplaciones. Hay que recordar que «Stand» era el tema de cabecera de la fantástica serie Búscate la vida a la que muchos nos hicimos adictos a comienzos de los noventa, Chris Petterson y compañía, cuando la emitieron por Canal +. El tema alcanzó un importante éxito en Estados Unidos y el single se colocó entre los diez primeros.

«World Leader Pretend» es otro de los momentos más destacados del disco, una canción con un tono oscuro y melancólico, con esas cuerdas de fondo, el pedal steel, el leve contrapunto de las castañuelas, que contrastan con una sección rítmica poderosísima, y que cuenta con una letra un tanto críptica. «The Wrong Child» retorna al punto más Folk, presencia protagonista de la mandolina y tema con un punto espiritual, de nuevo sin apenas más instrumentación y con Stipe desgañitándose al final. Por su parte, «Orange Crush» es puro REM, una de sus mejores canciones, fuerza y rabia a través de la batería de Berry y de la guitarra de Buck, otra letra críptica y abierta a diferentes significados. El tema se colocó en el número 1 en Estados Unidos, el primero de su carrera. «Turn You Inside Out» por su parte es también característico de REM, caracterizado por las guitarras y por una cierta oscuridad, con Stipe cantando de nuevo con gran fuerza y con Mills dando la réplica.

En «Hairshit» siguen con la dinámica del disco, retornan a la parte más intimista con un tema precioso de corte más nostálgico. El cierre es para «I Remenber California», otra canción muy lograda en la línea de sus discos anteriores, protagonismo de nuevo para las guitarras y un tema en el que el peso cae en la forma de cantar de Stipe, sin olvidar la batería de Berry. Hay un tema oculto, «Untitled», que es más ligero, con un punto claramente Pop, en el que cantan Stipe y Mills, y que es una agradable sorpresa para cerrar el disco.

Green llegó a vender cuatro millones de copias, y casi llegó a entrar entre los diez primeros del Billboard norteamericano, además de haber dado a REM su primer número 1 con «Orange Crush». Un disco de notable alto que sigue sonando de maravilla treinta años después y que sería el preámbulo de lo que vendría unos años más tardes, cuando su impacto ya sería global. La evolución de REM seguía su camino hasta convertirse en una de las bandas más importantes del mundo, pero esa es otra historia.

 

«Shiny Happy People», o cómo REM odiaban su canción más Pop

Regresa la fantástica Katie Pearson de The B-52’s a nuestra sección del verano 2018 sobre Colaboraciones, aunque lo hace con un menor protagonismo que con «Candy» de Iggy Pop.  En este caso, su presencia aparece en «Shiny Happy People», el segundo single del Out Of Time (1991) de REM, el segundo trabajo que hacían para Warner tras Green (1988), del que hablaremos en breve. REM se lanzan con un tema Pop delicioso y con un estribillo adictivo tras el sombrío «Losing my Religion», que les puso en el mapa. Pearson se encargaba de la segunda voz, junto a Mike Mills, reforzando a Michael Stipe. No sería la única aportación de Pearson en aquel disco y no hay que olvidar que The B-52’s eran de Athens (Georgia), al igual que REM. Como decíamos, Pearson colaboraría también en la emotiva «Near Wild Heaven» y en el cierre de «Me in Honey», una de esas canciones que se quedan escondidas en los discos y que con los años redescubres. Ojo, que el disco también tenía una interesante colaboración a cargo del rapero KRS-One en «Radio Song», el tema que daba comienzo al disco. El toque de Pearson le da un toque más alegre y festivo a una canción de letra buenrrollista que haría palidecer a Paulo Coelho, la verdad. Igual es que esa melodía tan saltarina y cantarina, con las cuerdas y demás, no admitía otra clase de letra, quién sabe.

El caso es que la historia tiene fondo ya que REM odiaban esta canción, reconocido en no pocas ocasiones por el propio Stipe. Al parecer, la discográfica les «presionó» para que sacasen un tema más Pop y accesible, y no es que Out of Time alcance las cotas sombrías del, para mí, su obra maestra, Automatic for the People (1992). No la tocaban en directo y, para más muestras, ni siquiera apareció en el recopilatorio In Time: The Best of REM 1988-2003 (2003), que recogía los hits del periodo de Warner hasta el momento, cosa que si haría el su disco recopilatorio de cierre con los temas de sus etapas de I.R.S. y Warner, Part Lies, Part Heart, Part Truth, Part Garbage 1982-2011 (2011). No creo que los de REM se hubiesen reconciliado con una canción que también fue un gran éxito y que, en mi opinión, no deja de ser un gran tema que se te cuela a la primera. Encargo forzado o lo que sea, el caso es que les quedó una canción intemporal y que siempre te despierta una sonrisa. Y, por cierto, que dio lugar a uno de los vídeos más coloristas de REM, por no decir el más, con un Michael Stipe con gorra incluida, Peter Buck no sabiendo dónde meterse y con cara de «qué hago yo aquí» a pesar de que al final se arranca, y Mills y Bill Berry un poco más entregados. Ah, y sin olvidar esa coreografía, impagable.